Habla regional castellana, habla de transición vinculada al asturleonés, dialecto, lengua, idioma… Los especialistas no se ponen de acuerdo a la hora de definir al extremeño que aglutina diferentes dialectos como el fala que se habla en el valle de Jálama, al noroeste de Cáceres, o el castúo, el denominado castellano de Extremadura, nombrado así por el célebre poeta extremeño Luis Chamizo, uno de los grandes investigadores de las lenguas populares extremeñas.
Pero si hasta la ONU ha identificado el estremeñu como lengua, incluyéndolo en la lista negra y demandando protección para evitar su desaparición, es que la lengua autóctona de Extremadura, con sus diferentes variantes, es un elemento definitorio del carácter de esta región. Nosotros ponemos nuestro granito de arena para reivindicar las lenguas extremeñas citando 20 expresiones de esta tierra.
20 expresiones extremeñas que solo conocerás si eres de Extremadura
Para buscar inspiración nos hemos nutrido, además de algunas expresiones más o menos extendidas, del Diccionario Extremeño del filólogo y catedrático de la Universidad de Extremadura Antonio Viudas Camarasa, así como del Vocabulario Extremeño publicado en 1940 por el catedrático de Literatura Francisco Santos Coco que podéis consultar parcialmente aquí o buscar en la web de la Diputación de Badajoz donde está publicado en diferentes archivos.
Es un hombre que todo lo afarfaya
Seguro que conoces a alguien que acostumbra a terminar las cosas de cualquier manera, con tal de quitarlas de en medio. Pues esa persona todo lo afarfaya. El verbo “afarfayar” se traduce, según Santos Coco, como hacer las cosas deprisa y mal.
¡Ten cuidao con el plato, chacho, que lo caes!
Es uno de los usos más divertidos y singulares de un verbo castellano. Porque en vez de decir “cuidado, que lo tiras”, en Extremadura, a veces, se usa el verbo “caer”, como tirar involuntariamente.
¡Venga, agila, que no llegamos!
Este término es conocido por cualquier aficionado al rock en España porque da título a uno de los discos más conocidos del grupo Extremoduro. Pero podemos dar fe que algunos de ellos siguen sin saber qué significa. Pues bien, se traduce como andar o caminar, pero suele aplicarse para invitar a andar con cierta premura, o sea, ¡espabila!
Míalos cómo s’arreconcunan
Nos cuenta Santos Coco que esta frase se puede escuchar en Campanario, localidad de la provincia de Badajoz. Y si hay alguien presente de este pueblo, que no los confirme. Se traduce como arrimarse con cariño, amorosamente. Así que a ver si nos arreconcunamos un poco más, que con tanto agilar y afarfayar, no hay tiempo ni para arreconcunarse.
¡Coile, vas hecho un farraguas!
Aquel que va vestido un poco de cualquier manera sería un farraguas. Pero ahora que todos vamos de cualquier manera, tal vez el farraguas sea el que va de punta en blanco, ¿no? En cuanto a “coile” es una expresión que denota cualquier afecto de ánimo y que según Santos Coco era muy corriente en la provincia de Badajoz.
¡Acho, ponme una de chochos salados con la pitarra!
En Extremadura también es habitual que te pongan una tapa con la bebida, tanto que algunos extremeños que llegan a otras latitudes y no reciben nada con la caña se quedan mirando al camarero como diciendo: “bueno… ¿a qué esperas?”. Pero, claro, si estuvieran en su tierra no tendrían problemas para pedir unos chochos salados (altramuces) con la pitarra (el vino artesanal extremeño).
Armaron una sapalipanda que ni Dios se entendía
Nos cuenta Santos Coco que este término era habitual en Alburquerque, la localidad del noroeste de Badajoz. Se traduce, como habrás intuido, como alboroto o gresca, cuando mucha gente se reúne, y quizás con un poco más de pitarra de lo debido, terminan armando una sapalipanda.
Tuve que atrochar para llegar a tiempo
Hay muchas formas de llegar a destino, pero cuando recibes varias wasaps diciéndote que agiles, que no llegas, al final no te queda más opción que atrochar, que viene a ser coger un atajo, aunque suponga ir campo a través.
No te fíes, es un mangalochano
Según Viudas Camarasa se dice del que vive por malos medios, desvergonzadamente y que no suele despertar mucha confianza en el prójimo.
Sole es hacendosina y recogidina, pero su hermana es una pendanga
Pues que Soledad es una chica que cumple con sus labores como debe ser (o como debía ser en la época en la que esta frase fue recogida por Sánchez Coco) mientras que su hermana es una mujer que “no trabaja y anda siempre de paseo”. Suerte que tiene la hermana de la Sole, ¿no?
Es la persona más gentiñosa del pueblo, no hay quien le aguante
Leemos que en Valencia de Alcántara este término era habitual y es muy probable que se extendiera a otros lugares de Cáceres, ya nos confirmaréis. La cuestión es, ¿quién era la persona más antipática de Valencia de Alcántara para hacerse tan famosa? Porque eso significa gentiñoso, alguien insoportable.
Este pelurdo es un pelurdio
Dos términos obtenidos del vocabulario extremeño de Viudas Camarasa, muy similares, pero que no significan lo mismo. El primero hace referencia a ir despeinado, y el segundo se traduce como loco o demente. Y es que ya sabemos que una sola letra puede cambiar mucho el significado de una palabra.
Llévate algotro por si acaso, que no sé si ese melón estará choncho
“Algotro” es una divertida contracción entre “algún” y “otro” mientras que “choncho” se traduce como aquella fruta que no está madura.
Que se esfondingue que es un furquiñas
Nos cuenta Sánchez Coco que “esfondigarse” es fastidiarse, un clásico que en todos los idiomas tiene su correspondiente palabra malsonante que usamos más de lo que deberíamos. Por su parte, “furquiñas” es una persona que se incomoda o enfurruña con facilidad.
No me jimples, no me jimples, mocosina; no te enfusques ni me faltes al respeto
Acudimos a una de las obras de Luis Chamizo para citar un término clásico del extremeño: “jimplar”, que se traduce como lloriquear o sollozar.
Estos garroteros siempre en el parque con el reguetón: acabarán todos palandangos
El término “garrotero” se vincula a aquellos jóvenes que siempre están en la calle “abandonando sus ocupaciones” mientras que “palandango” es una suerte de bala pérdida, ya un nivel superior de abandono de las ocupaciones, aquel que vaga por todas partes sin un objetivo definido.
Mi primer día de playa y ya tengo los brazos sentidos
Cuando nos pasamos todo el año sin dar un palo al agua a nivel físico, todo el rato amarrados a la silla de la oficina y cuando llega el verano nos hacemos 20 largos en la playa en plan estoy como un toro, pues pasa lo que pasa, que nos quedan los brazos hechos papilla, con agujetas, o “sentidos” en extremeño.
A Pepe le gusta recadear y es un rajoso
Aunque los sinónimos para los términos negativos siempre son mayoría en las diferentes lenguas, también existen sinónimos de las virtudes, como en este caso: “recadear” es ordenar las cosas, y “rajoso”, aunque no suene muy bien, significa ser dadivoso, generoso.
Treh días hay en el año / que relucen como el só: / la vendimia, la matanza / y el día del estrujón
Sánchez Coco nos cita esta humilde composición poética para explicarnos lo que significa el estrujón: el traslado del vino del lugar donde se pisa la uva al sitio donde se guarda para que fermente, siendo el día del estrujón en el que se hace el trasiego, un gran día para todos…
Este poema me ha llegado a las trencas
Pues eso, que este poema me ha llegado al alma, porque me ha hecho recordar el sol y la tierra, el vino y la cigüeña, la buena vida extremeña.
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