Una mano arriba inclinando la botella, la otra bajo la cintura sosteniendo el vaso casi en posición horizontal. Y el líquido dorado que cae desde lo alto rompiendo contra el borde del vaso. El inconfundible ritual del escanciado de la sidra de Asturias no es solo una solemne liturgia regional, sino también la fórmula perfecta para que este néctar divino espalme, generando las efímeras burbujas que enardecen su sabor.
¿Y qué mejor lugar que la Comarca de la Sidra para unos culines? Formada por seis concejos cuyo denominador común es la producción sidrera, esta comarca ubicada en el centro-oriente de Asturias ofrece al viajero un sinfín de experiencias naturales y culturales. Acompáñanos en esta ruta descubriendo la Comarca de la Sidra, donde Asturias huele a manzana.
Una ruta descubriendo la Comarca de la Sidra
Colunga, Cabranes, Nava, Bimenes, Sariego y Villaviciosa. Estos son los seis municipios —concejos en Asturias— que forman la Comarca de la Sidra. En nuestro itinerario por esta tierra tendremos tiempo para explorar la cultura ancestral asturiana, disfrutar de su legendario patrimonio natural y, por supuesto, descubrir la historia de la sidra, un icono astur a la altura de La Santina, la Cruz de la Victoria o el monte Naranco.
Dinosaurios, xanas y gaiteros en Colunga
Arrancamos nuestra ruta por la Comarca de la Sidra en el concejo de Colunga, a un paso de Caravia y Ribadesella/Ribeseya. Nuestra primera parada es Llastres, pueblo señero de la costa oriental de Asturias por la incomparable belleza de su casco histórico encastrado entre la montaña y la playa de El Escanu.
A menos de diez minutos de Llastres visitamos el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) en la Rasa de San Telmo, uno de los museos más exitosos del Principado que se nutre de las icnitas encontradas en torno a Vega, Tereñes y a la propia Llastres. Una buena forma de recordar este tiempo inmemorial es recorrer la Ruta de los Misterios del Mar entre la playa de La Griega y la playa de La Isla: dos de los arenales más celebrados de la costa oriental asturiana.
Tras visitar la iglesia de Santiago de Gobiendes, un icono del Prerrománico, llegamos a la capital del concejo para degustar unos primeros culines de sidra mientras admiramos entrañables recuerdos de la mejor arquitectura indiana asturiana.
Llega el momento de adentrarse en las profundidades del misterioso bosque astur, plagado de trasgus, xanas y nuberus, recorriendo el sendero que lleva al mirador de El Fitu, en el corazón de la Sierra del Sueve, desde donde tenemos unas vistas asombrosas del paraíso natural del Principado.
Y antes de dejar el concejo de Colunga, una visita a Lliberdón, una adorable parroquia que rinde homenaje a uno de sus hijos más ilustres en el Centro de Interpretación del Gaitero de Lliberdón: un imperdible del folclore tradicional asturiano.
De boroñas y arroz con leche en Cabranes
Ya se acerca un nuevo Festival del Arroz con Leche en Cabranes, una de las fiestas de primavera marcada a rojo en el calendario astur. Santolaya, la capital del concejo, se viste de gala durante el segundo domingo del mes de mayo para ofrendar a los visitantes con un incontestable icono de la repostería del Principado.
A cinco minutos al norte de Santolaya, conocemos el Museo de la Escuela Rural de Asturias ubicado en Viñón, una escuela con un siglo de historia que ilustra las tradiciones del interior asturiano. A un paso de este museo se ubica la románica iglesia de San Julián que nos conduce a la Senda Fluvial del Río Viacaba que, junto a la Ruta de Peña Cabrera, forman dos espléndidos senderos para disfrutar de la vibrante naturaleza cabranesa.
Al sur de Santolaya seguimos de festival acudiendo a la Boroña de Forna en Torazu, Pueblo Ejemplar en 2008 y uno de los pueblos más bonitos de España, junto a Tazones, Bulnes, Cudillero y el propio Llastres. El primer domingo de junio, Torazu nos convida a este bocado rotundo elaborado con una masa con cobertura de hojas de berza rellena de panceta, jamón y chorizo. ¿Otro culín?
Nava, paraíso de sidra y sendero
Alcanzamos ya el Museo de la Sidra en Nava, punto focal de la comarca por ofrecer un magnífico recorrido por la historia y el presente de la bebida que nutre el jovial e irreductible espíritu astur. Y para rematar, un nuevo festival: el de la Sidra de Nava con más de 40 ediciones a sus espaldas que este 2022 se celebra el segundo fin de semana de julio.
Pero el concejo naveto no solo es una de las cunas de la sidra, sino un verdadero paraíso para el amante de la naturaleza. Tres senderos ofrecen al andariegu la posibilidad de conocer algunos de los rincones más deliciosos de la geografía asturiana: la Ruta circular de la ribera del río de La Peña con principio y fin en Piloñeta, la Ruta de las foces del Pendón, ese espectacular paraje de praderas en el entorno de la Sierra de Peñamayor, y el propio Sendero Peñamayor-Trigueiro que supera los 1000 metros de altura en sus 14 kilómetros de recorrido.
Carbón, castañas y orgullo astur en Bimenes
No dejamos aún les madreñes ni el barro, porque aún debemos recorrer la Senda de los Molinos en Bimenes, una ruta de algo menos de cinco kilómetros que comienza en la capilla de la Virgen de la Velía en Santu Mederu y que transcurre por la vera del río Rozaes, entre bosques y molinos que recuerdan el célebre amagüestu, la tradición otoñal de comer castañas regadas con sidra dulce.
Lindando con la vecina Sierra de Peñamayor, Bimenes también custodia la majada de Fayacava, un refugio ubicado en un espléndido enclave natural, el campo base ideal para conocer esta zona del centro-oriente asturiano.
Este entorno también nos recuerda otra legendaria tradición que ha traído riqueza, pero también desvelos al Principado: la minería de carbón fruto de la riqueza geológica del suelo astur que hoy se recuerda en el Monumento al Minero de San Julián.
Muy cerca de aquí, en Suares, visitamos la Casa de les Radios con dos colecciones de más de un centenar de piezas vinculadas a la historia de la radio, una muestra más del apego de Bimenes a su cultura tradicional.
En Sariego, rozando el cielo
Continuamos ruta por la Comarca de la Sidra hacia el norte siguiendo el aroma de los mayados de sidra casera para adentrarnos en el recuerdo del camino de los caminos: la Ruta Jacobea que atraviesa el concejo de Sariego procedente del vecino Villaviciosa y rumbo a la Catedral de Oviedo/Uviéu.
Es la conexión entre el Camino de la Costa y el Camino Primitivo salpicada de deliciosas iglesias como San Román, Santiago el Mayor o Santa María de Narzana, ubicada esta última en un delicioso enclave en lo alto de una loma que domina todo el valle del Nora.
Es en la cueva de San Pedrín, a cinco minutos al oeste de Santa María de Narzana, donde se celebra cada mes de agosto la festividad de San Pedrín, con cientos de personas que se recogen al abrigo de la cueva escuchando la misa en asturiano.
Pero antes de poner rumbo al mar, nos embarcamos en la Ruta de las cercanías del cielo ascendiendo al Pozu Los Llobos desde el que se tienen magníficas vistas del valle de Sariegu, de las cumbres de la vecina sierra de Peñamayor y hasta de los Picos de Europa.
Villaviciosa: manzanas, olas y promesas
Cruzamos la frontera entre Sariego y Villaviciosa por el Alto de la Campa siguiendo el Camino de Santiago en sentido inverso en esta última etapa de nuestra ruta por la Comarca de la Sidra.
A los pocos kilómetros nos encontramos con una joya incontestable del Prerrománico Asturiano, San Salvador del Valdediós, el Conventín, consagrado a finales del siglo IX y aún a la espera de integrarse en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Junto a otras iglesias maliayas como San Juan de Amandi, Santa María de Lugás o Santa María de la Oliva, ya en la capital del concejo, forman un espléndido conjunto arquitectónico medieval.
Tras visitar Poreñu, muy cerca de la cabranesa Viñón, y disfrutar de la entrañable colección de hórreos y paneras de este Pueblo Ejemplar en 2017, seguimos hacia el norte para llegar ya a la capital del concejo donde nos perdemos en su elegante casco histórico: la célebre Casa de los Hevia fue el primer aposento imperial español de Carlos V.
La sidra, por supuesto, también está muy presente en este concejo a través de su bianual Festival de la Manzana, un homenaje con más de 60 años de historia a la fruta por excelencia de la región que volverá en octubre de 2023, o en la Fábrica de El Gaitero, ya sabéis, “famosa en el mundo entero”, ubicada a cinco minutos al norte de la capital de Villaviciosa.
Y tras visitar Tazones, aquel puerto que recibió a Carlos V hace más de 500 años y callejear un rato por los coquetos barrios marineros de San Miguel y San Roque llegamos a la Reserva Natural Parcial Ría de Villaviciosa, un ecosistema marítimo fluvial que enamora al viajero.
Desde la vecina playa de Rodiles, lugar de peregrinación de surfistas de todo el mundo por su sensacional ola de izquierdas, nos despedimos de la Comarca de la Sidra sintiendo como el aroma de Asturias, una vez más, viste nuestro corazón de arena, mar y promesa.
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