Hemos calentado motores con la Vía Verde del Tajuña por el sudeste de la Comunidad de Madrid y nos hemos acercado a las mejores vías verdes de Euskadi. Así que ya estamos preparados para recorrer la Vía Verde de Ojos Negros, la más larga de España, un itinerario de más de 180 kilómetros por tres provincias y dos comunidades autónomas que nos lleva desde la comarca del Jiloca hasta las proximidades del Mediterráneo en Sagunto.
Pero, ¿es que aún no conoces el Programa de Vías Verdes, ese proyecto para habilitar parte de los 7.500 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso? Pues si te gusta el senderismo o el cicloturismo ya estás tardando en descubrir alguno de estos itinerarios que suman en total 3.000 kilómetros, como esta Vía Verde de Ojos Negros que iniciamos con un poco de historia.
Transportando hierro de Ojos Negros a Sagunto
Bien es cierto que la Revolución Industrial en España nunca se pudo comparar a la que vivieron en otras zonas de Europa, como Inglaterra o Alemania, pero si hubo un lugar “revolucionario” en nuestro país ese fue Euskadi, territorio que fraguó buena parte de su actual pujanza económica gracias a su inversión industrial desde el siglo XIX.
Pero los empresarios vascos no solo trabajaban en su tierra: el negocio no conoce fronteras. Y así fue como Eduardo Aznar y Ramón de la Sota, dos de los magnates industriales más relevantes de su época, adquieren la explotación de hierro de Ojos Negros en la comarca del Jiloca, a 70 kilómetros de Teruel capital.
Pero el hierro de Ojos Negros necesita llegar a la costa y Aznar y De la Sota concluyen que es Sagunto el mejor puerto para su transporte marítimo. Pero pese a la existencia de una ruta ya establecida entre Teruel y Sagunto dependiente de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón, los empresarios vascos prefieren crear una nueva línea independiente y exclusiva. La recién fundada Compañía Minera de Sierra Menera pone en marcha más de 200 kilómetros de vía nueva que se mantiene en servicio desde 1907 a 1972.
Tres décadas más tarde, la Fundación de los Ferrocarriles Españoles se propone habilitar una de las vías verdes más largas de España que, 20 años después, supera los 180 kilómetros de longitud. Con algunos tramos aún por habilitar, la Vía Verde de Ojos Negros es, no obstante, una de las joyas del Programa de Vías Verdes.
De Ojos Negros a Albentosa
Durante el pasado 2022, se finalizaba la preparación del primer tramo de la Vía Verde de Ojos Negros, la que une el poblado minero ubicado a cinco kilómetros de la localidad de la comarca del Jiloca con Peracense: son 15 kilómetros de uno de los tramos más bonitos de la ruta.
Y es que no solo conocerás los orígenes de esta explotación minera que estuvo operativa más de 60 años, sino que transitarás entre un entorno definido por los cerros de rodeno, la característica piedra arenisca de tonos violetas y rojos. De hecho, a una hora al sur se ubica el paisaje protegido de Pinares de Rodeno en el entorno de la Sierra de Albarracín, un fascinante enclave marcado por la presencia de la misma piedra.
Ya en Peracense, podrás disfrutar de las ruinas del castillo, también construido en rodeno local sobre una prolongación rocosa fuertemente escarpada, que pertenece a la parte sur de Sierra Menera, junto al cerro de San Ginés: uno de los castillos más originales y mejor conservados de toda Aragón.
Entre Peracense y Santa Eulalia, ubicada a algo más de 15 kilómetros, aún resta habilitar el tramo del viejo ferrocarril, por lo que hay que continuar por la carretera local hasta Santa Eulalia del Campo, localidad de más de 1000 habitantes sobre el margen derecho del Jiloca. En este entorno se ubica la Laguna del Cañizar, uno de los humedales de agua dulce más grandes de la España interior.
Y tras visitar el pozo artesiano más grande de Europa en Cella, te acercarás a Teruel capital donde la vía verde va cambiando la estampa: aparecen los bosques de pinos sobre tierra rojiza y el relieve se torna más exigente llegando al Barranco de los Gatos en torno al kilómetro 80.
Y es que no lejos de aquí se ubica la cima de la Vía Verde de Ojos Negros con los 1.200 metros de altitud del acceso a la estación del Puerto de Escandón, para descender después hasta Puebla de Valverde. Ya nos vamos acercando a la frontera con Castellón, estando marcados los últimos 20 kilómetros de la parte aragonesa de la vía verde por los bosques y las vistas de la Sierra de Gúdar hasta alcanzar el pueblo de Albentosa.
De Barracas a Sagunto
Cruzando la Rambla del Barruezo, ya estamos en la Comunidad Valenciana, y nos vamos adentrando en el paisaje típicamente mediterráneo tras dejar atrás las altiplanicies turolenses.
Se trata de la comarca del Alto Palancia, cuya orografía está definida por la confluencia de la Sierra Calderona y la Sierra de Espadán —que constituyen ambos sendos parques naturales—, la Sierra del Toro, la Sierra de Javalambre, el páramo del El Toro-Barracas y el propio valle del río Palancia que nos acompañará hasta Sagunto.
Caudiel y Jérica son dos de las localidades que te encontrarás en estos primeros kilómetros de la senda por tierras castellonenses, destacando en la segunda el imponente campanario mudéjar, uno de los más relevantes de toda la provincia.
Pasando cerca del embalse del Regajo, uno de los retiros de fin de semana más habituales de los habitantes de los municipios cercanos, se pasa Navajas donde podemos visitar la conocida Torre de Altomira del siglo XI, vestigio de la presencia musulmana en la zona durante siglos.
Y después llegamos a Segorbe, la capital del Alto Palencia, una de las localidades más bellas de todo Castellón, destacando su catedral basílica con su impresionante interior neoclásico que ocultó la original traza gótica, además de su medieval Torre del Verdugo.
Y tras pasar Soneja y Sot de Ferrer nos adentramos en la provincia de Valencia visitando Algimia de Alfara. Estivella y Albalat dels Tarongers son los últimos pueblos en el entorno del tramo valenciano habilitado de la Vía Verde de Ojos Negros, a 8 kilómetros de Sagunto.
Y es que, siendo la vía verde más larga de España, aún queda trabajo por hacer, pero el proyecto pendiente no deja de ser más que ambicioso: conectar esta vía de Ojos Negros con la Vía Verde F.C. Santander-Mediterráneo de forma que sea posible transitar una ruta acondicionado y continua desde la costa cantábrica hasta la mediterránea. Suena bien, ¿verdad?
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