Al pensar en un crucero es habitual imaginar una larga travesía por mares y océanos, olvidando que, también, hay ríos cuyo cauce puede llevarnos a descubrir paisajes y lugares únicos. Un crucero fluvial es una experiencia que tiene algo de magia, porque permite acercarnos a ciudades, pueblos o parajes naturales desde una panorámica distinta y especial porque es aquella que solo puede ofrecer el propio río.
Tienes cruceros fluviales de duración diversa y para todos los gustos con los que recorrer desde el romántico Danubio, hasta el indomable del Amazonas… descubre los cruceros fluviales más originales y deja que tu imaginación también navegue.
El Rin más romántico
Con permiso del Danubio, las ciudades y pueblos por los que pasa el Rin en su recorrido por Holanda, Alemania y Francia son de los más bellos de Europa, por lo que descubrir lo que guarda alguno de los tramos de sus más de 800 kilómetros navegables es siempre una agradable sorpresa.
Desde Basilea, en Suiza, hasta su desembocadura en el Mar del Norte, en Países Bajos, el Rin permite realizar cruceros fluviales muy diversos, aunque es su curso medio – alto, que atraviesa el bellísimo valle del Rin (Patrimonio de la Humanidad) uno de los más apetecibles.
Castillos de cuento, hermosos paisajes de viñedos y bonitas villas históricas adornan los márgenes del imponente río.
Una travesía de 4 o 5 días permite, por ejemplo, ir de Estrasburgo, en Francia, a las espléndidas e importantes ciudades de Maguncia o Coblenza en Alemania (o viceversa). La ciudad de Rudesheim, con su centro histórico de trazado medieval, la encantadora localidad de Eberbach, inmersa en la Selva de Oden o la Roca de Loreley, un bello y elevado promontorio donde, según la leyenda, habita una sirena son algunos de los puntos que más gustan del bonito recorrido.
¿Otras propuestas?… partiendo de Ámsterdam podrías llegar hasta Maguncia, con escalas tan apetecibles como Colonia o Cochem, a Estrasburgo o incluso ir hasta Basilea, en Suiza, una travesía inolvidable y una maravillosa idea de luna de miel.
El Nilo imprescindible
Incluir en el viaje a Egipto un crucero por el Nilo es una magnífica elección no solo porque la travesía permite conocer el paisaje auténtico y menos conocido de este país africano de increíbles puestas de sol, sino, además, porque es una manera muy agradable y cómoda de acercarte a descubrir alguna de las maravillas del Egipto faraónico.
Los barcos que realizan estos cruceros están preparados ofrecer las comodidades necesarias que hagan llevaderas las altas temperaturas (sobre todo del verano). Aunque tienes cruceros que parten desde El Cairo, la mayoría navega por el río milenario entre las localidades de Luxor y Asuán, con una duración de travesía de 3 – 4 noches.
El templo de Luxor a orillas del río, el de Karnak, el imponente valle de los Reyes, los colosos de Memnón, el templo de Horus en Edfú o el templo de Abu Simbel, partiendo de Asuán, son algunos de los tesoros que podrás contemplar bien desde la cubierta del barco, o apuntándote a las distintas excursiones.
Descubriendo el Amazonas
Amor por la naturaleza en estado puro y algo de espíritu aventurero es todo los que necesitas para hacer un crucero fluvial por el río más caudaloso del mundo y con la cuenca hidrográfica más extensa de toda la Tierra. El imponente Amazonas es un tesoro que recorre la Amazonía siendo parte esencial de este pulmón del Planeta.
Nace en Perú y desemboca en Brasil y, en su extenso recorrido son numerosos los cruceros fluviales que permiten descubrir un mundo absolutamente distinto: el de la selva, con su flora y fauna únicas y con un entorno que, probablemente, no hayas visto jamás.
En barcos perfectamente preparados y con todas las comodidades (algunos muy lujosos) puedes navegar desde Manaos hasta Belem de Pará, en Brasil y otra, opción, igual de acertada, es descubrir el Amazonas a su paso por Perú partiendo de la localidad de Iquitos. Una excursión a pie entre frondosa vegetación, un paseo en canoa o incluso un baño en el río son opciones que permite el crucero… si te atreves claro.
El Yangtze y sus secretos
Paisajes impresionantes, ciudades históricas y localidades que conservan la esencia de una cultura milenaria es lo que ofrece uno de los cruceros más originales que puedes realizar si te decides a navegar por el río más largo de Asia.
El curso del Yangtze te llevará por las regiones del interior de China hasta Shanghái, donde llega al mar.
La mayoría de los cruceros parten de la ciudad de Yichang y atraviesan uno de los parajes naturales más bellos de China: la zona de las Tres Gargantas, una sorprendente área montañosa donde el río se encajona entre escarpadas y altas paredes creando paisajes ‘imposibles’.
Muy cerca se encuentra, además, la presa del mismo nombre, de las más grande del mundo y una espectacular obra de ingeniería. Otros cruceros fluviales, de 3 – 4 noches, que parten de Chongging y llevan a Wuham, son también buenas opciones para disfrutar de estos bellos paisajes como colofón a ese viaje único que siempre supone descubrir China, su cultura milenaria y los monumentos que guarda, entre otras ciudades, su capital Pekín.
El Misisipi, un viaje en el tiempo
Son muchos los barcos que hacen cruceros fluviales por el Misisipi manteniendo la estética de aquellas antiguas embarcaciones de vapor con la popular rueda trasera de paletas de madera que transportan a épocas pasadas, aunque, en realidad, cuentan con todas las comodidades para una agradable travesía de 5, 6 o incluso más días.
El largo y caudaloso río es una vía de comunicación que recorre la parte central de Estados Unidos, desde, Minnesota, hasta su desembocadura en el Golfo de México muy cerca de Nueva Orleans.
Wisconsin, Kentucky y Missouri son algunos de los estados por los que transita el río ofreciendo a quien navega por él paisajes en los que aún es posible contemplar algo de lo que fue la flora y fauna autóctona americana de la que ya poco queda. Además, dependiendo del recorrido que elijas ciudades como Galveston, Memphis o San Luis estarán al alcance de tu mano.
Mekong, el río ‘de moda’
Si Vietnam y Camboya se han convertido en destinos turísticos de alta demanda, ahora hay una novedosa opción para descubrirlos en toda su belleza y riqueza cultural. El río Mekong es uno de los más largos del sudeste asiático y algunos de sus tramos, como sus espléndidos saltos de agua en Camboya o los canales en los que se divide en Vietnam a medida que se acerca a su desembocadura son perfectos para un original crucero fluvial.
Cualquier recorrido que elijas va a combinar el descubrimiento de hermosos templos, parajes naturales extraordinarios, ciudades y mercados ‘flotantes’ y, también, modernas urbes.
Son muchas las posibles paradas. Hanoi, capital vietnamita, los bellísimos templos de Angkor, el delta del Mekong, la ciudad de Ho Chi Minh o la imprescindible Siem Reap son algunos de los puntos que hay que incluir en esta travesía inolvidable.
El Danubio siempre sorprendente
El Danubio es uno de los ríos europeos más importantes, ya que atraviesa un total de 10 países. Tiene merecida fama de ser el río más romántico del mundo, quizá porque cruza algunas de las más bellas ciudades centroeuropeas.
Son muchos los itinerarios posibles y los más apetecibles incluyen el paso por alguna de las cuatro capitales danubianas: Viena (Austria), Budapest (Hungría) y Bratislava (Eslovaquia) y Belgrado (Serbia). Además, el famoso Danubio Azul guarda sorpresas y rincones mágicos como pueden ser los paisajes espectaculares del Wachau con visita a la abadía de Melk, la encantadora ciudad húngara Esztergom, a orillas del río, o la alemana Passau, haciendo frontera con Austria y siendo un excelente punto de partida para subir a bordo sin dudarlo.
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