Si a estas alturas historiadores y lingüistas aún siguen debatiendo la toponimia de capitales como Madrid o Barcelona, ¿cómo no van a existir dudas acerca del origen de los nombres de diversos pueblos de nuestra geografía? Bien es cierto que existen términos como Astorga o Mérida que no admiten dudas y se vinculan con su pasado romano o prerromano, pero la denominación de otras localidades, como las mencionadas y otras muchas, son apasionantes retos para los especialistas.
Por otro lado, bucear en la toponimia más curiosa de nuestro país es otra excusa más para profundizar en el conocimiento de algunos de los rincones más singulares y a menudo ignorados de nuestro país. Una buena forma de empezar este recorrido toponímico es la provincia de Teruel en la que encontramos numerosos pueblos de nombres más que curiosos cuya explicación, a veces, es muy sencilla, y otras no tanto…
Diez pueblos de Teruel con nombres curiosos
15.000 km2 y 135.000 habitantes, lo que supone una densidad de población de apenas 9 habitantes por km2, la segunda más baja de España después de Soria. Pero Teruel existe, por supuesto, como existen sus 236 municipios que se distribuyen en diez comarcas que recorremos a continuación visitando sus pueblos de nombres más singulares.
Moscardón (Sierra de Albarracín)
Iniciamos nuestra ruta por Teruel en la Sierra de Albarracín, al suroeste de la provincia. Se trata de la segunda comarca con menos densidad de población de toda Aragón, tras el Maestrazgo, también en Teruel. Pero esta tierra es más que popular gracias a la propia localidad de Albarracín, una de las más bonitas de España.
Pues bien, a tan solo 20 kilómetros al sur de Albarracín encontramos el pequeño pueblo de Moscardón de tan solo 56 habitantes, ubicado a más de 1.400 metros de altura, sobre un cerro a cuyos pies se encuentra el Barranco de El Castellar.
¿Y qué se debe este nombre? ¿Tiene alguna vinculación con el insecto? El doctor en Filología de la Universidad de Cantabria Marcelino Cortés Valenciano, experto en toponimia, señala en uno de sus trabajos que “el topónimo parece más un apodo o sobrenombre formado sobre el zoónimo moscardón que ha pasado a nombrar el terreno”. Pues sí, tiene que ver con las moscas grandes, según los expertos, o con alguien apodado así que dio nombre a todo el pueblo, algo muy habitual en la toponimia.
Pancrudo (Comunidad de Teruel)
Nos vamos a la vecina Comunidad de Teruel que toma el nombre de la capital provincial para visitar el municipio de Pancrudo, pueblo de más de 100 habitantes al norte de la comarca que toma la denominación del río que transcurre por el entorno. De acuerdo, ¿y por qué llamar a un río con un nombre de inequívoca vinculación culinaria? En este caso no es una pregunta retórica: no tenemos ni idea.
Torrijas (Gúdar-Javalambre)
Ya que estamos con el tema gastronómico, aprovechamos nuestro paso por la comarca de Gúdar-Javalambre, donde se ubican algunos de los municipios de más altitud del centro peninsular y varias estaciones de invierno, para visitar otro pueblo de nombre alimenticio, aunque un poco más agradable que Pancrudo.
Se trata de Torrijas cuyo término no estaría relacionado con el postre (ni con la borrachera), sino más probablemente con el término latino turris, torre pequeña. Por su parte, el postre derivaría del término “tostar”.
Tronchón (Maestrazgo)
Es hora de visitar el Maestrazgo, la comarca con menos densidad de población de toda Aragón, pero que, paradójicamente, ofrece varios de los relatos más singulares de la región. Y es que el nombre de la comarca deriva de “maestre” ya que estos territorios se encontraron durante siglos bajo el dominio del Gran Maestre de las órdenes militares del Temple, San Juan y Montesa, siendo también un territorio que destacó durante la Primera Guerra Carlista gracias al general Ramón Cabrera y Griñó, el Tigre del Maestrazgo.
Entre los 15 municipios del Maestrazgo no pasa desapercibido Tronchón, una palabra que, coloquialmente, puede tener varios significados, entre ellos un objeto de gran tamaño y/o por encima de la media. Y es que “troncho”, según la RAE, significa “tallo de hortalizas”. Y por ahí irían los tiros con el nombre de este pueblo según Cortes Valenciano, relacionándose con el término latino truncus o “tronco”.
Escucha (Cuencas Mineras)
Nos vamos a las Cuencas Mineras para visitar una de las localidades más pobladas de esta comarca y uno de nuestros nombres preferidos de todo Teruel. A buen seguro que un redactor creativo se frotaría las manos si tuviera que hacer una campaña turística para un pueblo con este nombre: Escucha. Pero a pesar de sus bonitas connotaciones, los expertos descartan que se trate de un homenaje al diálogo: no tendría relación con el verbo “escuchar”, aunque hay quién no lo descarta del todo…
Seno (Bajo Aragón)
Seguro que sería uno de los pueblos españoles favoritos de Pitágoras. Bueno, había que decirlo, ¿no? Pero es que la palabra “seno” tiene hasta 14 acepciones diferentes según la RAE, entre las que se encuentra “el cociente entre el cateto opuesto a un ángulo de un triángulo rectángulo y la hipotenusa” que tantos quebraderos de cabeza nos dio a los que estábamos deseando dedicarnos a las palabras y dejar los catetos a los listos.
Pero aparte de todo esto, y de eso otro que también estás pensando, Seno es un pueblo de apenas 40 habitantes del Bajo Aragón, muy cerca de la frontera con el Maestrazgo. Por supuesto, no es la única localidad con nombre de partes del cuerpo que tenemos en nuestro país: Ojos Negros no anda muy lejos, por ejemplo…
Comarca de Jiloca
Y terminamos nuestro recorrido por la provincia de Teruel visitando algunos de sus pueblos de nombres más curiosos en Jiloca, que merece capítulo aparte. Empezando por Ojos Negros, popular localidad por dar nombre a la vía verde más larga de España, un tesoro para senderistas y cicloturistas. Pero este bonito nombre no es el único que llama la atención en Jiloca. Ahí está Bello, cerca de la Laguna de Gallocanta, o Bea, un pequeño pueblo que apenas llega a los 30 habitantes.
Y nuestra última parada es en Cosa: imaginaos una reunión entre los primeros habitantes del asentamiento en el que todos defendieron con ardor su propuesta para nombrarlo. Y como no se pusieron de acuerdo, el secretario tomó una decisión salomónica: “lo llamaremos ‘Cosa’ y ya iremos viendo qué tal”. Y así se quedó. Pero como en el caso de Pancrudo, aquí también hay un río que lleva ese nombre. ¿Y por qué el río se llama Cosa? Imaginaos una reunión para poner nombre a un río…
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