Cuando Sancho Garcés I doblega a los musulmanes en el 923, la Rioja Alta y Media pasa a manos cristianas de forma definitiva. Los reyes de Pamplona establecen su corte en Nájera favoreciendo la difusión del Románico, el estilo predominante en el Occidente cristiano desde el siglo X. En nuestro itinerario por el Románico riojano profundizaremos en estilo artístico caracterizado por su sobriedad, espiritualidad y carácter netamente rural.
Románico riojano: de Logroño a Treviana
Comenzamos nuestra ruta del Románico riojano en la capital para visitar la tardorrománica iglesia de San Bartolomé. Se trata de un excelente ejemplo para contemplar la transición del último románico al gótico. Del primero toma el desarrollo de la planta con tres naves separadas por pilares octogonales y cabecera tripartita. Pero lo más llamativo del conjunto es su portada de arquivoltas apuntadas y un ciclo iconográfico que hace referencia al martirio de San Bartolomé.
A poco más de 15 minutos al oeste de Logroño visitamos el antiguo hospital de peregrinos de San Juan de Acre en Navarrete, vinculado al Camino de Santiago, el cual fue el principal exponente de la difusión del Románico en el norte peninsular. La portada del viejo hospital, trasladada al cementerio municipal, es una deliciosa pieza con arcos de dientes de sierra de influencia normanda y capiteles historiados con escenas como el almuerzo de dos peregrinos o San Jorge matando al dragón.
Seguimos nuestra ruta hacia el oeste y llegamos a Nájera, antigua sede de la corte de los reyes de Pamplona desde mediados del siglo X, siendo Sancho III y su hijo García Sánchez el de Nájera los principales impulsores de la ciudad durante el siglo XI. Aunque muy modificado posteriormente, esta época de gloria najerense se puede apreciar en el monasterio de Santa María La Real donde se encuentra el panteón de los reyes del reino de Nájera-Pamplona.
Aunque el Románico que ha llegado a nosotros se caracteriza por su recia sobriedad, las pinturas también decoraban los muros de muchos templos, como podemos observar en la iglesia de Santa María de Arcos en Tricio, a cinco minutos al sur de Nájera, un templo paleocristiano que podría ser el monumento más antiguo de La Rioja: ha permanecido operativo desde el siglo V. Los restos de las pinturas románicas del siglo XII se aprecian en el ábside, reflejando algunas escenas de la Pasión de Cristo.
Nos vamos ahora hacia el norte para conocer una de las grandes joyas del Románico riojano: la ermita de Santa María de La Piscina, a menos de media hora de Nájera. Fue construida en 1136 por el infante don Ramiro, nieto de García Sánchez el de Nájera. Para muchos historiadores es el mejor ejemplo de Románico en La Rioja al haberse mantenido sin apenas alteraciones desde su construcción. Alrededor del templo se puede observar una necrópolis medieval con tumbas excavadas en la roca.
Tras pasar por Haro, llegamos a Treviana donde se ubica el Centro del Románico ‘Rioja Románica’, una visita imprescindible para profundizar en el patrimonio cultural medieval de la región. Y es que en el entorno de Treviana se desarrolla el conocido como Románico del Tirón, el río que baña diversos pueblos de la zona, buena parte de ellos con importantes vestigios románicos como el caso de Foncea, Tirgo, Galbárruli o Sajazarra.
De Santo Domingo de la Calzada a Canales de la Sierra
A 20 kilómetros al sur de Treviana hacemos parada y fonda en Santo Domingo de la Calzada donde visitamos el mayor ejemplo de arquitectura románica de La Rioja. Según los Anales Compostelanos, la catedral fue iniciada en 1158 con el fin de dar cobijo a los restos mortales de Domingo de la Calzada, uno de los santos más venerados en el Camino de Santiago.
Trazada por un maestro de origen francés, país que es cuna del Románico europeo, su planta se distribuye como una típica iglesia de peregrinación con planta de cruz latina y una cabecera deambulatoria con tres capillas absidiales. Es en esta zona donde aún podemos observar vestigios de su fábrica románica original incluyendo varios capiteles y restos escultóricos en su altar mayor. Así mismo, el propio sepulcro de Domingo de la Calzada también presenta vestigios románicos como la lauda sepulcral.
En el entorno de Santo Domingo de la Calzada se desarrolla el conocido como Románico del Oja, río del podría proceder el nombre de la región y en torno al cual nacieron diversas localidades con una singular riqueza cultural. Es el caso de Casalarreina y su ermita de San Román de Ajugarte, Santa María de la Antigua en Bañares o la iglesia de Tres Fuentes en Valgañón donde también encontramos el Cristo de Bañares, una legendaria talla románica.
A 20 kilómetros al sur de Santo Domingo de la Calzada se ubican los monasterios de Yuso y Suso en el entorno de San Millán de la Cogolla, dos de los grandes tesoros de la cultura riojana. Declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por ser la cuna del castellano, el de Yuso fue también fue construido en tiempos de García Sánchez el de Nájera: cuenta la leyenda que el carro de bueyes que transportaba los restos de San Millán se negó a abandonar la zona en dirección a Nájera donde estaba previsto que fuera enterrado. Como respuesta al ‘milagro’ el rey ordenó la construcción de un nuevo monasterio.
Por su parte, el monasterio de Suso, el ‘de arriba’, fue iniciado en el siglo VI, en época visigoda, para dar sepulcro al eremita Aemilianus (Millán) fallecido según las crónicas en el 574. Ampliado en el siglo XI y XII, Suso tiene una gran importancia en la historia lingüística y literaria por haber sido escenario de la redacción de las Glosas Emilianeses con anotaciones en romance hispánico y en euskera y por haber dado cobijo a Gonzalo de Berceo, primer poeta conocido en castellano.
Nos adentramos ya en el entorno del la sierra de la Demanda donde visitamos el monasterio de Valvanera. Aquí se se halla la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja, una talla adscrita al Románico primitivo, probablemente de finales del siglo XI.
A 30 kilómetros al sur llegamos a Villavelayo, ya a un paso de la frontera con Burgos, donde se ubica la iglesia de la Asunción en la que destaca su arquería de herradura. Y finalizamos nuestra ruta por el Románico riojano en Canales de la Sierra para visitar la ermita de San Cristóbal, una preciosa pieza del siglo XII en la que destaca tanto su galería porticada como su entorno natural en plena comarca de las 7 Villas.
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