Son auténticas megalópolis en las que se concentran decenas de millones de personas en unas urbes rebosantes de actividad que resultan, en ocasiones, algo caóticas.
Se trata de las ciudades más pobladas del mundo, en las que pasado, presente y futuro van de la mano en un imparable proceso de crecimiento y expansión que, por supuesto tiene sus pros y sus contras. La mayoría de la población mundial se concentra en las ciudades y no en entornos rurales, pero ¿Cuáles son las más pobladas? Descúbrelo en este sorprendente recorrido.
Tokio
Con más de 37 millones de habitantes, la capital de Japón es una trepidante mega urbe que se ubica en la región de Cantó, en la isla de Honshu. La ciudad y su área metropolitana sorprende a todo aquel que la visita por esa magistral combinación entre tradición y modernidad.
Tokio es el centro económico, financiero, empresarial y cultural del país nipón, pero también es una bella capital histórica, donde se concentran jardines, santuarios o templos centenarios. Junto a ellos, rascacielos y modernas infraestructuras como el Skytree, el edificio y torre de comunicación más alta de Japón, conviven con monumentos que no pueden dejar de visitarse como el templo Senso – Ji, en el tradicional barrio de Asakusa.
El cruce de Shibuya, probablemente el paso de peatones más transitado del mundo, o el barrio de Shinjuku, con sus inconfundibles carteles de neón, son ejemplos del dinamismo de Tokio, la ciudad más poblada del mundo que, sin detenerse un minuto, sigue fiel a las costumbres y tradiciones japonesas.
Delhi
India es uno de los países más poblados del Globo y su capital, Delhi, una de las ciudades en las que más gente vive, inmersa en un caos ordenado, reflejo de los contrastes tan propios de la India.
Más de 31 millones de personas habitan en la ciudad y en su extensa área metropolitana, una impresionante cifra que aumenta año tras año y no ha dejado de hacerlo en las últimas dos décadas.
En la gran urbe, conviven extensos barrios de chabolas con las zonas más modernas, de dinámico comercio, y también con bellos monumentos, como la Puerta de la India o el magnífico Fuerte Rojo.
Shanghai
El número de habitantes de Shanghai se acerca a los 24 millones, una cifra que la convierte en la ciudad más poblada de China y la tercera del mundo. Dividida por el río Huangpu, la ciudad ofrece distintas caras bien diferenciadas.
La más moderna está marcada por los imponentes rascacielos de diseño futurista de la zona de Pudong, entre ellos la inconfundible Torre Perla de Oriente. También hay que recorrer la zona del Bund, con sus edificios de arquitectura colonial y próxima a las áreas comerciales de la ciudad, auténticos ‘hervideros ‘de personas que recorren calles como la siempre abarrotada Najing road en un trasiego constante. Por último, la ciudad incluye el Shanghai histórico, un intrincado laberinto de calles que conserva la esencia de la China más tradicional.
Dhaka
Dhaka es la capital de Bangladesh y la vida en sus abarrotadas calles no es sencilla para muchos de los más de 23 millones de habitantes que las recorren a diario. Se trata de una cifra de población que se incrementa si se tiene en cuenta el área metropolitana y cuyo crecimiento no parece tener intención de detenerse dado el constante éxodo rural que experimenta el país.
A orillas del río Buriganga, la llamada ‘capital de las mezquitas’ es una ciudad con graves problemas de contaminación, de actividad frenética y con una alta densidad de población que, en determinadas zonas y calles de máxima afluencia, puede resultar algo agobiante en una primera visita.
Sao Paulo
22,5 millones de personas viven en esta megaciudad ubicada al sureste de Brasil, una de las más grandes del hemisferio sur y la quinta más poblada del Planeta.
Sao Paulo es una de las ciudades que más ha crecido en las últimas décadas, convirtiéndose en un lugar dinámico y cosmopolita y en uno de los centros económicos y culturales más importantes de Brasil. Comercios, museos, restaurantes, teatros, calles como la famosa avenida Paulista con tres kilómetros de fluir constante de personas, o inmensos parques como el de Ibirapuera, uno de sus pulmones esenciales, son solo algunos puntos de referencia de esta ciudad súper poblada, donde la actividad no cesa ni de día ni de noche.
Ciudad de México
También en el continente americano, Ciudad de México roza, en su centro urbano y área metropolitana, los 22 millones de habitantes. Centro económico, político, cultural y social del país, la capital mexicana es también una de las ciudades con mayor densidad de una población que sigue aumentando cada año.
A sus habitantes hay que sumar, además, el destacable número de turistas que la visitan cada año deseosos de descubrir sus museos y monumentos al tiempo que toman el pulso a una ciudad vibrante, algo caótica y llena e encanto por el contraste entre los distintos barrios que le dan forma. Ciudad de México es un apasionante conglomerado de zonas de arquitectura muy diversa que va desde la época colonial a la más vanguardista.
El Cairo
La capital de Egipto es la ciudad más grande del continente africano y también una de las más pobladas con más de 21 millones de habitantes en su extensa área urbana. A orillas del Nilo, la cuna de la que fuera una de las civilizaciones más adelantadas y enigmáticas del mundo antiguo, es, en la actualidad, una ciudad que combina calles abarrotadas y zocos bulliciosos con rincones tranquilos de mezquitas, cafés y plazoletas donde la ciudad se toma ‘un respiro’.
A algo más de 15 kilómetros de las famosas pirámides y de otras maravillas del Egipto faraónico, El Cairo vive en permanente ajetreo entre mezquitas, museos y monumentos que sorprenden en cualquiera de sus calles.
Pekín
Si China es el país más poblado del mundo, su capital Pekín se sitúa también entre las ciudades con mayor número de habitantes rozando los 21 millones. En esta ciudad fascinante, con siglos de historia, conviven las antiguas tradiciones con la China más actual e innovadora. La Ciudad Prohibida, la plaza de Tiananmen, que observa uno de los palacios más grandes del mundo, son lugares de visita imprescindible que sorprenden tanto como las calles abarrotadas y de tráfico imposible de Pekín.
El ritmo frenético marca la actividad de una metrópolis donde fábricas, centros comerciales y modernos edificios de oficinas conviven en armonía con los barrios tradicionales que conservan la esencia de China.
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