Nos habían sugerido que si queríamos disfrutar del Cañón del río Lobos en su máximo esplendor nos esperásemos al otoño. Y así lo hemos hecho. Aunque aún es pronto para que se produzca ese festival cromático que caracteriza esta estación, abrimos camino para todos vosotros, para que organicéis este viaje al enclave natural más visitado en la frontera entre Soria y Burgos.
Tomamos la SO-920 desde El Burgo de Osma y en 15 minutos nos plantamos en Ucero, una de las tres entradas por carretera para comenzar a conocer el parque natural del Cañón del Río Lobos, recorrer sus principales senderos y descubrir algunos de sus sorprendentes tesoros arquitectónicos.
Recorriendo el Cañón del Río Lobos
Viniendo del Desfiladero de la Hermida todo puede parecer poco, pero el Cañón del río Lobos es otro lugar imprescindible para los amantes de los grandes espectáculos geológicos. Fruto de la acción erosiva del agua, el hielo y el deshielo, además de otros fenómenos meteorológicos, esta garganta se ha ido esculpiendo a lo largo de millones de años generando este paisaje kárstico.
Y es que todo el cañón es un inmenso karst, una forma de relieve originada por la meteorización química de determinadas rocas, en este caso caliza del Cretácico (de hace 145 millones de años), creando un sistema de drenaje con sumideros y cuevas en el subsuelo que son otra de las señas de identidad de este cañón entre Soria y Burgos.
En España, puedes visitar otros karst en el Torcal de Antequera, en la Ciudad Encantada de Cuenca o en el Monasterio de Piedra en Zaragoza.
Estas cuevas que caracterizan el parque han sido aprovechadas por la fauna desde tiempo inmemorial como los buitres leonados, un símbolo del Cañón del Río Lobos, el búho real, el mochuelo o los propios murciélagos y corzos.
Y donde hay un cañón, o un desfiladero, es porque hay un río, o lo hubo. En este caso, hablamos del Lobos que da nombre a todo el parque, un río corto de poco más de 50 kilómetros: la mitad del mismo ha abierto este cañón que suma casi 25 kilómetros entre el norte de Ucero y el sur de Hontoria del Pinar, ya en Burgos.
Y aunque también se puede entrar en el parque desde Arganza, cruzando el Puente de los Siete Ojos, al noreste, o desde la propia Hontoria del Pinar, nosotros elegimos Ucero porque al poco de salir del pueblo, y tras dejar el castillo a la derecha, te encuentras la Casa del Parque del Cañón del Río Lobos.
Se trata de un centro de interpretación pionero en Castilla y León, situado en un antiguo molino tradicional: cuenta con una exposición que tiene como elemento vertebrador el agua, elemento que ha esculpido esta garganta pétrea y sus cuevas.
Precisamente una de sus cuevas es nuestra siguiente parada recorriendo el cañón. Se trata de la cueva de la Galiana Baja de 700.000 años de edad, la más popular del parque: para disfrutar de este lugar deberás llevar un guía especializado en espeleología, una buena oportunidad de iniciarse en esta actividad.
En este enclave nos hemos de detener un rato ya que no solo es el lugar de desembocadura del Lobos en el Ucero e inicio “oficial” del cañón, sino que encima de la cueva se halla el Mirador de la Galiana, uno de los mejores lugares para disfrutar del cañón desde las alturas junto al Mirador de las Gullurias, un poco más adelante.
La ermita de San Bartolomé
Regresamos de nuevo al cañón, dejamos ya el coche en el parking de Valdecea a unos 3 kilómetros de la cueva y del camping y nos dirigimos andando para conocer el tesoro arquitectónico de este paraje entre Soria y Burgos.
Tras pasar un espeso pinar, divisamos una construcción en un escenario idílico. Cuenta la tradición que este lugar estuvo vinculado a la Orden de los Caballeros Templarios, pero no existe ninguna documentación que lo confirme, aunque sí muchas leyendas en torno a ella.
Una de ellas tiene como protagonista al Apóstol Santiago que habría saltado desde lo alto de unos de los farallones del cañón, cayéndosele su espada al suelo: allí donde quedó clavada se edificaría muchos siglos más tarde esta ermita
Tanto por su diseño y por su estado de conservación, como por el bloque de piedra del cañón que la custodia, la ermita es una gozada: un espacio que fascinará también a los fanáticos de la fotografía. Se trata de una construcción cisterciense del siglo XIII que formó parte de un monasterio mayor ocupando un lugar de honor entre los caprichosos relieves kársticos y las buitreras de leonados que verás en buena parte del cañón.
Senderos por el Cañón del río Lobos
Tras hacer los primeros tramos a pie por el cañón es hora de seguir conociendo este paraje natural más de cerca a través de algunas de sus diferentes rutas. Las hay para todos los niveles, empezando por una ruta corta para conocer el norte del cañón, ya en Burgos.
Senda Hontoria
Hontoria del Pinar es el único municipio burgalés que forma parte del parque natural, además de ser la puerta de entrada al mismo por el norte. Así que una buena manera de conocer esta zona es a través de este sendero circular de 10 kilómetros con inicio y final en la zona de la Depuradora, al otro lado de la colina de El Castro, siguiendo en su primer tramo el río Lobos en dirección sur.
Ya de regreso al pueblo, y aprovechando parte del sendero PR-BU 5, se sube hacia la zona de sabinar y enebral, pasando simas y torcas, para finalmente caminar por una zona de calzada romana hasta la ermita de San Juan ya a un paso de Hontoria.
Senda del Castillo
Una ruta muy sencilla para los que van justos de tiempo es la que puedes recorrer al sur del cañón, desde la propia localidad de Ucero, pasando por el castillo, cruzando parte de un bosque del este del cañón hasta acercarte al nacimiento del río Ucero para regresar después por la vertiente occidental del río pasando ante la Casa del Parque.
Ruta del Puente de los Siete Ojos
Una ruta más larga que las precedentes, pero sin gran desnivel es la que parte del Puente de los Siete Ojos, aproximadamente a mitad de camino del cañón. Es una buena opción si hemos entrado por el parque desde la S0-934, pasando San Leonardo de Yagüe, ya que tiene principio y final en este punto.
En este caso, nos dirigimos hacia el sur recorriendo buena parte del cañón pasando por el Pozo Perín, la Fuente del Rincón y cruzando el Arroyo Valderrueda hasta llegar a la zona de la ermita y la Cueva Grande para luego regresar de nuevo al puente hacia el norte.
Senda del río
Pero la ruta definitiva, por supuesto, es la Senda del Río, aquella que recorre de sur a norte, o viceversa, todo el cañón conectando Ucero con Hontoria. Estamos ante una ruta de casi 25 kilómetros con poco desnivel que puede hacerse en algo menos de 9 horas. Así que hay que comenzar bien temprano, pero a cambio del madrugón no te perderás nada de este emblema natural en la frontera entre Soria y Burgos.
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