Los hórreos, esos elementos etnográficos de arquitectura tradicional destinados para almacenar, conservar y secar el grano, se suceden por el norte de la península y otros lugares del mundo convirtiéndose en unas de esas construcciones típicas que tienes que conocer en determinados destinados.
Para prestarles la atención que se merecen, hoy te proponemos conocer los lugares imprescindibles para descubrir la historia de los hórreos, en un recorrido que nos conducirá desde los más bellos lugares de Galicia y Asturias hasta las mismas Antípodas.
Espinaréu (Asturias)
En el asturiano concejo de Piloña, se encuentra el hermoso pueblo de Espinaréu, también conocido como Espinadero, un lugar imprescindible para conocer los hórreos asturianos. Y es que en este término municipal se localizan centenares de hórreos y de paneras, vinculados a la vida agrícola de la región. Espinaréu es el que alberga un conjunto mayor de todos ellos, con 20 hórreos y media docena de paneras. El hórreo más antiguo es de 1548, aunque la mayoría de ellos datan del siglo XVII.
Pero si por algo llaman la atención estas muestras de arquitectura tradicional asturiana es por sus motivos decorativos. Desde símbolos solares de la Edad de Hierro hasta cruces y radiales se encuentran dibujados en sus laterales, muchos de ellos para proteger su interior, como si se tratara de una fórmula mágica.
A unos 60 kilómetros, entre Asturias y León, si cruzas el desfiladero de Los Beyos, también podrás ver algunos hórreos primitivos, en un entorno único. Precisamente por su ubicación en Los Beyos se los conoce como hórreos beyuscos.
Rianxo (A Coruña)
Fue en el siglo XVII, cuando se comenzó a cultivar maíz en abundancia, el momento en el que los hórreos comenzaron a consolidarse y a ser frecuentes en las fincas y en los campos. Así, Galicia es tierra de hórreos. Mires para donde mires cuando te desplaces por la zona rural gallega, encontrarás numerosos hórreos de distinto tipo, con gran protagonismo de la piedra y las cruces.
En Rianxo (A Coruña) se encuentra el famoso hórreo do Araño, del siglo XVII. No solo es uno de los hórreos de piedra más antiguos que se conservan, sino también el de mayor longitud del mundo. El hórreo de Araño mide 37,05 metros de largo y cuenta con una capacidad de almacenamientos de 170 metros cúbicos. Con todos estos detalles, no es de extrañar que esté catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Riaño (León)
Existen muchos tipos de hórreos, todos ellos construidos para conservar la cosecha. Por ese motivo disponen de ranuras para la ventilación y se levantan sobre pilares, que contribuyen a mantener su contenido lejos de los animales.
En el pueblo de Las Bodas, en el municipio leonés de Boñar (Castilla y León), se conserva uno de los hórreos de madera más antiguos de toda España, del siglo XVII, ejemplo típico de los hórreos leoneses. A unos 10 kilómetros por la CL-626, se encuentra el hermoso conjunto de hórreos de Felechas y a 40 kilómetros el denominado hórreo de Salio, que ahora se localiza en Riaño, después de que varios pueblos desaparecieran por la construcción del embalse homónimo.
Carnota (A Coruña)
El hórreo más famoso de Galicia está catalogado como Monumento Nacional. Nos referimos al hórreo de Carnota, una construcción de 1768, diseñada por el arquitecto Gregorio Quintela. Tiene un total de 34,74 metros de lago y 1,90 metros de ancho. El conjunto se completa con el palomar a su lado.
En el mismo municipio, a 8 minutos en coche del hórreo de Carnota se encuentra el bonito hórreo de Lira, asimismo del siglo XVIII y con 36 metros de longitud, cerca de la iglesia de Santa María de Lira. Supera los 36 metros de largo y también cuenta con 22 partes de pies.
Piornedo (Lugo)
Además de los numerosos hórreos de piedra, en Galicia todavía se conservan hórreos de tipo asturianos, en los pueblos cercanos a la frontera de la provincia de Lugo con Asturias. Así, en la comarca de Os Ancares, destacan los de la aldea de Piornedo, a 1100 metros de altitud, un lugar que también conserva sus tradicionales pallozas y que permite trasladarse a los tiempos más antiguos de esta tierra en plena naturaleza.
Poio (Pontevedra)
En Galicia no solo está el hórreo más largo del mundo, también atesora el hórreo mas grande del planeta. Se trata del hórreo de Poio (Pontevedra), del siglo XVIII, construido al lado del monasterio de San Juan de Poio. Supera los 33 metros de largo y los 3 metros de ancho y ocupa una superficie total de 123,32 metros cuadrados. Y para ver el mejor ejemplo de los hórreos construidos en pueblos marineros, nada como acercarse hasta Combarro donde se ubican a la orilla del mar.
Lusarreta (Navarra)
También se conservan algunos hórreos en Cantabria y el País Vasco, que recuerdan a la construcción tradicional leonesa, pero tampoco debes perderte los pocos que todavía se mantienen en pie en Navarra. Se denominan garaia y se caracterizan por ser auténticos edificios, con sus muros, sus arcos, sus escaleras y dinteles. Uno de los más hermosos es el hórreo medieval de Lusarreta, a unos 15 kilómetros de Roncesvalles.
Lindoso (Portugal)
En el norte de Portugal se conservan los conjuntos de hórreos en hermosos pueblos, con una tipología similar a los hórreos gallegos. En el país vecino los denominan espigueiros y los más famosos son los de Lindoso y los de Soajo, que se construyeron entre los siglos XVII y XX. Tanto en el país vecino como en el resto de territorios, fue a principios del siglo XX cuando los hórreos comenzaron a caer en desuso, debido a la mecanización de las tareas agrícolas.
Nueva Zelanda
En Nueva Zelanda y Australia se conservan hórreos que recuerdan a los de Galicia. De hecho, hay algunos estudiosos, como el historiador Robert Langdom, que afirman que fue una carabela de gallegos que abordaron aquellas tierras un siglos antes que de que fueran descubiertas por británicos y holandeses. Los hórreos de Oceanía se denominan patakas, y en ellos los maoríes almacenaban los productos del campo.
Únete a la conversación