Junto a la ansiada sostenibilidad, la accesibilidad es el gran reto del turismo del siglo XXI, conseguir que la “democratización de los viajes” alcance a un grupo de población que no ha sido prioritario para el mercado turístico en las últimas décadas en las que el sector ha vivido un considerable apogeo: es el turismo accesible que debe permitir que viajeros con necesidades especiales de accesibilidad desarrollen la capacidad de planificar, buscar, reservar, adquirir y disfrutar de sus viajes de una manera autónoma.

Pero algo que sobre el papel podría parecer sencillo se torna muy complejo tanto a la hora de implementar medidas para transformar en accesibles destinos que no lo son como para diseñar desde cero productos turísticos que permitan este turismo accesible para todos. A continuación, citamos los nueve retos más importantes del turismo accesible para los próximos años.

Nueve retos del turismo accesible

Una playa - Fuente: Pixabay
Una playa – Fuente: Pixabay

Desde un punto de vista técnico, el concepto accesibilidad según la definición de CEAPAT (Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas) es el conjunto de características que debe disponer un entorno, producto o servicio para ser utilizable en condiciones de confort, seguridad e igualdad por todas las personas y, en particular, por aquellas que tienen alguna discapacidad.

En este sentido, la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su Informe mundial sobre la discapacidad de 2011 cifró en más de mil millones de personas afectadas por algún tipo de discapacidad lo que representa un 15% de la población mundial.

A este respecto hay que recordar que la tasa de crecimiento del número de personas con discapacidad o con necesidades especiales supera el crecimiento de la población general debido al envejecimiento de la misma y al incremento global de problemas crónicos de salud asociados a la discapacidad.

Así las cosas, y teniendo en cuenta que solo en España hay del orden de cuatro millones de personas con discapacidad, los retos del turismo accesible son más pertinentes que nunca: no es solo cuestión de poner unas rampas para las sillas de ruedas. Es mucho más.

Un turismo accesible para todos

Hace dos años y medio, la OMT, la Fundación Once y Une (Normalización Española) publicaron la primera norma internacional sobre turismo accesible conocida como ISO 21902 que aborda requisitos y recomendaciones, un estándar internacional que incluye las mejores prácticas para que todas las personas puedan disfrutar del turismo en igualdad de condiciones, en especial las personas con discapacidad.

Y es que, con el paso de los años, el concepto de turismo accesible ha dejado de aplicarse solamente a las personas con ciertas discapacidades para abordar el turismo de una forma global e integral: es el denominado “turismo para todos”, igualitario, diverso e inclusivo, independientemente de las capacidades del viajero.

Planificando un turismo accesible

En vez de adaptar los destinos a las normas sobre turismo accesible, se aboga porque los destinos diseñen sus productos e instalaciones turísticas teniendo en cuenta la normativa y los principios sobre turismo accesible desde la propia planificación, con lo que, además, se reduce de forma cuantiosa la inversión económica.

En este sentido, la OMT pone de ejemplo estos siete principios como base para implementar destinos turísticos accesibles para todos: uso equitativo, flexibilidad, uso simple e intuitivo, información perceptible, tolerancia al error, bajo esfuerzo físico y tamaño y espacio de acceso y uso.

Homogenización de criterios de accesibilidad

Step Free Route - Fuente: Unsplash
Step Free Route – Fuente: Unsplash

Uno de los grandes problemas que arrastra el turismo accesible desde sus inicios como tema de debate y acción en el sector es la falta de criterios normativos únicos para facilitar el trabajo a los diferentes agentes turísticos, desde las propias organizaciones públicas a las entidades privadas.

Desde que, en 1975, la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración de los Derechos de los Minusválidos hasta la mencionada norma ISO 21902 han pasado casi 50 años en los que se ha avanzado en la dirección correcta hasta lograr una norma unitaria, rigurosa y clara que permita a los destinos una mayor facilidad a la hora de diseñar productos e instalaciones turísticas accesibles para todos. Ahora toca aplicarla.

Una comunicación eficaz

Como consecuencia directa del cumplimiento del reto anterior, los destinos tendrán en su mano la capacidad de informar de forma eficaz al turista sobre todos los pormenores relacionados con la accesibilidad. Si se diseñan los productos turísticos siguiendo desde el principio los principios de la accesibilidad que cumplen las normas estandarizadas, será mucho más sencillo informar al ciudadano sobre los criterios que se han seguido y que se puede esperar una vez que se llega el destino.

Como cita el estudio de Amadeus Voyage of Discovery sobre los viajes inclusivos y accesibles, todavía actualmente existen lagunas en la presentación de la información sobre la accesibilidad, fruto de la falta de experiencia del sector, pero también de la falta de unificación normativa. Y para que tener un ‘viaje ideal’, el turista debe planificar, buscar, reservar, adquirir y disfrutar de sus viajes de una manera autónoma. Y para ello, la comunicación ha de ser mucho más eficaz.

Uso eficiente de la tecnología

Los medios tecnológicos ofrecen tantas oportunidades al sector turístico que, a menudo, como le sucede a cualquier usuario, acaba naufragando en vez de navegando. En particular, la inteligencia artificial puede ser la herramienta definitiva que lleve al sector turístico a un nuevo nivel, también en lo referido al turismo accesible.

Estudios como este publicado en 2022 hacen referencia a la aplicación de las últimas tecnologías en la accesibilidad del sector, implementando mejoras en sistemas alternativos y aumentativos de información y comunicación, sistemas de acceso, movilidad, control de entornos, etc.

Turismo accesible y rentable

Una fotógrafa - Fuente: Pixabay
Una fotógrafa – Fuente: Pixabay

Como cualquier otro sector económico, el turismo busca ante todo la rentabilidad, y las buenas palabras a menudo se quedan huecas si las empresas no consiguen que los proyectos sean rentables también a nivel económico. Por eso, los diferentes estudios que abogan por lograr el turismo para todos se afanan en destacar las posibilidades económicas de este sector todavía en desarrollo. Y por potencial no será, como hemos visto: 80 millones de personas solo en la Unión Europea, a lo que habría que añadir sus acompañantes.

Ya lo cita un estudio sobre la accesibilidad enfocado al análisis de dos casos de éxito en hoteles canarios: “son múltiples los beneficios del turismo accesible, con un aumento de la cuota de mercado motivada por la captación de un segmento de mercado que mejoraría la rentabilidad empresarial, a este tipo de turista se le denomina multicliente y en sus viajes suelen ir acompañados por algún familiar o amigo, y favorece la desestacionalización debido a que muchos discapacitados carecen de responsabilidades laborales y mejora la imagen de los destinos turísticos”.

En este sentido, la OMT sitúa entre sus principales objetivos vinculados al turismo accesible, también el cambio de mentalidad fomentando el interés del sector hacia la accesibilidad, así como la creación de nuevas experiencias, fuentes de ingreso y mejora de los resultados empresariales, ahorrando costes al mejorar la coordinación incluyendo la accesibilidad desde la planificación, además de ofrecer incentivos fiscales para aquellas empresas que implementen un turismo plenamente accesible.

Formación específica del personal

Este manual sobre turismo accesible de la OMT junto a la Fundación ACS fue la primera publicación de carácter técnico producida por la OMT en colaboración con fundaciones que trabajan en favor de la accesibilidad universal haciendo especial énfasis en la formación de los profesionales del sector, reto de imprescindible cumplimiento para que el turismo accesible sea un éxito en su rutina diaria, ya que son los trabajadores los encargados de poner en práctica los criterios teóricos que hemos visto hasta ahora.

Estos cursos de formación giran en torno a la accesibilidad a patrimonio ya construido, rehabilitación de cascos históricos, transporte, emergencias, así como formación en accesibilidad universal, además de atención al cliente con discapacidad.

Turismo accesible en espacios naturales

Turismo en la naturaleza - Fuente: Pixabay
Turismo en la naturaleza – Fuente: Pixabay

Otro reto imprescindible para el futuro del sector turístico es facilitar también el uso y disfrute de los espacios naturales por parte de todo tipo de turistas, independientemente de sus capacidades. En este sentido, ya se han publicado manuales específicos como este para lograr llevar los principios del turismo accesible también a los espacios naturales.

En particular, los expertos en turismo accesible abogan por el estudio de 11 áreas diferentes, que van del diagnóstico del destino, a la siempre compleja eliminación de barreras en el espacio natural, así como crear rutas accesibles o acceso a playas además de la implementación de políticas institucionales.

Una alianza público-privada

Aunque en el cumplimiento de este reto ya entran cuestiones políticas de difícil valoración, no cabe duda de que, sin la intervención de ambos actores, el turismo plenamente accesible es imposible. Nuestro sistema económico está basado en la interdependencia del sector público y privado y el turismo es un buen ejemplo de ello. Si bien es el sector público el que suele llevar la iniciativa si se trata de medidas sociales, el privado suele acogerlas de buen grado, siempre que no atente contra su rentabilidad.

Y teniendo en cuenta que, en la mayor parte de destinos turísticos las empresas privadas son las que lideran el sector, sin su colaboración no es posible conseguir que el turismo accesible vaya cumpliendo los retos que hemos expuesto, empezando por una valoración de la beneficiosa relación coste-beneficio que puede tener el diseño de productos e instalaciones turísticas que implementen los criterios del turismo accesible desde la propia planificación.