En principio, puede parece que vivir bajo tierra roza lo inhumano. ¿Vivir en la oscuridad, sin la luz del sol, ni aire libre? Pero lo cierto es que si nos paramos a pensarlo, las primeras viviendas de los seres humanos fueron cuevas, que al fin y al cabo se adentran en las entrañas de la tierra. De manera que no es tan extraño como parece.

De hecho, a continuación os vamos a dar unos cuantos ejemplos de ciudades subterráneas que ha habido a lo largo de la historia. E incluso otras que se están construyendo a día de hoy. ¿Asombroso? Quizás no tanto si pensamos en las inmensas redes de metro suburbano o las grandiosas estaciones subterráneas por las que tantos millones de personas pasan cotidianamente en tantas y tantas ciudades del planeta.

Derinkuyu

Capadocia / Unsplash / Kayra Sercan

Si hablamos de ciudades bajo tierra, nos viene a la mente de forma inmediata la región turca de Capadocia. Allí, aprovechando las peculiaridades características de ese suelo, hay numerosas poblaciones subterráneas.

Pero ninguna como Derinkuyu, toda una ciudad donde pudieron vivir hasta 20.000 personas distribuidas un laberinto excavado desde el siglo VIII antes de Cristo y que se hunde, literalmente, hasta 18 plantas por debajo de la superficie.

Kariz

Kariz / Unsplash / Mostafa Meraji

Kariz es el gran tesoro subterráneo de la isla iraní de Kish. Un destino fantástico en el Golfo Pérsico que guarda bajo tierra los restos de una compleja red de túneles y galerías con más de 2.000 años de antigüedad. Por allí se conseguía hacer correr el agua, en una isla donde no hay ríos. Y donde hay agua, hay vida. Un lugar que ahora es visitable y que se ha adecuado para el turismo. Una de las muchas sorpresas que siempre ofrece Irán.

Naours

Naours / Flickr / GK Sens Yonne

De nuevo una población bajo tierra con varios siglos de historia, pero en Europa. Nos referimos a Naours, al norte de Francia. Bajo la localidad del mismo nombre, hay un entramado de galerías excavado en el siglo X.

Desde entonces, la población ha tenido allí sus almacenes, hasta sus establos para el ganado. Un refugio para tiempos difíciles que incluso fue usado por las tropas alemanas durante la ocupación de la II Guerra Mundial.

Edimburgo

Edimburgo / Pixabay / Ellen26

Otra ciudad bajo tierra olvidada por la historia y recuperada para el turismo se halla en Edimburgo, la capital de Escocia. Se encuentra al sur de la urbe. Allí se construyeron en los subsuelos unas pasos abovedados. Concretamente son 19 galerías concebidas para servir como talleres y almacenes. No obstante, pronto dejaron de tener un uso comercial debido a su humedad. Algo que no fue impedimento para que las ocuparan los más pobres, que las convirtieron en sus viviendas.

Roma

Roma / Unsplash / Nicole Reyes

La riqueza enterrada en el subsuelo de Roma es inconmesurable. Los tesoros arqueológicos de la Ciudad Eterna son una de sus señas de identidad. Y otra es la relación entre Roma y el Cristianismo. Pues bien, el origen de todo ello hay que buscarlo bajo tierra, en las Catacumbas que fueron escondite, vivienda y también tumbas para los primeros cristianos en tiempos del Imperio Romano.

Matmata

Matmata / Pixabay / Ulysse

Cambiamos de continente y nos vamos hasta el norte de África, concretamente a Túnez. Allí se puede visitar la población de Matmata, compuesta por viviendas excavadas bajo tierra, lo cual es una magnífica protección para los rigores del clima local. Para comprobar su confort, hasta nos podemos hospedar en algún hotel “troglodita”. Y por cierto, es de los lugares más visitados del país, ya que aparecen como escenario natural en la saga de Star Wars, uno de los mejores escaparates para el turismo actual en Túnez.

Guadix

Guadix / Pixabay / Seemoonjaamoon

También en España podemos encontrar poblaciones bajo tierra. En muchos sitios, pero queremos mencionar Guadix en la provincia de Granada. Fue el sitio que eligieron muchos moriscos para vivir en clandestinidad en el siglo XVI, cuando fueron expulsados de España. Pero ellos se negaron a aceptar ese destino, y excavaron sus viviendas en esta tierra arcillosa, de manera que podían seguir viviendo en su querida Granada.

Coober Pedy

Coober Pedy / Pixabay / Pen_Ash

Nos vamos a las Antípodas, a Australia, a su zona sur donde está Coober Pedy, famosa por sus minas de una piedra preciosa muy cotizada: el ópalo. Pues bien en esta región el clima es muy duro, y el mejor refugio para sobrellevarlo se encuentra bajo tierra. Por eso en Coober Pedy hay una auténtica ciudad subterránea donde no faltan tiendas, viviendas, restaurantes y hasta iglesias.

Dixia Cheng en Pekín

Entrada al Pekín subterráneo / Flickr / Edward Liu

Dentro de la gigantesca capital de China hay una ciudad especial. Es Dixia Cheng, una amplia extensión que se excavó en las últimas décadas del pasado siglo, cuando se concibió como un enorme refugio antibombas. Casi 80 kilómetros cuadrados de ciudad bajo tierra con numerosos espacios, tanto educativos como deportivos y de ocio, hasta zona de huerta que pueden explotarse sin sol. Todo ello es visitable en la actualidad, y el turístico es casi su único uso.

Montreal

Montreal / Unsplash / Jasmshed Khedri

Tanto en Montreal como en Toronto se hallan dos de los complejos urbanos subterráneos más grandes y modernos del mundo. En concreto el Montreal bajo tierra se denomina RESO.1, y se prolonga durante más de 30 kilómetros de túneles para conectar todo tipo de edificios y servicios, desde bancos hasta universidades. El acceso a su interior se hace por más 100 lugares desde la superficie, y es de lo más transitado en el gélido invierno canadiense.

Hong Kong

Hong Kong / Unsplash / Andrew Wulf

De todos es sabido que en Hong Kong, tanto en su zona de isla como en la peninsular, el espacio es de lo más reducido. Y por ellos sus construcciones se han visto obligadas a desarrollarse verticalmente hacia arriba, hasta alturas impresionantes. Pues bien, otro recurso es desarrollarse bajo tierra.

Es un proceso en el que lleva inmerso Hong Kong en los últimos años, y las autoridades lo están favoreciendo. Por eso en pocos años, seguro que las montañas que rodean este lugar son un grandioso queso gruyere horadado por almacenes, recintos deportivos, talleres, oficinas… ¿es el futuro?