Donosti suena a tambor en enero. Pues es época de tamborrada. Una fiesta que recorre las calles desde hace siglos para festejar a San Sebastián y divertir a la población. Siendo el inicio de un Carnaval muy peculiar. Quieres saber más sobre la historia de la tamborrada de Donosti. Pues síguenos porque nosotros te lo contamos.

La historia de esta fiesta

Grupo barriles. Fuente: Wikipedia

El origen de esta fiesta donostiarra es aún desconocido. Si bien, parece que su origen se encuentra en la primera mitad del siglo XIX. Existen muchas teorías sobre su surgimiento, aunque lo más probable es que sea una respuesta simpática a la convulsa situación política que vivía el país por esos años. Y es que la tamborrada aparece durante el Carnaval de Donosti. Siendo una parodia a la marcha militar que atravesaba la ciudad vieja para proceder al relevo de la guardia.

Surgiendo así una tradición que se conserva hasta nuestros días. Así, se conoce que en 1817 hubo una Mascarada de ciegos valencianos y la comparsa de jardineros. Mientras que en 1818 existió la Comparsa de Caldereros quienes ya hacian ruido para quejarse de la situación. Si bien la Tamborrada tendrá lugar durante 1836, año en el que España está en plena Guerra Carlista. Así ese año, gente vestida con uniforme y caprichosos trajes recorrieron la ciudad golpeando barriles.

Tamborrada Infantil

Y desde ese momento, la tamborrada se convertirá en una tradición asociada al patrono de la ciudad, San Sebastián. Poco a poco, los participantes se han ido uniformando y cambiando los barriles por tambores. Aunque los primeros aún persisten. Y las comparsas comenzaron a proliferar pasando de diez tamborradas en 1957 a 54 en 1967. Para pasar a más de 100 en la actualidad. Siendo en origen exclusivamente masculinas. Y si bien, algunas lo siguen siendo, la mayoría son mixtas y hay también femeninas.

Así, cada 20 de enero las calles de Donosti se llenan de personajes vestidos con uniforme de época napoleónica, aguadoras y gastadores, que las recorren con tambores al son de la marcha zortzico del maestro Santesteban. Un momento único que dura 24 horas y que convierte esta ciudad en uno de los lugares más divertidos de toda la Península.

Durante treinta años se tocarían músicas como Urra papito, Pastelero e Iriyarena y la Marcha de San Sebastián original del maestro Santesteban. Se estableció un recorrido oficial. Así pasaban por el local de la Sociedad La Fraternal y recorrían las calles hasta llegar a la esquina de las calles Iñigo y Narrica. Allí, se detenían a las 8.00 am para esperar la sokamuturra (toros ensogados). Con ello, comenzaba un ciclo de fiesta que terminaba con el Entierro de la sardina.

En qué consiste esta fiesta

La tamborrada de Donosti comienza el 20 de enero a las 00:00 horas. Y ese inicio tiene lugar por medio del izamiento de la bandera en la Plaza Constitución. Un momento que está a cargo de la comparsa de Gaztelubide. Además de uno de los miembros de cada una de las 60 comparsas que participan en el festejo de esta ciudad. Así, se inician 24 horas de fiesta en las que los barrios se llenan de tambores.

Con una participación espectacular que supera los 10.000 tamborreros, aguadoras y cocineros. Cada uno ataviado con su traje, su tambor, su barril o su herrada. Y también hay tamborrada infantil. En la que se pueden contar también miles de participantes. Al término de estas 24 horas, la comparsa de la Unión Artesana será la que arríe la bandera. Y es que ésta se considera la heredera directa de la comparsa de La Fraternal a la que absorbió en 1879.

Las tamborradas desfilan por todos los barrios de la ciudad. Y todo ello sin parar pues no hay ni un solo minuto en que no se escuchen. Durante el día se otorgan los Tambores de Oro, Medallas al Mérito Ciudadano.

Las comparsas de tamborreros

Foto de MerZab (Wikipedia)

Formar parte de una tamborrada es toda una tradición en Donosti. Y la composición de las mismas está ya totalmente definida. Así, deben estar patrocinadas por una sociedad que puede ser cultural, deportiva, gastronómica, etc. Y dicha sociedad debe de estar legalmente establecida.

Cada comparsa debe estar uniformada. Así como estar dividida en diversos grupos. Y debe desfilar junto con una banda de música. Para que exista deben contar con una compañía de tambores y otra de barriles. Pero también puede haber gastadores, aunque no es obligatorio, con un mínimo de 3 componentes que portarán cuchillos, cucharas y tenedores a modo de armar. Estos son los encargados de realizar bailes y coreografías. Así como acompañar a los tamborreros y barriles.

Por su parte, los abanderados portarán los estandartes de la sociedad a la cual está inscrita la comparsa y la bandera de San Sebastián en cuyo honor se realizan los festejos. Y de forma opcional pueden llevar la ikurriña, la bandera del País Vasco. Las cantineras irán tras los abanderados. Y suelen llevar una pequeña canasta llena de comida y bebida. Así como los palillos de reserva para los tambores y barriles.

Tamborrada de San Sebastián

La máxima autoridad de la tamborrada es el Tambor Mayor que lleva un bastón de mando con cintas en su parte superior. Con él, dirige a los tamborreros y al resto de los componentes. Y puede contar con varios ayudantes llamados cabos de tambor. En cuanto a los tambores, son los encargados de tocar el tambor y tiene que haber como mínimo 20 componentes. Suelen ir vestidos de militares de época napoleónica. Y cada Tamborrada suele tener su propia vestimenta que exhibe los escudos de su comparsa.

La banda de música que debe acompañar a la comparsa debe tener como mínimo 14 músicos. Y el reglamento dice que la música debe ser en directo. No pertenecen a la comparsa, sino que son contratadas. Y es tanta la demanda de bandas de música que es necesario contratar incluso de provincias vecinas.

El grupo de los barriles es el que cierra la tamborrada. Y suelen ser el grupo más numeroso. Sus componentes son los que tocan el barril o la herrada. Y como mínimo tiene que haber 40. Estando dirigidos por un cabo barril. La vestimenta que llevan es la de cocinero con delantal y gorro. Mientras que las aguadoras que suelen ser mujeres van ataviadas como tal y tocan la herrada.