Un año más ya está aquí la celebración del Día de Muertos, una festividad catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco que se celebra en Latinoamérica y que tiene especial protagonismo en los Pueblos Mágicos de México.
Así que si además del Halloween y el Samaín te apetece celebrar de otra forma estas fechas en torno al Día de Todos los Santos, te proponemos que lo hagas a través de la gastronomía del mundo. Descubre con nosotros estos 7 dulces típicos para el Día de los Muertos y viaja con el paladar. Pruébalos si tienes oportunidad y, si te gusta la cocina, anímate a preparar una receta especial estos días.
Calaveritas de chocolate y de amaranto
Si tenemos en cuenta que el chocolate y el amaranto proceden de México, constituyendo dos de sus productos típicos más característicos, no es de extrañar que formen parte de los ingredientes de la gastronomía tradicional del país en las ocasiones más especiales. De tal manera, no pueden faltar en el Día de los Muertos.
Una de las elaboraciones más típicas con ellos son las calaveritas de chocolate y amaranto, ingredientes imprescindibles para preparar la masa. Esta masa se vierte en moldes de barro con forma de calavera, donde se deja secar. Luego se desmoldan y se decoran con flores y detalles hechos con azúcar glass y limón, en una explosión de color.
Figuritas de jamoncillo
Las tradiciones del Día de Todos los Santos y Halloween alrededor del mundo siempre cuentan con las calabazas de una u otra forma, ya sea como adorno para el jardín o la casa o como alimento. En el Día de los Muertos no es diferente. Tanto es así que hay un dulce que se prepara con las semillas o pepitas de calabaza: las figuritas de jamoncillo.
La receta de las figuritas de jamoncillo ha llegado hasta nosotros desde el siglo XVI, cuando ya se elaboraban en las cocinas de los conventos de Ciudad de México y de Puebla. Se preparan en un recipiente de cobre, donde se vierten las pepitas de calabaza y se les añaden la leche y el azúcar hasta formar una masa espesa. Después esta masa se vacía en un molde para que cuaje y, cuando enfría, se usa para preparar las figuras con la forma que desees. Lo más habitual es crear figuras geométricas, aves, objetos religiosos o calaveritas y luego decorarlos por encima para darle ese toque inconfundible.
Sin duda, esta es una opción muy buena si vas a vaciar una calabaza para decorar y realizar la típica cara tenebrosa o linterna y aprovechar sus pepitas.
Pan de muerto
En los altares en recuerdo a los difuntos, dentro de las celebraciones del Día de los Muertos, no puede faltar el denominado pan de muerto, aunque hay algunos sitios de México en que este alimento se conoce como hojaldre, lo que contribuirá a que te hagas una idea mejor de cómo se prepara.
El origen del pan de muerto se encuentra en la antigüedad, cuando se realizaban las ofrendas a los dioses. Por aquel entonces, se cuenta que se preparaba con las semillas de amaranto tostadas y luego se regaba con la sangre de los entregados en sacrificio, o al menos eso dicen las crónicas de los españoles conquistadores.
Pero desde la época de las colonias, la elaboración se modificó, tal y como se sigue respetando en la actualidad. Consiste en un pan dulce de trigo en forma de corazón o redondo, con sabor a azahar, en recuerdo a los que ya no están. En su centro puede colocarse una esfera asemejando un cráneo y se cruzan sobre él cuatro canillas que simulan huesos. Estos huesos son la representación culinaria del universo o los cuatro rumbos de Nahuolli.
Calaveritas de azúcar
De nuevo hay que tener en cuenta a las calaveritas entre los dulces típicos en estas fechas. La singularidad de las calaveritas de azúcar es que se suelen decorarse con el nombre de las personas fallecidas, aunque en la actualidad se ha popularizado prepararlas con otras formas, como frutas, ángeles y ataúdes, pero sin olvidar poner el nombre del difunto cuando se colocan en el altar de muertos.
Las calaveritas de azúcar se preparan en honor a los muertos, y resultan especialmente populares en lugares como Michoacán, Puebla, Oaxaca, Guanajato, Toluca y el Estado de México.
Dulce de camote
Otro de los dulces típicos en las ofrendas en los altares de muertos es el duce de camote. Esta receta también se originó en tiempos coloniales, cuando se fusionó la cocina típica del lugar con las técnicas culinarias de los españoles.
De tal manera, el dulce de camote es la forma típica de preparar la fruta cristalizada, por lo que lo encontrarás de todos los sabores. Sin embargo, hay lugares como en el municipio de Chiconcuac, que lo tradicional es servirlo sin que llegue a cristalizar del todo, formando una sustancia melosa.
Jericallas
En Jalisco, el Día de los Muertos, en torno a las catrinas y los altares, no pueden faltar las jericallas. Este postre tradicional combina la receta más clásica del flan con la de la creme brulée, pero sin olvidar ese toque de la cocina mexicana que lo hace único.
Las jericallas se preparan en recipientes individuales de aluminio o de barro y la receta más popular es la que se remonta al siglo XIX.
Alegrías de amaranto
Las alegrías de amaranto, una receta dulce común en estas fechas, son dulces de amaranto tostado que están mezclados con azúcar, piloncillo o miel de abeja. La tradición proviene de la época prehispánica, cuando se preparaban figuras para los rituales que representaban a los dioses.
Con el tiempo, en cada zona, la receta se fue adaptando según la tradición y en Ciudad de México, por ejemplo, entre los ingredientes, encontrarás uvas pasas y cacahuetes. De hecho, las alegrías pueden prepararse con tus frutos secos favoritos.
Únete a la conversación