Lima puede resultar un tanto abrumadora para alguien que no esté acostumbrado al ruido y tráfico constante. Por eso, encontrar un hotel en pleno barrio de Miraflores, pero ubicado en una zona tranquila y silenciosa es todo un hallazgo. Y ese es el caso del Fairfield by Marriott Lima Miraflores, un alojamiento que además de su fantástica ubicación nos promete todas las facilidades para una cómoda estancia.
Ideal tanto para turistas como para viajeros de negocios, este hotel de tres estrellas destaca por su diseño funcional y una serie de servicios que responden a las necesidades del viajero actual. Desde el primer paso en su lobby minimalista hasta la comodidad de sus habitaciones, el hotel se presenta como un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa vida limeña.
Habitaciones: Espacios cálidos y funcionales
El Fairfield by Marriott Miraflores cuenta con habitaciones amplias y bien equipadas, diseñadas para brindar comodidad y funcionalidad. Sus 147 habitaciones, renovadas recientemente, están decoradas con tonos suaves y cuentan con camas de alta calidad, estaciones de trabajo y zona de descanso.
El diseño es moderno y minimalista, con una paleta de colores neutros y cálidos que aportan elegancia y cierta sensación hogareña. Los muebles mantienen las mismas líneas limpias y los grandes ventanales aportan mucha luz que, combinado con el tamaño de las habitaciones, aumentan la sensación de amplitud de las habitaciones. Algunas disfrutan de vistas al skyline de la ciudad y al cercano Parque Reducto Nº2.
Las habitaciones cuentan con televisores de gran pantalla con acceso a servicios de streaming, conexión WIFI de alta velocidad disponible para todos los huéspedes, minibar, control de temperatura individual, caja fuerte y tabla de planchar. Los baños están equipados con duchas amplias, toallas y amenities de cortesía.
Entre las instalaciones del hotel, destacan su gimnasio abierto las 24 horas, un centro de negocios, una sala de reuniones para equipos de trabajo y el pequeño mercado junto a la recepción donde encontramos algunos snacks y los típicos productos de limpieza y belleza que siempre olvidamos meter en la maleta.
Además, el hotel admite mascotas, un atractivo especial para viajeros que desean disfrutar de Lima en compañía de sus mascotas. De hecho, fue el primer hotel en Miraflores en ser certificado como Pet Friendly. En un entorno urbano donde cada vez es más común ver a dueños de mascotas viajando con sus compañeros de cuatro patas, esta política de Fairfield suma puntos en su favor.
Rooftop 128: Gastronomía y cocktails con impresionantes vistas a la ciudad
La joya del hotel se encuentra en lo más alto. Renovado recientemente, su restaurante Rooftop 128 no es solo el espacio ideal para disfrutar de un rico desayuno o de la gastronomía local durante la comida y la cena. Además, de jueves a sábado, se transforma en un animado bar con música en vivo, lo que le ha convertido en uno de los rooftops de moda en la ciudad.
La carta del restaurante destaca por combinar platos de cocina internacional con algunos clásicos de la gastronomía peruana como el lomo saltado, la causa limeña o, por supuesto, el imprescindible ceviche. En cuanto a la oferta de cocktails tampoco falta el clásico pisco sour (no puedes irte sin pedir uno) pero su equipo de barmans siempre estará dispuestos a sorprendente con su última creación. No dudes en preguntarles y ellos te aconsejarán.
Explorando Lima desde el hotel
La ubicación estratégica del Fairfield permite a los huéspedes explorar la ciudad con facilidad. Los turistas pueden aprovechar las cercanas paradas de transporte público y la oferta de taxis y bicicletas, ideal para moverse cómodamente por la ciudad.
Quienes deseen una experiencia turística completa pueden coordinar excursiones y actividades desde el mismo hotel, ya sea para visitar el Centro Histórico de Lima, un sitio Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, o para realizar un tour gastronómico por los mercados y restaurantes de Miraflores.
Historia de la marca Fairfield by Marriott
La marca Fairfield by Marriott tiene sus raíces en una historia única vinculada a la familia fundadora de Marriott. Todo comenzó en 1951, cuando John Willard y Alice Marriott adquirieron la Fairfield Farm, una finca ubicada en Hume, Virginia, en la pintoresca región de las montañas Blue Ridge. Esta propiedad se convirtió en un retiro familiar donde los Marriott perfeccionaron el arte de la hospitalidad, acogiendo a amigos, socios y hasta presidentes estadounidenses, como Eisenhower y Reagan.
En 1987, motivados por este legado, los Marriott lanzaron Fairfield Inn para ofrecer una experiencia de estadía sencilla y sin complicaciones, enfocada en la comodidad y el servicio. Desde entonces, la marca ha experimentado un crecimiento significativo, consolidándose como una de las más grandes y de mayor expansión dentro del portafolio de Marriott, con más de 1.000 ubicaciones en todo el mundo.
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