Ubicado en la Comarca de las Merindades, precisamente al norte de la provincia de Burgos, la localidad de Frías no solo es una de las poblaciones más atractivas de tierra burgalesas. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos a punto de visitar uno de los pueblos más hermosos de Castilla y León. Un lugar donde la historia, la arquitectura y la naturaleza se dan la mano para que vuestra cámara no pare de hacer fotos.
Frías, historia castellana viva
Solo con saber que Frías se integra en la Mancomunidad Raíces de Castilla ya está todo dicho. Vamos a visitar una localidad que de forma virtual nos traslada a tiempos medievales, donde señores y caballeros pugnaban por el dominio de tierras, castillos y posesiones. Pero eso sí, la vista al actual Frías es mucho más apacible. De hecho, el paseo por la historia y el arte que nos propone es sobre todo placentero.
Por cierto, cuando decimos que Frías es uno de los pueblos más bellos de Burgos, de alguna forma os estamos engañando. En realidad, Frías es una ciudad, la ciudad más pequeña de España. Y tiene semejante rango desde el año 1435, cuando le concedió ese título el rey Juan II de Castilla.
Antes de llegar a Frías
La población como ya hemos dicho está al norte de la provincia. Y más concretamente se halla a unos 80 kilómetros de distancia de la capital burgalesa. Un trayecto de lo más entretenido y que justo antes de llegar al núcleo, nos da una primera sorpresa. Se trata del impresionante puente fortificado sobre el río Ebro. Y pese a que estas alturas, el río que da nombre a la Península Ibérica, todavía no ha alcanzado sus mayores dimensiones, eso no impide que el puente medieval de Frías posee hasta 9 arcos.
El puente es una demostración más de la importancia histórica de Frías, ya que sus orígenes se remiten a tiempos de los romanos, cuando por aquí pasaba una vieja calzada que unía el Cantábrico con los cultivos de la Meseta castellana. Si bien, de aquel puente original queda poco más que el recuerdo, ya que lo que hoy vemos es en su práctica totalidad una obra de la Edad Media.
Lo más atractivo de Frías
Cuando nos referimos a lo que hay que ver en Frías, sí o sí hay que nombrar sus tres lugares más emblemáticos. Las Casas Colgadas, el Castillo y la iglesia de San Vicente. Así que vayamos uno por uno descubriendo estos reclamos.
Las Casas Colgadas de Frías asomadas al vértigo del Cerro de la Muela donde se asienta la población son la estampa más pintoresca. La comparación con las famosas casas de Cuenca es inevitable. Pero no se trata de una competición, así que simplemente hay que decir que esta arquitectura a base de ingenio y entramados de maderas son espectaculares.
Respecto al Castillo de Frías, también parece cosa de magia que no se derrumbe. Y sin embargo, se alza sobre la población y todo su entorno desde el lejano siglo X. O sea, desde ahí arriba nos contemplan más de mil años de historia. La foto es impresionante. Pero además os recomendamos atravesar su foso sobre un puente levadizo, para despertar la imaginación mientras se admira su patio de armas y su monumental Torre del Homenaje.
Y para acabar con el Top 3 de cosas que ver en Frías, tenemos que referirnos a la iglesia de San Vicente junto al castillo y por lo tanto compartiendo esa sensación de vértigo y de dominio de las alturas. En origen fue una construcción románica, si bien con el paso de los siglos su aspecto ha ido cambiando y cada época ha querido dejar su impronta en esta joya del arte de Burgos.
Más cosas que ver en Frías
No hay que pensar que visto esto ya acaba nuestra visita la población. Una vez admirado lo must see, debemos dejarnos llevar por sus callejas y plazoletas. Hay que llevar buen calzado, para subir y bajar por las distintas cuestas y escaleras. Pero merece la pena. Es un placer deambular por la calle del Mercado o descubrir los dos conventos de Frías, el de San Francisco y el de Vadillo. Además de que merece la pena acercarse a la iglesia de San Vitores.
Un paseo por el entorno
Ya que llevamos calzado para caminar y ganas de descubrir Frías, os recomendamos daros un paseo por su entorno. Y más concretamente acercaros hasta un núcleo muy próximo: Tobera. En este camino nos aguardan las ermitas de Santa María de la Hoz y el Cristo de los Remedios. Luego contemplaremos un puente medieval sobre el río Molinar. Un río que no dejará de sorprendernos si recorremos su ribera hasta llegar a unas bellísimas cascadas.
No se nos ocurre mejor lugar para concluir esta visita a Frías. ¡No te lo pierdas!
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