4/5 - (1 voto)

El otoño es una de las estaciones más bonitas del año. Resulta perfecta para programar excursiones, hacer rutas de senderismo y disfrutar de las actividades al aire libre sin sufrir un calor sofocante. Además, si eres aficionado a la fotografía, seguro que te entusiasma hacer fotos ahora que la luz toma esas tonalidades amarillentas y rojizas entre las ramas, las hojas y los frutos de los árboles.

Para gozar de todo ello, nada mejor que escaparse a algunos de los parajes que puedes encontrar en las distintas comunidades autónomas españolas, en los que pasar una jornada o un fin de semana. Entre ellos se encuentran algunos de los paisajes otoñales más bonitos de España. Estos son los seis que te proponemos.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Parque Nacional de Ordesa
Fuente: Wikipedia/Phqneste75 CC BY-SA 4.0

Son cuatro los valles que constituyen el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: Ordesa, Añosclo, Escuaín y Pineta, en la provincia de Huesca (Aragón). Este espacio natural, que fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, se extiende por el Pirineo aragonés, alrededor del Monte Perdido, el más alto de los macizos calcáreos de Europa.

Sin duda alguna, el otoño es una de las mejores estaciones del año para conocerlo. Si sigues los senderos del valle de Ordesa descubrirás parajes tan hermosos como el Bosque de las Hayas, la cascada de la Cola de Caballo, el Tozal de Mallo o las Gradas de Soaso. Para programar tus rutas y tener una primera toma de contacto con este maravilloso entorno, te recomendamos visitar el pueblo de Torla, que constituye una de las puertas de acceso al parque, donde encontrarás el Centro de Visitantes (Av. de Ordesa, 2, 22376, Torla-Ordesa, Huesca), que permanece abierto todo el año.

Bosque de Muniellos

Muniellos
Fuente: Wikimedia/Gumerg CC BY-SA 3.0 ES

Durante todo el año es posible visitar el Bosque de Muniellos, en la zona suroccidental de Asturias, aunque sin duda alguna, entre los meses de septiembre y diciembre, se convierte en uno de los paisajes otoñales más bonitos del país. Con una extensión de 55 kilómetros cuadrados, entre los municipios de Cangas del Narcea y de Ibias, y con una altitud máxima de 1680 metros, el Bosque de Muniellos se localiza dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.

Se trata del robledal más grande de España, así que no es de extrañar que una alfombra de hojas de roble amortigüe tus pasos cada otoño.  Para adentrarte en este bosque tan especial, acércate hasta Tablizas, donde se localiza el centro de recepción de visitantes, conocido como la Casa del Guarda (Tablizas, s/n, 33811, Cangas del Narcea, Asturias), donde se te informará de las rutas a pie que se encuentran convenientemente habilitadas para recorrer el paraje.

Como curiosidad, cabe decir que de este territorio asturiano y de los árboles de Muniellos se abastecieron los astilleros del arsenal de Ferrol (A Coruña) y sus maderas sirvieron para reparar los barcos de la Armada Invencible.

Hayedo de Montejo

Hayedo de Montejo
Fuente: Wikimedia/Dapatxi CC BY-SA 4.0

Uno de los lugares naturales más bonitos de Madrid es el hayedo de Montejo, a una hora y media en vehículo del centro de la capital. Su importancia es tal que desde la década de los ochenta del siglo XX es necesario solicitar un permiso para poder visitarlo y solo puede conocerse a través de las sendas guiadas gratuitas.

En la actualidad, es posible solicitar ese permiso a través del sitio web de la Sierra del Rincón o bien de forma presencial en el Centro de Información Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón (Calle del Real, 64, 28190, Montejo de la Sierra, Madrid), donde se expide el 50 por ciento de los pases diarios, los cuales se entregan por orden de llegada.

Hayedo de Tejera Negra

Hayedo de Tejera Negra
Fuente: Wikipedia/Luiyo CC BY-SA 2.0

Otro de esos hayedos en los que resulta tentador vagabundear en otoño es el hayedo de Tejera Negra, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara. Este bosque de hayas, en el que las bellas estampas otoñales están aseguradas con sus hojas y sus excelentes setas, constituye uno de los hayedos más al sur de Europa. Desde el año 2017, además, está catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

El bosque se extiende en la zona alta de los valles del Lillas y del Zarzas. Es posible recorrer las rutas de la Senda de Carretas y la Senda del Robledal, además de una ruta circular para bicicletas hasta el río Zarzas. Se ofrecen visitas guiadas los sábados y domingos de los meses de octubre y noviembre, además de los festivos nacionales 12 de octubre y 1 de noviembre. Hay que tener en cuenta que el acceso es limitado, por lo que se debe reservar plaza de aparcamiento a través del sitio web oficial y solicitar permiso para realizar la Senda de Carretas. No obstante, no es necesario hacerlo para la Senda del Robledal y para la ruta de bicicleta.

Fageda d’en Jordà

Fuente: Wikipedia/ Catalaalatac CC BY-SA 3.0

Entre los paisajes otoñales que puedes descubrir en Cataluña, uno de los más bonitos se ubica en el  Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa (Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa), el cual se extiende por once municipios de la provincia de Girona. Los hayedos, robledales y encinares son numerosos en este espacio natural en el que puedes recorrer hasta 28 rutas, siendo el lugar imprescindible para la visita otoñal la Reserva Natural de la Fageda d’en Jordà (Hayedo de Jordà). Los itinerarios están convenientemente señalizados.

Devesa da Rogueira

Devesa da Rogueira
Fuente: Wikimedia/Tanja Freibott CC BY-SA 4.0

En Galicia se conserva otro de esos paisajes otoñales que provocan que uno no guarde la cámara de fotos cuando lo recorre. Nos referimos a la Devesa da Rogueira, un bosque en la sierra de O Courel, en la provincia de Lugo, en el que confluyen la flora atlántica y la mediterránea, por lo que en su entorno disfrutarás de la belleza de los cerezos, los castaños y las hayas.

Catalogada como Sitio Natural de Interés Turístico, la Devesa da Rogueira cuenta con una extensión de 3 kilómetros cuadrados de bosque primario con cascadas, riachuelos y diversas especies endémicas del norte de la península. Para conocerla en profundidad, lo mejor es que recorras la ruta de senderismo que se inicia en el Aula de Interpretación de la Naturaleza de Moreda, con una exposición divulgativa sobre el entorno, y asciende hasta una de sus cotas más altas.