A pesar de que la escultura pública es una disciplina artística compleja y que debe responder a menudo a propósitos contradictorios, diversas piezas han alcanzado el rango de iconos turísticos convirtiéndose en visita obligada para los viajeros, ya sea por su monumentalidad, historia, originalidad o irreverencia. De Mongolia a Praga y de Chile a Río de Janeiro, nos embarcamos en un viaje alrededor del planeta para disfrutar de algunas de las esculturas más impresionantes del mundo.
Gengis Kan (Tsonjin Boldog, Mongolia)
Cuenta la leyenda que en este lugar solitario en medio de la estepa mongola, un niño encontró un látigo de oro que le señaló como líder que dominaría medio continente asiático. Aquel niño se convertiría en unos años en Gengis Kan, uno de los guerreros legendarios más idolatrados de todos los tiempos.
Para conmemorar el nacimiento de Gengis Khan, las autoridades de Mongolia erigieron en el año 2008 una de las esculturas más impresionantes del mundo: la estatua ecuestre más grande del planeta con sus 40 metros altura sobre una base de 10 metros y 36 columnas que incluye un museo y un restaurante. Además de su tamaño, impacta su ubicación, como un inmenso coloso de acero que domina la estepa.
Mano del Desierto (Antofagasta, Chile)
Es uno de los iconos de la ruta 5 Panamericana que discurre por Chile. Diseñada por el escultor Mario Irarrázabal se trata de la versión más espectacular de esas manos que surgen de la tierra que también tiene otras versiones en Punta del Este, Venecia o, incluso, en el Parque Juan Carlos I de Madrid.
Construida en hormigón armado, tiene un altura de 11 metros y fue inaugurada en 1992. Es también una referencia para el astroturismo, siendo un destino turístico Starlight por sus cualidades para la observación de las estrellas al estar en una zona alejada de contaminación lumínica.
Mirar en mis sueños (Río de Janeiro, Brasil)
“Es un homenaje a los habitantes de Río. Ellos mantienen una maravillosa relación con la naturaleza, pero les falta el arte en el espacio público”. Así se refería Jaume Plensa a una de sus famosas esculturas ubicada en la playa de Botafogo en Río de Janeiro: una cabeza de una joven que surge de las aguas del Atlántico. Pese a que esta escultura solo pudo disfrutarse hasta finales de 2012 en esta paradisiaca ubicación, la obra de Jaume Plensa ha conquistado medio mundo: de China, a Estados Unidos, pasando por su Barcelona natal.
La Fourchette (Vevey, Lago Lemán, Suiza)
Al igual que sucedió con la Awilda de Jaume Plensa, El Tenedor de Jean-Pierre Zaugg también tenía fecha de caducidad. Se erigió en el año 1995 para conmemorar el décimo aniversario de Alimentarium, el museo de la alimentación de Nestlé, para volver a Vevey para una nueva exposición temporal. Los habitantes de la localidad suiza le cogieron tanto cariño al tenedor en el agua que organizaron una recogida de firmas para que se quedara allí de forma permanente. Y así ha sido.
Los Viajeros (Marsella)
Descubrimos las esculturas de Bruno Catalano en un viaje a Venecia y quedamos fascinados: son la culminación del juego entre el vacío y la plenitud, entre lo etéreo y lo masivo, entre el peso de la historia y la levedad del ser. Nacido en Marruecos, pero formado en Marsella, sus esculturas de viajeros fragmentados que portan una maleta se han convertido en iconos en muchas ciudades despertando diversas reflexiones sobre el concepto viaje… en el más amplio sentido de la palabra.
Guan Yu (Jingzhou, China)
De la sugestión de los vacíos de Bruno Catalano a la monumentalidad de una de las esculturas más grandes del mundo: el dios guerrero Guan Yu que con sus 58 metros de altura (48 de estatua y 10 de pedestal) supera incluso a Gengis Khan. Con un peso de 1200 toneladas, se necesitaron 4000 tiras de bronce para su confección albergando en su interior un museo de 8000 metros cuadrados. Una escultura de concepción clásica que compite en monumentalidad con los Budas gigantes o las Madres Patrias de Kiev o Volgogrado.
Rubicón (Museo Atlántico, Lanzarote)
Nos vamos ahora al fondo del mar para contemplar otra de las esculturas más impresionantes del mundo. Jason deCaires Taylor se ha especializado en esculturas bajo el agua y su obra ya se puede encontrar en Australia, Bahamas, Noruega… o Lanzarote. El único museo submarino del mundo no podía perder la oportunidad de contar entre su colección subacuática con un grupo escultórico de DeCaires Taylor: se trata de Rubicón, un grupo de 35 figuras para cuya ejecución se tomaron como modelos a varios habitantes de la isla canaria.
Viselec (Praga)
A David Černý hay que darle de comer aparte. El escultor checo ha revolucionado la escultura de su país con decenas de piezas que combinan irreverencia, provocación, humor y diversión. ¿Quién si no podría colgar a Sigmund Freud de una viga agarrado tan solo de una de sus manos en una calle de Praga?
Con un pie en el surrealismo y otro en el Pop, Černý no deja indiferente a nadie con su obra. Sirva esta escultura ‘aérea’ del padre del psicoanálisis para recordar que la escultura pública también puede ser algo más que un aburrido homenaje a un personaje ilustre.
Expansión (Varias localizaciones)
Harta de quedarse fuera del circuito artístico neoyorquino por dedicarse a la escultura figurativa, considerada pasada de moda, Paige Bradley arrojó una de sus obras de cera al suelo rompiéndose en múltiples pedazos. Acto seguido, fundió las piezas en bronce y las montó para que flotaran separadas entre sí.
Con la colaboración de un experto en iluminación se construyó un ‘disparatado’ sistema de luces para hacerla brillar en su interior. El resultado es una de las esculturas más exitosas de los últimos tiempos cuyas diversas versiones han pasado por Londres, Nueva York o el desierto de Joshua Tree en California.
Cristo del Corcovado (Río de Janiero, Brasil)
Regresamos a Río para disfrutar una vez más de una incontestable joya entre las esculturas más impresionantes del mundo. Con sus 30 metros de altura sobre un pedestal de 8 metros lo que más impresiona del Cristo del Corcovado no es tanto su monumentalidad, sino su ubicación en lo alto del Cerro de Corcovado. Considerada como una de las nueve maravillas del mundo moderno junto al Coliseo de Roma o el Taj Mahal, se trata de uno de los mayores iconos turísticos de Brasil.
Los moáis de Rapa Nui (Chile)
Pero si hay unas esculturas que impresionan y fascinan desde tiempo inmemorial son los moáis de la Isla de Pascua. Hasta 900 estatuas pueden encontrarse en toda la isla, generalmente en zonas cercanas a la costa. Aunque la mayor parte de ellas están en un avanzado estado de deterioro, desde hace décadas las autoridades de la isla han tratado de restaurar las más importantes para mantener vivo este deslumbrante legado artístico y cultural.
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