Si me preguntasen cuál es la mejor isla para vivir en las Islas Afortunadas, no dudaría en asegurar que Tenerife (lo siento, canariones). Lo tiene todo; mar, montaña, climas diferentes, un norte y un sur muy definidos y, por supuesto, El Teide y los mejores guachinches.
Ahora bien, si lo que quisieras saber es la isla de la que estoy irracionalmente enamorada cuando no pienso en servicios, amplitud o características para residir, diría que El Hierro es mi isla favorita. Y es que este paraíso insular alberga decenas de joyas y vivencias inolvidables en ese espacio geográfico triangular tan característico.
Hago un repaso de mis motivos para visitar esta isla que se ha puesto de moda de un año para otro – en serio, suelo viajar una o dos veces al año para desconectar y es impresionante como se ha abierto al turismo desde 2017 -. ¡Vamos allá!
Nos sobran los motivos para que visites El Hierro
Born to walk: una isla para caminar
La isla de El Hierro está conectada por una red de rutas de senderismo que es envidiable si tenemos en cuenta sus pequeñas dimensiones (apenas hay 30 kilómetros de distancia de norte a sur). De hecho se puede atravesar toda la isla a pie. Las indicaciones son muy fáciles de seguir y hay una gran diversidad de paisajes ya que mientras que el norte es más abrupto, el sur es prácticamente llano.
De los charcos a la montaña
Mientras que cerca del Puerto de la Estaca encontrarás Las Playas en las cuales darte un chapuzón directamente en el mar, el área del norte cuenta con numerosos charcos, entre los que destaca el Charco Azul. No es el único ni mucho menos sino que podrás enamorarte de las vistas del Charco Manso, el pozo de las Calcosas y el Charco de los Mansos.
Si viajas a El Hierro en familia, te gustará conocer la piscina natural La Maceta, que tiene todos los servicios (aseos, barbacoa y duchas) y que es mucho más accesible que otros. Si prefieres una playa de arena blanca, puedes encontrarla muy cerca del Pozo de la Salud, en la Playa de Arenas Blancas. En el sur también te puedes dar un baño o hacer esnórquel en La Restinga. La isla está llena de rincones, ¡Conócela!
El Sabinar o cuándo los árboles se postraron ante el viento
Situado en lo alto del municipio de Frontera, El Sabinar es una espectacular arboleda en la que estos árboles parecen retorcerse con formas expresivas y absolutamente excéntricas. Esto es debido a los fuertes vientos que azotan la zona. Es común que los viajeros que visitan El Sabinar aprovechen para conocer el mirador de Bascos, un espectacular paraje que no tiene desperdicio.
El Faro de la Orchilla y las carreteras sinuosas
Más allá de la playa Arenas Blancas se encuentra el faro de la Orchilla. No te asustes por esa carretera sinuosa y estrecha que te lleva hasta ahí. Merece la pena no solo por la visita al propio faro sino porque, a un par de kilómetros, se encuentra el Monumento al Meridiano 0. Para acceder tendrás que caminar por escoria volcánica durante un par de kilómetros aunque es una visita obligada.
Vestigios del pasado, los petróglifos de El Julan
El Parque Cultural de El Julan forma parte del municipio de El Pinar y se compone de un área protegida con petróglifos realizados por el pueblo bimbache además de un centro de Interpretación. Mientras que las visitas a los petróglifos tienen un coste aproximado de 20€ y se hacen bajo reserva (eljulan@gmail.com) con una duración de unas 4 horas, la visita al centro de Interpretación tiene un coste aproximado de 5€. Recomiendo las rutas guiadas ya que se hace un recorrido y se aprende bastante más que en el centro de Interpretación.
Esta es mi opinión ya que en Tripadvisor está muy bien valorado pero realmente a mí no me resultó demasiado didáctico teniendo en cuenta que es fácil encontrar esa misma información en una página web. De todos modos, todo depende de los conocimientos de los que partas, claro está. En esta lista tampoco encontrarás el árbol Garoé entre los motivos para ir a El Hierro. Es cierto que es un árbol emblemático pero no porque sea turístico merece la pena. No obstante, tiene un precio de apenas 1,5€ así que no tienes apenas nada qué perder y, eso sí, las vistas son espectaculares.
La Restinga, el mejor pescado de la isla y el puertito
La Restinga es la localidad más grande del sur de la isla y un puerto de referencia para los amantes del buen pescado. Aunque hay varios restaurantes que merecen la pena, tiene una fama especial “El Refugio” en donde puedes degustar pescado fresco de calidad y vinos locales. La Restinga es famosa también por ser una localidad cercana al Mar de las Calmas en donde es habitual la práctica de submarinismo.
Las Playas, el descanso de caravanas y campers
Si viajas en camper, Las Playas es la zona perfecta para pernoctar ya que, además de unas impresionantes vistas y de la posibilidad de darte un baño, esta zona está resguardada del viento y cuenta con barbacoas, aseos y zona de juegos. Además se pueden realizar varias rutas en la zona.
Una chuletada en la Hoya del Morcillo
Este es un plan que también te puede interesar si viajas en autocaravana ya que la Hoya del Morcillo es el área de servicio por antonomasia. De ella parten varias rutas hacia El Julán y además tiene todos los servicios (baños abiertos de lunes a sábado y barbacoa). Si vas a acampar deberás solicitar el permiso pertinente tal como sucede en toda la red de áreas protegidas de las islas.
De Tamaduste a La Caleta en familia
Si lo tuyo es la tranquilidad y la belleza sin tener que renunciar a tener una buena conexión con el aeropuerto o la estación de ferrys, Tamaduste y La Caleta son las mejores opciones. Su larga tradición como localidades turísticas las precede y en ellas encontrarás todos los servicios. Son zonas comúnmente frecuentadas por familias debido a sus instalaciones y servicios. Además las rutas están acondicionadas y los más pequeños podrán hacerlas sin problemas.
Imágenes cedidas por Alex Bayorti
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