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En nuestro país son muchas las ciudades que atraen a los turistas, siendo las más famosas algunas como Madrid, Barcelona o Sevilla. Sin embargo, hay otras que son injustamente olvidadas por los viajeros, que también deberían tenerlas en cuenta para sus escapadas.

Hoy vamos a ocuparnos de algunas de las ciudades españolas más infravaloradas. Si acudes a conocerlas, seguro que te sorprenderá el patrimonio histórico que albergan, las opciones de ocio que ofrecen y la estupenda gastronomía de la que podrás disfrutar. No dejes de visitarlas en el futuro si todavía no las conoces.

Badajoz

Badajoz
Fuente: Pixabay/TonyPrats

La ciudad de Badajoz, en la comunidad autónoma de Extremadura, es uno de esos destinos infravalorados que bien merece la pena conocer. Desde los vestigios romanos y árabes que alberga hasta sus construcciones medievales, te sorprenderá su casco antiguo y lugares como la alcazaba del siglo XII, la Torre de Espantaperros, el fuerte de San Cristóbal y las Casas Mudéjares y las Casas Coloradas de la Plaza Alta, entre otros muchos puntos de interés.

Realiza una ruta por museos como el Museo de Bellas Artes (C. Duque de San German, 3, 06001 Badajoz), el Museo de la Ciudad de Badajoz (Plaza Santa María, S/N, 06001 Badajoz), el Museo Arqueológico (Plaza José Álvarez y Sáenz de Buruaga s/n, 06002 Badajoz), el Museo Catedralicio (Pl. España, 06002 Badajoz), el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (C. Museo, s/n, 06003 Badajoz) y el Museo del Carnaval (Pl. de la Libertad, 06005 Badajoz). Pasea por sus parques y jardines, y déjate enamorar por el encanto de una ciudad que tiene más que ofrecer de lo que te imaginas.

Logroño

Logroño
Fuente: Wikimedia/Inma Gasteiz CC BY-SA 4.0

Logroño, capital de La Rioja, es uno de esos sitios en los que disfrutarás yendo de tapas, visitando sus bodegas, callejeando por su casco antiguo y descubriendo sitios de interés que te sorprenderán a cada paso.

Las galerías de arte y museos son numerosos en la ciudad, donde puedes visitar la Casa de las Ciencias (C. del Ebro, 1, 26009 Logroño, La Rioja), la Casa de la Imagen (C. San Bartolomé, 3, 26001 Logroño, La Rioja) y el Museo de La Rioja (C/ San Agustín, 23, 26001 Logroño, La Rioja). Y no olvides que por aquí pasa el Camino de Santiago, así que sus templos revisten especial importancia, como la iglesia de Santiago El Real, Santa María de Palacio y la concatedral Santa María la Redonda.

Para conocer el centro histórico de Logroño puedes apuntarte a visitas guiadas o a visitas teatralizadas. Y recuerda que las fiestas de San Mateo se celebran durante el mes de septiembre.

Albacete

Albacete
Fuente: Wikimedia/ Gabriel Villena CC BY 2.0

Albacete es otra de esas ciudades de nuestro país que está infravalorada por los viajeros. Sin embargo, la que constituye la ciudad con mayor número de habitantes de Castilla-La Mancha cuenta con numerosos rincones que vale la pena conocer.

Su centro histórico alberga estupendos ejemplos de arquitectura modernista, como el edificio del Gran Hotel, de 1920. Pero puedes admirar otros como el Chalet Fontecha, la Casa Cabot Jubany y la Casa Cortés, sin olvidar el espectacular Pasaje de Lodares. Este se construyó en el año 1925 y te sorprenderá con su estilo neobarroco y su cubierta de hierro y vidrio. Aunque también hay que acudir a la catedral de Albacete, otra de sus joyas arquitectónicas.

En la ciudad no dejes de visitar el Museo Pedagógico y del Niño de Castilla-La Mancha (C. del Amparo, 14, 02002 Albacete), el Museo Municipal (Pl. del Altozano, s/n, 02001 Albacete), el Museo de Albacete (Parque de Abelardo Sánchez, s/n, 02002 Albacete) y el Museo de la Cuchillería (Pl. la Catedral, s/n, 02001 Albacete), en el que se organizan interesantes eventos.

Ourense

Ourense
Fuente: Wikimedia/Víctor Hermida Prada CC BY 2.0

Entre las ciudades gallegas, Ourense es una de las infravaloradas en el resto del país. Pero aquí el viajero encontrará uno de los destinos termales más importantes de la península, así como un patrimonio histórico excepcional desde tiempos de los romanos.

Visita As Burgas para descubrir los orígenes de la ciudad y su vínculo con el termalismo desde la antigüedad, recorre la Plaza Mayor y los importantes edificios que la rodean, entra en la catedral de San Martiño y admira los conocidos como Tesoros de la Catedral, pasea por el claustro de San Francisco y tapea por las callejuelas del entorno. Un lugar perfecto para degustar la gastronomía gallega.

Entre los planes de ocio, no olvides la variada oferta de museos de Ourense. El Museo del Traje Tradicional Gallego y el Museo Municipal son dos de ellos, pero si viajes con niños les gustarán especialmente el Museo Circo de los Muchachos, la Colección de Trenes Fernández-Pacheco y el Espacio Expositivo Arturo Baltar con su famoso belén, que puede visitarse durante todo el año, no solo en Navidad.

Avilés

Áviles (ciudades españolas)
Fuente: Wikimedia/Ángel M. Felicísimo CC BY 2.0

Una de las ciudades más acogedoras y bonitas del norte del país es Avilés, así que sorprende que este destino asturiano no sea siempre tenido en cuenta por los viajeros. Esta antigua villa medieval se encuentra solo a 15 kilómetros del aeropuerto de Asturias, por lo que no tendrás problemas para llegar a ella aunque acudas de muy lejos.

Catalogado como Conjunto Histórico-Artístico desde el año 1955, el casco antiguo de Avilés conserva todo su encanto, con sus calles con soportales, su arquitectura tradicional y edificios emblemáticos como el palacio de Valdecarzana y templos como la iglesia de los Padres Franciscanos, la de Sabugo y la de San Nicolás de Bari. Sin olvidar sus centros museísticos, como el Museo de Historia Urbana de Avilés (C. la Ferrería, 33, 33402 Avilés, Asturias) y el Centro Niemeyer (Av. del Zinc, s/n, 33490 Avilés, Asturias).

De igual modo, las plazas y parques de Avilés te encantarán, así que no dejes de recorrer la plaza del Mercado y el Parque de Ferrera, y entre sus calles que no se te olvide Galiana. Seguro que quitas más de una fotografía.

Además, recuerda que las pastelerías de Avilés tienen una fama más que merecida. Sus dulces son excepcionales e incluso puedes hacer una ruta para conocerlas y degustar los bollos y pasteles más típicos de la tierra asturiana.