La artesanía forma parte del valioso patrimonio cultural de cada región de España y, por toda la geografía, se puede encontrar una extensa y variada muestra. Cerámica, alfarería, tallas en madera, orfebrería, cestería, trabajos en cuero… la lista es larga y en ella ocupa un lugar destacado la artesanía textil. Son muchas las localidades que merece la pena descubrir no solo por la belleza de sus paisajes, su rica historia o sus bellos monumentos sino, además, por las exquisitas piezas de artesanía que se pueden adquirir aprovechando el viaje.
Mantas, jarapas, delicados bordados, encajes o calados se presentan en forma de trabajos únicos, hechos con tiempo y con mimo para un resultado exquisito y de gran valor. Si quieres hacer un recorrido por los pueblos españoles con la mejor artesanía textil, toma nota de algunos de los que no pueden faltar.
Encaje de bolillos de Almagro (Ciudad Real)
Visitar la localidad de Almagro, en la provincia de Ciudad Real, resulta siempre un acierto. Hacerlo cuando aquí tiene lugar el Festival Internacional de Teatro Clásico es una oportunidad excepcional de descubrir su corral de comedias del siglo XVII, magníficamente conservado, y también de disfrutar del encanto de su plaza Mayor, porticada e inconfundible por sus galerías acristaladas, unidas a modo de corredor, y pintadas en color verde.
Almagro es uno de los pueblos de España que mantiene viva la tradición del encaje de bolillos, una técnica artesanal de producción textil que se estima originaria de Flandes y que tuvo una gran importancia para la economía de toda la zona del Campo de Calatrava hasta mediados del XIX cuando, de manera progresiva, los talleres y tradicionales ‘encajerías’ fueron desapareciendo.
Para conocerla historia y evolución del encaje de bolillos y también de la elaboración de piezas en blonda, tan propias de este municipio manchego, no hay que perderse la visita al Museo del Encaje (Callejón de Villar s/n en la plaza Mayor de Almagro). En él es posible apreciar algunas de las piezas realizadas por las manos de las encajeras, expertas en trenzar los hilos al ritmo que marca el sonido de los bolillos en constante movimiento.
Mantas de Grazalema (Cádiz)
Grazalema, en la provincia de Cádiz, es un destino que siempre sorprendente entre otras cosas porque éste es el municipio de España donde más llueve. Es precisamente la elevada pluviosidad lo que dota al paisaje de la sierra de Grazalema de su particular belleza y exuberante vegetación.
Inmerso en el corazón del parque natural, Grazalema es uno de esos maravillosos pueblos blancos gaditanos que es un placer descubrir. Su entramado de calles estrechas y coquetas plazoletas rebosa encanto, dejando entrever vestigios de las distintas civilizaciones que aquí han dejado su huella.
Grazalema puede presumir de un extraordinario patrimonio histórico, arquitectónico y cultural, con interesantes monumentos como la emblemática iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, pero, además, éste es también uno de los pueblos con mejor artesanía textil de España. Los responsables son dos: un entorno natural único y la oveja merina grazalemeña, que no solo proporciona leche para elaborar quesos de excelente calidad, sino también una delicada lana con la que se fabrican las famosas mantas de Grazalema.
En la fábrica de mantas y paños de Grazalema se siguen haciendo mantas y otras prendas de lana ultra suave, tal como se producían antaño, desde el siglo XVIII, aunque ahora, la maquinaria hidráulica ha sido sustituida por otras más avanzadas y modernas. Las fibras obtenidas de la lana de las ovejas autóctonas han sido la base de esta producción artesanal que continúa en la actualidad y cuya interesante historia puede conocerse en el Museo textil de Grazalema.
Calado canario de Ingenio (Gran Canaria, Las Palmas)
El calado canario es una de las técnicas artesanales para elaboración de paños más bonitas y también más complejas de realizar. Se trata de un trabajo de delicada artesanía textil que se sigue haciendo en algunos municipios canarios, tanto de Las Palmas como de Tenerife, siendo uno de los más conocidos Ingenio, en la isla de Gran Canaria.
Se cree que el calado pudo llegar a las islas procedente del sur de la península ibérica. En los inicios del siglo XX, llegó a ser una importante actividad económica debido a las exportaciones. El arte del calado, transmitido antaño de madres a hijas, consiste en fijar una tela, generalmente de lino, en un bastidor e ir, poco a poco, deshilachándola con las agujas de calar para, así, ir separando las hebras hasta formar el diseño deseado.
Mantelerías y ropa del hogar son piezas favoritas para que el calado luzca en todo su esplendor y si quieres descubrir el trabajo de las caladoras, la bonita villa de Ingenio, a unos 25 kilómetros de la capital grancanaria, es uno de los municipios perfectos para hacerlo. Un recorrido por el coqueto centro histórico, con la plaza y parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, como punto de partida hará que la visita resulte inolvidable.
Bordados de Lagartera (Toledo)
Lagartera no puede faltar entre los pueblos españoles de mejor artesanía textil porque sus delicados y coloridos bordados tienen máximo reconocimiento a nivel nacional e internacional. La tradición artesana de los bordados de Lagartera tiene su máxima expresión en el traje típico que las mujeres lucen en grandes ocasiones como puede ser la festividad del Corpus Christi.
Para descubrir todos los secretos de esta técnica artesana hay que visitar el museo Marcial Moreno Pascual ubicado en una antigua casa tradicional y en cuya sala de los trajes se pueden contemplar pequeños tesoros en forma de: sábanas, mantelerías o pañomanos con ricos bordados largateranos. Además, hay que completar la visita acercándonos a la iglesia del Salvador y a la ermita de los santos mártires San Fabián y San Sebastián.
Mantas de Morella (Castellón)
No solo es uno de los pueblos mas bonitos de la comunidad valenciana, también es uno de los de mayor tradición en artesanía textil de España. Ubicado al norte de Castellón, en Morella y en otros pueblos de la comarca de Els Ports, la elaboración de tejidos para la creación de prendas con fines diversos, desde ropa del hogar, hasta alforjas o fajines ha sido una actividad fundamental durante siglos.
En la actualidad, pueden visitarse algunos telares que siguen creando de manera artesanal las tradicionales mantas morellanas, de calidad óptima y de diseño particular, ya que se hacen a base de franjas horizontales en bonitos y vivos colores. Después de disfrutar de un paseo por esta bella localidad, sin dejar de visitar su emblemático castillo, una de las fortalezas más impresionantes del todo el Mediterráneo, llevarse de recuerdo una de estas abrigadoras mantas puede ser una estupenda idea.
Si lo prefieres, unas tradicionales alpargatas, hechas como antaño, con fibras vegetales naturales es también una opción que hay que tener en cuenta.
Pampaneira y las Jarapas de la Alpujarra granadina
La Alpujarra granadina es un destino turístico siempre apetecible, ya que, recorrer esta comarca al sur de la provincia de Granada implica descubrir una sucesión de coquetos pueblos blancos que ascienden desde bonitos valles, como el de Poqueira, hasta casi las cimas de Sierra Nevada. Pampaneira es uno de los más bonitos, con sus calles estrechas y serpenteantes y sus casas encaladas adornadas con mil flores, pero no el único. Bubión, Capileira, Lanjarón o Trévelez son también localidades perfectas para un bonito y tranquilo paseo.
Cualquiera de ellas posee, además, el encanto extra de su rica artesanía textil que tiene su mejor exponente en las tradicionales jarapas de la Alpujarra. Estos alegres tejidos, rebosantes de color, tienen origen morisco y han ido evolucionando a lo largo de los siglos sin perder su esencia.
Las jarapas están hechas de distintas fibras incluso de retales diferentes y tienen usos muy diversos desde las clásicas alfombras o cortinas, hasta elementos decorativos o complementos como cojines o bolsos. La jarapa alpujarreña en la actualidad se sigue haciendo en los tradicionales telares, muchas veces aprovechando otros tejidos que ya no se utilizan.
Mantas maragatas de Val de San Lorenzo (León)
En la comarca de la Maragatería, en la zona central de la provincia de León, muy cerca de Astorga, se encuentra uno de los pueblos de mayor tradición textil de España. Se trata del pequeño municipio de Val de San Lorenzo, famoso por sus mantas hechas a base de lana de oveja merina de extraordinaria calidad.
Los primeros telares se instalaron en el pueblo en el siglo XIX y hoy en día sigue habiendo artesanos dedicados a la elaboración de paños en abrigadora lana hechos siguiendo la técnica tradicional. Un paseo por esta localidad permite descubrir típicas construcciones en la característica piedra, como palomares o los antiguos batanes, utilizados para prensar la lana. Además, hay que disfrutar del entorno tranquilo y de algunos monumentos como la iglesia parroquial o la ermita de San Antonio de Padua cuya torre vigila todo el pueblo.
El Centro de Interpretación textil La Comunal y el Batán Museo son de visita obligada para saber algo más sobre el proceso artesanal de la elaboración de los paños que han dado fama a la localidad maragata.
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