Popularmente solemos decir que hay gente que no vale para salir de casa, e incluso tendría su gracia si no fuera por la gravedad de sus actos, que dañan un patrimonio natural o histórico que nos pertenece a todos y resulta fundamental para la historia y el cuidado de nuestro mundo.
Así que a muchos nos sigue pareciendo increíble que, a estas alturas, las noticias sigan sorprendiéndonos con comportamientos de viajeros completamente reprobables. Ejemplo de ello son estos casos de turistas idiotas que terminaron en prisión en sus viajes por el mundo que esperemos que cambiaran luego de actitud.
El turista que escribió en el Coliseo de Roma
Parece increíble que alguien pueda encontrarse ante el majestuoso Coliseo de Roma y pensar en grabar una letra K en una de sus paredes. Esto fue lo que hizo en el año 2014 un turista ruso de visita en Roma que, en contra de lo que a lo mejor puedas pensar, no era ningún niño.
Tenía 42 años, y la letra que se le ocurrió plasmar en el Coliseo un tamaño de 25 centímetros de alto y 17 centímetros de ancho. Las autoridades lo condenaron a cuatro meses de prisión y a una multa de 20.000 euros.
Los turistas que destrozaron un petroglifo chileno
Los daños en el patrimonio son uno de los motivos más frecuentes por los que los turistas irresponsables terminan en la cárcel la mayoría de las veces. En el 2019, el 6 de enero, Día de Reyes, tres turistas belgas provocaron daños en un milenario petroglifo chileno: el Gigante de Tarapacá, también conocido como Gigante de Atacama. No se les ocurrió otra cosa que pasar varias veces por encima del petroglifo con su todoterreno.
La jueza del caso los condenó a tres años de prisión y al pago de una multa de 9.100 dólares cada uno. A efectos prácticos, a dos de ellos se les concedió el beneficio de la libertad vigilada, mientras que al tercero se le expulsó del país tras pagar la multa, y se le prohibió regresar a Chile durante una década.
Los turistas que robaron arena en Cerdeña
En agosto del año 2019, una pareja formada por turistas franceses sustrajeron 40 kilos de arena blanca de Chía, en una de las playas de la isla de Cerdeña, así que en esta ocasión hablamos de daños a espacios naturales. La policía los capturó cuando portaban 14 botellas de plástico con la arena en el maletero de su todoterreno, en el instante en el que estaban a punto de subir al ferry en Porto Torres para partir hacia Toulon.
La arena blanca de Cerdeña está protegida y existe la prohibición de sustraerla, así como también está prohibido coger guijarros y conchas. No obstante, estos turistas franceses para los que se pedía prisión de entre uno y seis años y 3.000 euros de multa no son los únicos, pues cada año es numerosa la arena robada de las playas de la isla. Solo en el 2018, se contabilizó en el aeropuerto de Cagliari una suma total de más de una tonelada de arena portada por los turistas que abandonaban Cerdeña.
Los turistas que dañaron el Machu Picchu
Más recientemente, en el año 2020, un turista argentino de 28 años fue condenado a una multa de unos 1.700 euros y tres años y cuatro meses de cárcel por haber provocado daños y defecado en la ciudadela del Machu Picchu. No obstante, no entró en prisión, ya que, según la legislación peruana, en los casos en los que la condena es menor de cuatro años y no existen antecedentes penales, el condenado no ingresa en la cárcel. Sin embargo, sí ha de presentarse durante dos años cada mes en el Consulado de Perú en Salta (Argentina). El país pudo abandonarlo después de haber pagado la multa.
Pero este sujeto no iba solo, sino que los acompañaban, en su incursión en una zona restringida del Machu Picchu, cinco turistas más. Todos juntos se introdujeron en el Templo del Sol y causaron la caída de una piedra del muro de contención.
Los turistas españoles que robaron banderas letonas
Son muchos los turistas que provocan daños en el patrimonio por llevarse lo que consideran un recuerdo. Teniendo en cuenta los millones de desplazamientos al año, si todo el mundo hiciera eso, lugares como la Gran Muralla China habrían desaparecido del todo hace tiempo ya.
Así sucedió con unas turistas españoles que viajaron a Letonia y, como souvenir, no se les ocurrió otra cosa que coger las banderas letonas que ondeaban en las farolas. Fue en el año 2007 y se les acusó de un delito de robo y ultraje hacia la bandera, delito que se pena con un máximo de seis años de prisión en el país. Pero después de unos días encarcelados, el caso se resolvió con una multa de 3.800 euros.
El turista que arrancó una oreja a un moai en Isla de Pascua
Parece increíble que un viajero pueda ir hasta la isla de Pascua y pensar en arrancar una oreja a un moai para llevársela a casa como recuerdo. Pero así hizo un turista finlandés en el año 2008, acto por el que se le pedía una pena de prisión de hasta cinco años.
Bajo arresto domiciliario, fue condenado al pago de una multa de 17.000 dólares. Las autoridades indicaron que el dinero se destinaría a la reparación del destrozo y se le prohibió la entrada en la isla de Rapa Nui durante tres años.
Los turistas que hacen el gamberro en las Pirámides de Giza
Por último, no nos resistimos a mencionar las pirámides de Egipto, ya que constituyen uno de los lugares en los que los turistas idiotas y desaprensivos suelen ser habituales en las noticias.
Uno de los casos más recientes es el del turista que se fotografió delante de ellas enseñando el trasero, pero a este le precedieron otros como los que escalan las pirámides y se fotografían en ellas para subirlo a las redes o la pareja que se grabó desnuda sobre la pirámide de Keops. Estos comportamientos también provocan arrestos y las consecuentes multas.
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