El queso es uno de los bocados más preciados entre los comensales, pues regala infinidad de alegrías gustativas y, además, marida a la perfección con un sinfín de recetas, aportándoles un toque lácteo incuestionablemente rico. Por suerte, hay más de 2 000 referencias queseras a lo largo y ancho del planeta, principalmente en el Viejo Continente, las cuales satisfacen los deseos de los amantes de esta delicia.
Ahora bien, no todos alcanzan la excelencia láctea ni aspiran a ser reconocidos. Queseros y queseras, he aquí cinco quesos premiados en la última edición de los World Cheese Awards que tenéis que probar.
Rogue River Blue
Se trata de un queso azul ecológico de leche de vaca que produce la quesería Rogue Creamery, en Oregón. Ostenta el honor de ser el primer queso de origen estadounidense que se alza con el primer puesto en los premios World Cheese Awards, que son los Óscar de los quesos.
Tal y como nos explican en la web oficial de la quesería, “está envuelto en hojas de uva maceradas en brandy de pera. Su sabor es una mezcla de brandy, fruta y crema quemada. Además, proporciona una textura cremosa, suave y crujiente que evoca el caramelo”. Sin duda, toda una delicia con la que homenajearse.
Torta del Casar D.O.P. Virgen del Prado
La torta del Casar es uno de los quesos extremeños con mayor proyección nacional e internacional, así como un auténtico producto gourmet al proporcionar una textura fundente y cremosa, ideal para untar sobre rebanadas de pan, mucho mejor tostadas y calientes. Y eso que al principio se desechaba, pues se creía que era el resultado de cortarse la leche. Todo cambió cuando un ganadero decidió darle una oportunidad y descubrió un auténtico manjar.
Aunque el original procede del municipio cacereño que le da nombre, lo cierto es que en toda la comunidad se producen variedades deliciosas, algunas de la cuales han sido reconocidas como la de la quesería Virgen del Prado, que se hizo con premio en los World Cheese Awards. Está elaborado con leche cruda de oveja, presenta una irresistible textura cremosa y desprende un intenso aroma que despierta los sentidos.
Parmesano Reggiano
El parmesano es uno de los quesos más populares de Italia, que despunta por su versatilidad culinaria y sus extraordinarias cualidades organolépticas. De hecho, es de los pocos que regala el tan buscado sabor umani, también conocido como el quinto sabor. Entre todos los tipos, destaca el Reggiano, una variedad que comenzaron a elaborar los monjes benedictinos hace nueve siglos en las regiones de Parma, Reggio Emilia, Módena, Mantua y Boloña.
A día de hoy, está considerado el rey de los quesos italianos. Tanto es así que ha recibido numerosos reconocimientos, incluido un World Cheese Awards. Se elabora con leche cruda de vacas que siguen una alimentación especial, dando como resultado un tipo de sabor dulce y afrutado, en el que prevalecen las notas a frutos secos y caramelo.
Pitchfork
El cheddar es una de las variedades más tradicionales de Reino Unido, a pesar de que su reputación no es la mejor entre muchos comensales, quienes tienden a asociarlo con la comida rápida. Pero el que se incluye en este tipo de elaboraciones es una réplica, pues el auténtico se elabora artesanalmente, aplicando procesos concretos y con ingredientes locales. Dentro de esta variedad, uno de los más distintivos es el pitchfork, que se fabrica a unos pocos kilómetros de la región de Cheddar.
Ha recibido distintos reconocimientos, entre ellos el cuarto premio en la última edición de los World Cheese Awards. Pero ¿qué es lo que lo hace tan especial? Según nos explican en su web, “despunta por su textura densa y suave y la variada gama de sabores que regala, que van desde los salados y la mostaza hasta toques de miel con un final largo”.
Innana, uno de los mejores quesos del mundo
En Castilla-La Mancha se producen algunos de los quesos con más solera del mundo y también algunos de los más premiados. El último en conseguir un (merecido) reconocimiento es la variedad Innana procedente de la quesería Parra Jiménez.
Es un queso de oveja ecológico, cuya corteza se madura en un baño de vino, el cual le confiere un tono violáceo y un aroma muy característicos. Al paladar, proporciona un sabor delicado repleto de notas a frutos secos crudos.
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