En la hermosa comarca de la Axarquía malagueña, en pleno Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama, se encuentra una villa blanca e idílica de unos 3000 habitantes en la que merece la pena pasar unos días de asueto.
Nos referimos a Frigiliana, la joya de la Axarquía, ubicada a 300 metros de altitud sobre el nivel del mar. Si todavía no te has acercado a visitar esta localidad andaluza en la provincia de Málaga, a 6 kilómetros de Nerja y a poco menos de 60 kilómetros de la capital provincial, y que forma parte de los Pueblos Más Bonitos de España, hoy te contamos todo lo que te aguarda cuando lo hagas. No te arrepentirás.
Casco histórico de Frigiliana
Frigiliana no solo está rodeada de unos espacios naturales excepcionales. En su interior alberga uno de los cascos históricos más bonitos de la provincia, en el que se suceden las callejuelas, las calles empinadas, la blancura de las fachadas, los adarves y los pasadizos de origen árabe. Este casco antiguo está catalogado como Conjunto Histórico Artístico en el que a cada paso te pararás para quitar alguna fotografía.
Entre esos adarves andalusís tan característicos, destacan los de las calles Zacatín, la Huerta, la Amargura o del Inquisidor, entre otros. La vía principal que cruza el pueblo y que has de recorrer para conocerlo es la calle Real, la única por la que se puede ir en coche. De ella parten el resto de callejuelas y callejones, algunos de los cuales conducen al Barribarto o barrio morisco, el más bello del pueblo, que merece ser recorrido despacio y con sosiego. Entre sus empinadas calles, no puedes perderte el Callejón del Peñón, y admirar algunas de las vistas más bonitas de la localidad.
Al callejear por el casco histórico de Frigiliana, encontrarás la Fuente Vieja, del siglo XVII; la ermita del Ecce Homo, también conocida como la ermita del Santo Cristo de la Caña; la iglesia de San Antonio de Padua, también del siglo XVII; los Reales Pósitos y el Torreón del siglo XVIII; y los restos del antiguo castillo árabe.
Museo Arqueológico de Frigiliana
Una de las paradas imprescindibles en el pueblo para conocerlo al detalles es el Museo Arqueológico de Frigiliana (Calle Cuesta del Apero, 12, 29788 Frigiliana, Málaga), que abrió sus puertas en el año 2009, y que se convirtió en el primer museo de este tipo de toda la comarca de la Axarquía. Sus instalaciones, en una antigua construcción del siglo XVII rehabilitada, denominada El Apero, ocupan unos 400 metros cuadrados en las que se expone la historia de la localidad desde el Neolítico hasta la actualidad. El edificio conocido como la Casa del Apero también acoge la biblioteca municipal, varias salas de exposiciones y la oficina de turismo de la villa. El acceso es gratuito.
Entre las piezas expuestas de los fondos del museo arqueológico, es posible contemplar el cráneo de un niño de entre los años 4000 y 5000 a. C., hallado en la cueva de los Murciélagos; una daga morisca del siglo XVI descubierta en el fuerte; y las vasijas fenicias encontradas en el Cerrillo de las Sombras, entre otras. Y si te apetece conocer de primera mano los yacimientos arqueológicos de la localidad puedes visitar la Cueva de los Murciélagos, del Neolítico; el Poblado de Los Poyos del Molinillo, de la Edad de Bronce; y el Cerrillo de las Sombras, de la Edad de Hierro.
El Ingenio
La miel de caña es uno de los productos típicos de Frigiliana. Aquí se encuentra la sede de la fábrica de Nuestra Señora del Carmen, única de su tipo en Europa, y denominada popularmente El Ingenio, en el antiguo Palacio de los Condes de Frigiliana. Te sorprenderá visitarla, puesto que todavía conserva parte de la maquinaria original que se utilizaba en el año 1909 para la fabricación de la miel y aún se utiliza hoy en día, tal y como sucede con unos juegos de calderas que se alimentan con leña o madera.
Jardín Botánico Santa Fiora
Uno de los rincones más curiosos de Frigiliana es el Jardín Botánico Santa Fiora (Av. Carlos Cano, 29788 Frigiliana, Málaga), donde se encuentra una gran variedad de plantas vinculadas a los oficios y tradiciones de la zona, además de para su uso alimentario. Así encontrarás desde esparto con el que se elaboran moldes de queso o calzado, hasta caña de azúcar para la obtención de la miel sin abejas; palmitos para cestería; olivos para la recolecta de las aceitunas; y variadas plantas medicinales autóctonas.
Puedes acceder al jardín botánico desde la avenida Carlos Cano o desde la calle Real si sigues por el Callejón del Agua o por La Huerta. Además, en su entorno encontrarás una pista de petanca, cuyo uso está permitido por parte de los vecinos y turistas.
Visitas guiadas por Frigiliana
Si te apetece conocer Frigiliana por medio de una visita guiada a través de la cual te sorprenda su historia en cada esquina y puedas descubrir los secretos de cada adarve y callejuela, puedes apuntarte a las visitas guiadas gratuitas que ofrece la concejalía de turismo de la localidad. Normalmente son los sábados a las 19:30 horas, y es necesario inscripción previa, aunque te recomendamos que te informes con anterioridad porque puede estar sujeta a cambios. El recorrido dura una hora y media y se realiza acompañados de un guía profesional. Los grupos son reducidos.
Por último, no dejes de adquirir algún recuerdo en las numerosas tiendas de artesanía del pueblo, como jarapas, piezas de cerámica o pequeñas figuras de animales forjadas en hierro. Y tampoco puedes abandonar esta villa blanca sin probar algo de su gastronomía tradicional, como el choto frito en salsa de almendras, alguno de los potajes de verduras frescas, las migas a base de pan y harina acompañadas de pescado fresco, el típico potaje de bacalao en Semana Santa o alguno de los platos en los que la miel de caña se convierte en protagonista, como la arropía y las marcochas. Toda una delicia para los sentidos.
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