No importa si te consideras un amante de la naturaleza, de los viajes, o de los destinos culturalmente diferentes a los habituales: la posibilidad de ser testigo de una aurora boreal no escapa a casi nadie y, por eso, queremos enseñarte un sitio ideal para disfrutar de ellas.
Estamos hablando de la Aurora Sky Station del Parque Nacional Abisko, en la Laponia sueca, un lugar como no existen dos en el planeta Tierra porque, a pesar de las condiciones climáticas adversas que suelen sufrirse cuando uno llega hasta allí, cada segundo vale la pena si se trata de presenciar uno de los espectáculos naturales más maravillosos que cualquier persona pueda presenciar.
Y es que seguramente hayas escuchado hablar muchas veces acerca de las auroras boreales, y hasta habrás hecho el intento de seguirlas allí donde vivas. Sin embargo, lamentablemente, las estadísticas indican que apenas el 1% de la población habita en regiones donde estos fenómenos puedan disfrutarse a simple vista. A los demás, únicamente nos queda la opción de viajar allí.
Aurora Sky Station, El lugar para ver auroras boreales
Y si hay más de una zona en la que podemos asistir a las auroras boreales, ¿por qué todo el mundo se empecina en recomendar la Aurora Sky Station? Básicamente esto tiene que ver con que en ningún otro punto pueden observarse tantas veces en el año, aproximadamente en unas 200 ocasiones cada 365 días. En este sentido, ningún otro mirador puede competir.
El evento, que se conoce como “Las luces del norte” o norrsken, según el vocablo sueco que las describe, es famoso por el aura luminosa y celestial que parece cegarnos por un momento. Por eso la altura del Aurora Sky Station, de unos 900 metros sobre el nivel del mar y en lo más alto del Mount Nuolj, ayuda a lograr la experiencia que estamos buscando.
De hecho, estamos hablando de un paraje tan inaccesible, que la única forma de llegar hasta allí es utilizando alguna de los telesillas que se han instalado para que los turistas alcancen la cima en condiciones. Como decíamos antes, la situación climática aquí frecuentemente es extrema, por lo que se procura que el ascenso no genere ningún gasto de energía innecesario.
En efecto, la Aurora Sky Station fue construida específicamente con el propósito de poder dejarse maravillar con las auroras boreales en uno de los sitios donde mejor se las puede ver, dadas las características del cielo, que no suele presentar nubes que empañen las sensaciones.
¿Cómo es el programa de visita?
Más allá del motivo principal por el que todo el mundo se acerca a la Aurora Sky Station, que está relacionado con el avistaje de las auroras boreales, el paseo turístico en sí contempla algunas otras cuestiones, como por ejemplo una exposición permanente desarrollado por el Instituto Sueco de Física Espacial, que permite comprender cómo se producen estos espectáculos visuales.
No sólo eso, sino que además de las explicaciones técnicas del caso, esenciales para entender la aparición de las auroras boreales, tenemos un sistema de sonido con varios amplificadores dispuestos para que el ruido de las luces del norte nos acompañe a su modo.
Quienes quieran tener la visita completa, además podrán contratar algunos servicios exclusivos, como por ejemplo los recorridos con guía o las cenas exclusivas en la cafetería, que recomendamos por sus bellísimas vistas del lago Torneträsk y la cordillera en cuya cadena nos encontramos.
También es una excelente excusa para aislarse por un momento del frío habitual en el exterior, recuperar temperatura con los sistemas de calefacción y algo de gastronomía típica caliente, antes de encomendarnos a nuestros ojos para el deslumbramiento final.
Otra idea que a un buen porcentaje de los viajeros les gusta es la de alojarse en el albergue STF Abisko Fjällstation, por ser de los más populares, aunque eso no quiere decir que falten soluciones en materia de hospedaje en el pequeño poblado de Kiruna.
En toda la región es muy común que los distintos hoteles ofrezcan a sus huéspedes paquetes de visitas a la Aurora Sky Station u otros lugares cercanos desde los cuales se pueden divisar las auroras boreales. Después de todo, prácticamente nadie anda por allí por otras razones.
Ir preparado mentalmente, parte de la aventura
Si Kiruna funciona de alguna forma como la puerta de entrada al Parque Nacional Abisko, también nos da la certeza de que hemos llegado a un sitio muy diferente del que provenimos, uno que se distingue por sus auroras boreales casi a diario pero, de igual manera, por su clima hostil.
Esto representa un cambio de idiosincrasia absoluto en cuanto a nuestras actividades: así como hallaremos majestuosos fiordos para tomar fotografías, y cañones o cascadas para hacer deportes de invierno, en simultáneo habrá que acostumbrarse a temperaturas de hasta -40º C.
Llevar ropa de abrigo es indispensable si no quieres pasarlo realmente mal o tener que pagar precios altísimos en las tiendas locales, y debes incluir en tu mochila de viaje tanto vestimenta térmica, como los conocidos accesorios o complementos que ayudan a mantenernos calientes, entre los que figuran guantes, gorros, bufandas y forros polares. Si tienen alguna clase de piel, mejor aún.
Lo mismo ocurre con el calzado. No sólo debes usar calcetines aislantes del frío, sino además un calzado que te permita desplazarte sin mayores inconvenientes. ¿Algo más? Sí, claro. Olvídate de tomar una ducha o ir al sauna antes de salir hacia la estación. Lo mismo de las cremas hidratantes compuestas por grandes cantidades de agua. Toda la permanencia de líquido sobre nuestra piel o cabello puede causar inmediatamente congelamiento. Y no es nada agradable.
Por lo demás, arribar a Kiruna es bastante fácil, ya que se puede ir en coche, mediante ferrocarril bajando en la estación Abisko Turiststation, o en un vuelo diario desde la capital Estocolmo.
En síntesis, que se trata de un viaje que debemos hacer una vez en la vida, para el que hay que prepararse porque nos saca de nuestra zona de confort, pero que nos devuelve todo el esfuerzo -económico y físico- en forma de una de las postales más increíbles de la naturaleza.
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