Los cementerios o campos fúnebres siempre han sido lugar de recogimiento y duelo. Pero es indiscutible que muchos de ellos albergan esculturas y arquitectura de un gran valor cultural. Las autoridades de turismo lo saben y cada vez fomentan más la visita a estos lugares, tratando de encontrar el equilibrio entre la promoción turística y el respeto que siempre debe imperar en estos espacios.
Aprovechamos la celebración del día de los muertos, para recopilar en esta lista algunos de los cementerios más bonitos de España. Auténticas maravillas sin excepción.
Monturque, Córdoba
El cementerio de Monturque en esta localidad cordobesa es un lugar de pequeñas dimensiones pero que congrega una serie de originales características que le convierten en único en todo el mundo. A su bonita arquitectura popular andaluza, en consonancia con la zona donde se encuentra, se unen una serie de curiosas cisternas de la época romana, integradas de forma sorprendente entre las tumbas y los nichos.
En este lugar se celebra cada año por estas fechas Munda Mortis, las únicas jornadas en España sobre turismo mortuario, que tratan de promocionar todo el valor patrimonial que contienen los cementerios de España y la festividad de todos los santos.
Teguise, Lanzarote
El cementerio de Teguise, en la canaria isla de Lanzarote, llama sin duda la atención a todos sus visitantes. Originario de principios del Siglo XIX, se caracteriza por una arquitectura que encaja perfectamente con el resto de la isla. El blanco predomina en los muros que la rodean y en la mayoría de las tumbas. Pero este color tan puro contrasta de forma muy impactante con el marrón oscuro característico de la tierra volcánica, consiguiendo un efecto visual muy impactante.
Una bonita y sincrética capilla preside todo el lugar y se rodea de sencillas tumbas, adornadas con piedras rojizas de la montaña de Guanapay, y de algunos panteones más coloridos y ostentosos.
La Carriona, Avilés
El cementerio de La Carriona se sitúa a las afueras de Avilés y fue diseñado a finales del Siglo XIX por el arquitecto Ricardo Marcos Bausá. Fue construido, por tanto, en una época de un gran auge económico en la zona y durante varias décadas se fue llenando de ostentosas tumbas y panteones en recuerdo de acaudalados indianos, empresarios que se hicieron ricos comerciando con las Américas.
En el centro se encuentra una capilla que se muestra austera en comparación con las magníficas y barrocas construcciones de su alrededor. Especialmente impresionantes se muestran las dos avenidas principales del cementerio, elegidas por las familias más ricas que competían por mostrar su poder económico, incluso más allá de la vida. Se trata de un auténtico museo al aire libre, con obras de algunos de los más importantes escultores de la época. Destacan especialmente los panteones del Marqués de Teverga, de los Condes de Peñalver o de Bonifacio Heres, así como la tumba de Armando Palacio Valdés.
Villaluenga del Rosario, Cádiz
Villaluenga del Rosario, el pueblo más pequeño de Cádiz, esconde una joya muy particular y no es otra que su cementerio municipal. Ubicado en la parte alta de la ciudad, está construido en el interior de las ruinas de la Iglesia del Salvador, un templo incendiado y destruido en la invasión francesa de principios del Siglo XIX.
Y así, por increíble que parezca, entre los muros de piedra y bajo la cúpula en ruinas de esta antigua iglesia, se fueron esparciendo nichos y columbarios, consiguiendo dotar al espacio de una atmósfera única. Especialmente en fechas especiales, como el Día de los Muertos, cuando las paredes se llenan de coloridas flores, que aportan un contraste prodigioso.
San Amaro, A Coruña
Galicia es, posiblemente, la región de España que guarda una relación más íntima con la muerte y sus cementerios suelen ser buena prueba de ello. Uno de los más espectaculares y representativos es el cementerio de San Amaro en A Coruña. De arquitectura y estilo muy sobrios, su construcción data de 1812, lo que le convierte en el quinto más antiguo de Europa, y se ubica frente al océano Atlántico.
Desde hace años se realizan visitas guiadas en las cuales iremos descubriendo diversos tipos de tumbas, esculturas, panteones o nichos a través de más de dos siglos de historia. Importantes personalidades de la historia gallega como Eduardo Pondal, Luis Seoane o Manuel Murguía descansan en este lugar.
Cementerio de Ciriego, Santander
Otro cementerio con vistas al mar, pero en esta ocasión al Cantábrico, es el de Ciriego en Santander. Fue diseñado y construido a finales del Siglo XIX y se distribuye en la habitual estructura en cruz, de la que salen dos avenidas principales y un entramado de calles. De forma similar al cementerio de Avilés, este espacio sirvió para mostrar el poderío económico de la clase alta cántabra en esas primeras décadas del Siglo XX y grandes artistas de la época diseñaron un conjunto de tumbas y panteones que llaman poderosamente la atención.
El cementerio cuenta con una completa web y app móvil, que nos va guiando por el lugar y nos informa sobre las obras escultóricas y sobre las personalidades más destacadas que descansan en el mismo.
Cementerio inglés, Málaga
A mediados del Siglo XIX comenzaron a levantarse en nuestro país una serie de cementerios para albergar a personas que profesaban la religión protestante. El primero de ellos, de 1831, es el cementerio de San Jorge en la ciudad de la Málaga. Se concibió en origen como un jardín botánico con vistas al mar, así que en un paseo por su interior nos encontraremos una particular miscelánea de monumentos funerarios de estilo neogótico o modernista con árboles y plantas exóticas.
Otra parte llamativa se encuentra en el núcleo primitivo del cementerio donde encontramos un conjunto de tumbas antiguas recubiertas de conchas, algunas de las cuales albergan los restos de niños.
Cementerio de Montjuic, Barcelona
El cementerio de Montjuic, también conocido como el cementerio nuevo de Barcelona, llama la atención sobre todo por su ubicación en la ladera de la montaña de la que adopta su nombre. La panorámica que se puede disfrutar desde la entrada, con esas interminables hileras de nichos ocupando la ladera de la colina, es realmente impactante.
Pero un paseo por su amplia extensión nos irá descubriendo auténticas maravillas escultóricas, panteones de una gran majestuosidad y tumbas en donde reposan los restos de importantes personalidades del último siglo. Isaac Albéniz, Ramón Casas, Lluís Companys, Joan Gamper, Francesc Maciá, Ana María Matute, Joan Miró … la lista es realmente interminable y nos permite recorrer la historia de Barcelona y Cataluña.
Cementerio de la Ballena, Castro Urdiales
El cementerio de la Ballena se ubica en la ciudad cántabra de Castro Urdiales y fue construido a finales del Siglo XIX. Desde 1994 es Bien de Interés Cultural gracias al enorme valor artístico de los elementos que concentra con un buen número de impresionantes panteones, torres, cruces o preciosos capiteles.
La entrada, ya bastante monumental, nos da acceso a una distribución de calles paralelas que van descendiendo hacia el mar. En la parte alta del cementerio se encuentran los panteones más monumentales que combinan diferentes estilos como el neogótico, el modernista o el neoclásico.
Casabermeja, Málaga
El cementerio de Casabermeja es uno de los más peculiares de nuestro país. Su singular arquitectura se basa en calles llenas de nichos que se asemejan a las tradicionales casas blancas andaluzas. Cada nicho se divide en tres partes: una puerta en la parte inferior, donde se conservan los restos de los difuntos, la parte central, que cuenta en ocasiones con pequeñas esculturas, y la parte superior con adornos arquitectónicos como cruces.
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