Ya os hemos hablado de la historia de los mudéjares, los musulmanes que permanecieron en la península en territorio cristiano tras el avance de los vecinos del norte. Pero este término es más conocido en su versión artística como representación del estilo hispanomusulmán que tanta relevancia tuvo en la Baja Edad Media en diversos lugares de España, como la provincia de Segovia.
De Cuéllar a Coca pasando por Santa María la Real de Nieva, entre otras localidades del noroeste de la provincia, hacemos un recorrido por la arquitectura mudéjar segoviana, una buena forma de profundizar en la historia de esta tierra que es mucho más que deliciosos cochinillos y un impresionante acueducto.
Descubriendo el mudéjar de Segovia
No hace falta que seas historiador del arte para distinguir el mudéjar, el cual destaca, esencialmente, por el uso del ladrillo y el yeso aplicado a construcciones cristianas, incluyendo elementos constructivos como el arco de herradura o los artesonados de madera junto a otros decorativos como los paños de sebka, esas icónicas decoraciones geométricas que deslumbran en el arte islámico.
¿Y por qué tuvo tanta influencia en territorio cristiano el arte de los ‘enemigos’? Por practicidad: muchos de los trabajadores de esas construcciones eran musulmanes que permanecieron en territorio conquistado. ¿Por qué no aprovechar su talento artístico y sus soluciones estéticas?
Cuéllar, una isla mudéjar en un mar de pinares
Comenzamos nuestra ruta en Tierra de Pinares, la comarca natural que es el epicentro del mudéjar segoviano. Aquí se encuentra Cuéllar, el tercer municipio más poblado de la provincia después de El Espinar y la propia capital, una de las localidades españoles en las que el mudéjar brilla con mayor fulgor.
Que esta localidad es una referencia del mudéjar hispano lo prueba, también, el hecho de contar con el Centro de Interpretación del Mudéjar que se ubica en la iglesia de San Martín. Fue inaugurado ya hace más de 25 años como guía del arte cuellerano más representativo, el que podemos apreciar en la propia muralla cuando cruzamos el arco de San Basilio, justo en frente de la iglesia de San Martín.
Se trata de una de las cinco puertas que permitían la entrada al recinto de la ciudadela medieval, siendo la puerta considerada principal por encontrarse en la zona alta junto al castillo, emblema cuellerano que también es de obligada visita.
Pero el estilo mudéjar se aprecia mejor en los ábsides de buena parte de las iglesias de la localidad, como el de Santiago —de la que solo se conserva parte del edificio, lo que la hace ideal para analizar su estructura arquitectónica—, el de San Andrés y la propia iglesia de San Martín.
Las torres de estos dos últimos templos también son un buen ejemplo del mudéjar, como lo son las yeserías que encontramos en los cuatro sepulcros a los lados del presbiterio en la iglesia de San Esteban, al noreste del casco antiguo cuellerano.
Y no te olvides de observar también las casas de la localidad, algunas de las cuales aplican estas soluciones mudéjares en la arquitectura popular como podrás ver en la Plaza Mayor.
Santa María Real de Nieva
Ponemos rumbo al sur para visitar Santa María Real de Nieva, pero antes hacemos una breve parada en Fuentepelayo donde debemos pasar por la iglesia de Santa María la Mayor para disfrutar de uno de los “clásicos” del mudéjar: el artesonado de madera en la que los artistas de influencia islámica eran unos verdaderos virtuosos. En la vecina Aguilafuente también podemos pasarnos ante la iglesia de Santa María con su ábside de arquerías mudéjares.
Ya llegamos a Santa María Real de Nieva que cuenta con una de las joyas monumentales de la provincia de Segovia: la iglesia monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña que nos muestra diferentes estilos propios de la Edad Media, en particular el gótico que podemos apreciar en su espectacular claustro.
Pero el mudéjar no puede faltar en un conjunto que se edificó en diferentes periodos constructivos: deslumbrante es el artesonado del sotocoro. Pero, además, buena parte de los edificios más modestos de las localidades están decorados con ladrillos que caracterizan el arte mudéjar y que también definirían tanto el historicismo como el modernismo en muchos puntos de España, muchos siglos después.
Coca
Regresamos al norte para visitar otra de las joyas de la provincia, pero antes hacemos una necesaria parada en la cercana Samboal donde visitamos la iglesia de San Baudilio del Pinar, uno de los mejores ejemplos de mudéjar en toda Segovia.
Al exterior, el ábside de la iglesia sigue el modelo que ya hemos visto en Cuéllar, dos pisos de arcos ciegos en su tramo recto y tres en la zona semicircular. Además, los vanos de los muros del transepto también presentan recubrimiento de ladrillos, así como la torre con sus galerías de arcos de medio punto con alfiz.
¿Y qué decir del apabullante castillo de Coca, una de las fortalezas más fotografiadas de toda Castilla y León? Se considera una de las mejores muestras de gótico-mudéjar español, una construcción que se diferencia en su estética y técnicas constructivas de otros castillos medievales de origen más antiguo, con mayor influencia del románico.
Pero cuando se pone la primera piedra de este castillo, levantado sobre un meandro del Voltoya, el románico ya ha quedado muy atrás, y es el mudéjar en conjunción con el gótico el que domina la arquitectura, antes de que las influencias clásicas dieran como resultado el plateresco.
El hecho de sustituir la piedra por ladrillo como elemento constructivo principal es sintomático, lo que confiere ese aire tan particular al castillo. Según señalan los historiadores, el alarife Ali Caro fue el responsable de diseñar el edificio haciendo especial énfasis en el aspecto decorativo tanto del interior como del exterior del castillo, optando por los motivos geométricos de influencia musulmana.
Al exterior destacan la impresionante colección de merlones que rodean todo el edificio, además de las torres esquineras de planta poligonal. Al interior, el patio de armas que, originalmente, estuvo cubierto de azulejos y columnas de mármol.
Por cierto, si quieres disfrutar de este castillo a una menor escala te puedes pasar por el Parque Temático Mudéjar de Olmedo en Valladolid o, un poco más lejos, por Minimundus, el parque en miniatura de Klagenfurt en Austria que exhibe más de 150 modelos de arquitectura de todo el mundo en una proporción 1:25. Pues sí, junto a la basílica de San Pedro de Roma o la Torre Eiffel, el castillo de Coca, una de las inapelables joyas del mudéjar hispano.
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