El mundo vinícola es sumamente complejo, por cuanto incluye infinitas variedades, que se incrementan cada poco tiempo con otras nuevas para adaptarse a los cambiantes gustos de sus apasionados y las tendencias del mercado. Proceden de muchas regiones, pues son muchos los países dedicados a la vitivinicultura. Sin embargo, solo unos pocos reúnen las condiciones idóneas para crear propuestas de calidad, es decir, los mejores viñedos, el clima propicio o el suelo adecuado. ¿Cuáles son?
Francia
A día de hoy, es una de las grandes regiones vinícolas del mundo, gracias a su gran variedad geológica y climática y al volumen de viñedos que cubren sus campos, especialmente en el sur y el oeste del país, que lo convierten en el segundo país con mayor proporción.
Además, es la cuna de algunos de los vinos más prestigiosos del mundo, los cuales proceden de territorios con una vasta trayectoria vinícola como Alsacia, donde crean el Pinot o el Riesling; Borgoña, que es famosa por el Pinot Noir; Burdeos, de donde salen el Carbernet Franc o Merlot; o el valle del Loira, que cuenta con 32 denominaciones de origen.
Italia
Es otro de los principales productores de vino del mundo, a tenor de los datos que nos muestra la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Tanto es así que, algunos años, ha desbancado a sus principales rivales (Francia, Estados Unidos y España) en la exportación de vino. Su diversidad vinícola abruma, y es resultado de la existencia de más de 400 variedades de uvas autóctonas, de la disparidad climática y variedad de suelos de las regiones que integran el país.
Sus vinos además tienen mucha personalidad e identidad, cuyo elemento diferenciador estriba en las gamas de sabores y matices. Pero las que lo han colocado en el punto de mira mundial son el Chianti de la Toscana, el Prosecco, que procede de Friuli-Venecia Julia y Véneto, el Marsala y el Lambrusco.
España
Nuestro país es otro de los líderes indiscutibles en la fabricación de vino. Tal y como nos explican en la web de la Federación Española del Vino, la “producción media de los últimos cinco años es de 42 millones de hectolitros, lo que nos sitúa entre los tres principales productores del mundo“. También somos líderes en exportaciones. De hecho, “el volumen se ha multiplicado por cinco en los últimos 25″, siendo nuestros principales clientes Francia, Italia, Portugal y Alemania”.
Por si fuera poco, “somos el primer viñedo del mundo, con 951.693 hectáreas plantadas en todas los comunidades autónomas, siendo Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña y Valencia, las que más producen”. No obstante, en España hay diversidad de regiones vinícolas, en las que se elaboran propuestas de gran reputación como la Ribera del Duero, La Rioja, Jerez o Navarra.
Estados Unidos
Fuera de Europa, Estados Unidos no solo es un gran consumidor de vino, sino también uno de los principales productores. Quizás en ello tenga que ver el hecho de que es uno de los cinco países que más viñedos tienen a lo largo y ancho del planeta. Su industria vitivinícola se ve favorecida por la presencia de diversas variedades de uvas nativas, cuyo cultivo se combina con otras de origen europeo. Así, las grandes regiones vinícolas son Washington, Nueva York y California, especialmente Napa Valley.
Argentina
A pesar de que la historia de la vitivinicultura en este país sudamericano es bastante reciente, lo cierto es que ha logrado adquirir un gran peso en el sector a nivel mundial. De hecho, ocupa el quinto puesto de los principales productores mundiales de vino y el primero de Latinoamérica. Posiciones en las que todo apunta que va mantenerse durante este año, a juzgar por las primeras estimaciones realizadas por la Federación Española del Vino.
Hay tres grandes regiones vinícolas: el noroeste, el sur y el centro, especialmente San Juan y Mendoza, de donde procede el grueso de la producción. De todas ellas salen botellas de gran calidad, cuya popularidad va in crescendo a pasos agigantados fuera de sus fronteras.
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