Viajar a Roma es un placer para los cinco sentidos. Las pizzas romanas son una de las mejores comidas que puedes probar pero, ¿y si te dijéramos que basta con quedarte en Madrid para disfrutar de su exquisita gastronomía? En este caso, debes probar las pinsas romanas, una receta menos conocida que no carece de encanto.
A pesar de que son muchos los platos icónicos del país vecino, lo cierto es que la pinsa es el que, últimamente, más está dando de qué hablar. Con ciertas diferencias con la pizza, es una de las recetas que está de moda en los puestos de comida callejera de la Ciudad Eterna y que ahora también puedes disfrutar en España. Una vez la pruebes, querrás repetir.
Diferencias entre la pinsa y la pizza
Antes de descubrir dónde degustar este exquisito manjar, es necesario conocer en qué se diferencia la pinsa de la pizza. De este modo, sabrás que estás probando esta receta icónica. La diferencia principal radica en su forma. La pizza, como ua sabes, es redonda. Sin embargo, la pinsa cuenta con una forma ovalada muy peculiar. Además, existen muchas otras características que las diferencian.
También es necesario remarcar que la pizza se suele elaborar con harina de trigo y una fermentación de menos de 48 horas. Esto hace que su masa sea delicada. La pinsa, en su lugar, se compone de una combinación de harina de arroz, trigo y soja. Su fermentación, en este caso, debe alcanzar las 72 horas. Todo esto hace que la base sea más ligera, pero también más crujiente y fácil de digerir.
Por otro lado, la pinsa no precisa de hornos grandes ni tampoco de altas temperaturas para conseguir un acabado ideal. De hecho, de acuerdo con los profesionales, esta es una de las grandes ventajas que tiene con respecto a la pizza.
El origen de la pinsa romana
Ahora que ya sabes un poco más sobre la pinsa romana, también es interesante conocer su historia. En este sentido, para encontrar su origen, debemos viajar hasta la Antigua Roma. En aquella época, los campesinos llevaban a cabo este manjar con las harinas pobres para acompañar sus platos y salsas. No obstante, la fecha oficial data de 2001.
El pizzero Corrado Di Marco es considerado como el padre de la pinsa romana, ya que decidió recuperar este antiguo plato para combinarlo con su novedosa creación. Se trataba de una pizza ovalada preparada con tres tipos diferentes de harina y levadura madre. Gracias a su estrategia, ha conseguido resucitar la pinsa en Roma, Italia y buena parte del mundo.
Los mejores sitios de Madrid para descubrir la pinsa romana
Si algo está claro, es que la pinsa se ha convertido en una auténtica tendencia tanto dentro como fuera de Italia. Por ello, cabe destacar que incluso en Madrid existen algunos lugares clave donde podrás disfrutar de la experiencia de degustar este plato ya icónico de Roma.
El Bacaro de Fabio
Uno de los sitios que no te puedes perder si deseas probar la auténtica pinsa romana es El Bacaro de Fabio. Este restaurante optó por servir esta receta debido a que la masa de la pinsa resiste durante mucho más tiempo. La estrategia ha sido todo un éxito, pues ya existen tres locales en la ciudad de Madrid.
Todas sus pinsas se elaboran con masa madre, de forma artesanal, mezclando harinas de maíz, arroz y trigo, tal y como indica la receta original. Además, otros de sus ingredientes son el aceite de oliva, sin olvidar la fermentación de 72 horas de rigor. Por otro lado, algunas de sus creaciones favoritas son la pinsa La piccante de El Bacaro o la de Gorgonzola y Coppa.
En Madrid porás disfrutar de El Bacaro de Fabio en Chamberí, La Latina y Pozuelo. Asimismo, su precio se sitúa entre los 13,50 y los 16 euros.
PinsaPizza
Otro de los establecimientos más conocidos de Madrid donde degustar la auténtica pinsa romana es PinsaPizza que, como su propio nombre indica, es especialista en este plato. En este caso, sus pinsas se llevan a cabo mezclando harinas canónica de soja, arroz y trigo, masa madre y aceite de oliva. La fermentación, por su parte, es de entre 48 y 72 horas.
Sus creadores descubrieron la receta en 2016 y no dudaron en trasladarla de Roma a Madrid. Para ello, empezaron abriendo un pequeño rincón en el Barrio del Pilar. Tras lograr un gran éxito, abrieron un segndo establecimiento cerca de la Castellana, en María de Molina, 10. Por otro lado, sus creaciones son famosas gracias a la mozarella fior de latte, que usan en todas las recetas, así como por la inclusión de auténticos embutidos italianos. En cuanto a su precio, va de entre los 10,80 y los 18,80 euros. Ideal para probar esta receta tan característica.
Gustazio Gastrobar
En el barrio de Los Metales, en Legazpi, encontrarás Gustazio, un gastrobar que lleva a cabo las pinsas romanas siguiendo al pie de la letra la receta original. Su creador, Luca Arrigoni, procedente de la ciudad de Milán, cuenta con un diploma que lo avala como participante en el curso Pinsa School de Roma. Es decir, se trata de un auténtico profesional de esta receta, a la que está dedicando toda su vida. Además, en el local se puede ver al equipo preparar la receta como si estuvieras en la cocina de casa.
Con una masa ligera y crujiente, sus creaciones son de las más conocidas del barrio. Además, una de las que más llaman la atención de los comensales es La Zucca, preparada con crema de calabaza y una gran diversidad de ingredientes italianos que conseguirán conquistar tu paladar.
En Gustazio Gastrobar encontrarás una carte con una buena variedad de opciones perfectas para acercarte a esta “desconocida” receta romana. En cuanto a su precio, oscila entre los 10,80 y los 18,50 euros. Merecerá la pena acercarte para degustar el que ya se ha convertido en uno de los platos icónicos más buscados también de la capital.
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