Hay muchas formas de descubrir y disfrutar de Lisboa, la bella capital portuguesa. Una de ellas es con un paseo en barco. Un crucero por el Tajo es una hermosa manera de conocer esta ciudad.
Un crucero por el Tajo te permite conocer los puntos más emblemáticos de Lisboa desde un punto de vista diferente, de una forma más relajada y, además, visitando los monumentos más importantes de la ciudad.
Vistas fabulosas
Desde el barco podrás disfrutar de unas vistas fabulosas de la Torre de Belém, una antigua construcción militar que sirvió como fortaleza y como puerto. Su importancia histórica radica en que de ella partieron los exploradores portugueses para establecer el primer comercio europeo en la historia con China e India. Más tarde, esta torre sirvió como prisión y como faro, incluso llegó a ser un centro de recaudación de impuestos por el que tenían que pasar todos los que quisieran entrar en la ciudad. Junto a la Torre podrás ver el Faro de Belém, que se construyó con motivo de la Feria Mundial celebrada para conmemorar el 800 aniversario de la fundación de Portugal.
Desde el barco también podrás tener una vista privilegiada del Ponte 25 de Abril, el espectacular puente colgante sobre el río Tajo (el tercero más largo del mundo), que cuenta con una longitud de 2278 metros.
Otra conjunto arquitectónico que se puede contemplar durante la travesía es el que forma la Praça do Comércio o Plaza del Mercado, también conocida como Terreiro do Paço o Plaza del Palacio. Aunque el palacio fue destruido en el terremoto de 1755, se reconstruyó la plaza, que es, ahora mismo, plaza real más grande de Europa Occidental y la segunda más grande del continente. Un lado se abre al río, motivo por el cual se puede contemplar desde un ángulo privilegiado desde el barco.
Además, se puede disfrutar de una maravillosa vista del Museo de Arte, Arquitectura y Tecnologia, conocido como MAAT, un edificio futurista construido en 2016 que ofrece vistas impresionantes desde el agua.
También se puede contemplar el Padrão dos Descobrimentos o Monumento a los descubrimientos, protagonizado por la estatua de Enrique el Navegante, de 56 metros, y el Santuario de Cristo Rey, la imponente escultura de 28 metros de altura que se alza sobre un magnífico pedestal de 75 metros.
La mejor hora para contemplar Lisboa desde el Tajo
Cualquier hora te permitirá disfrutar de un placentero crucero por el Tajo y de las maravillosas vistas de la ciudad de Lisboa. Salir por la mañana te permitirá contemplar la ciudad con la cálida luz del sol y te permitirá aprovechar mucho el día para completar tu visita turística.
La tarde es otro momento ideal para hacer un crucero por el Tajo, con los matices de la luz que ofrecen estas horas del día. Aunque para muchos, las mejores vistas se consiguen haciendo un crucero por el Tajo al atardecer, cuando la los monumentos y la ciudad empiezan a iluminarse, sacando lo mejor de cada rincón de la ciudad de Lisboa
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