En los platos tailandeses toman el protagonismo el color, la miscelánea de sabores (picante, amargo, agrio dulce y salado) y los aromas, dando como resultado elaboraciones sumamente sugestivas, estimulantes y vibrantes, cuya degustación regala un dechado de sensaciones de lo más placenteras. A diferencia de otras gastronomías, donde hay más productos que están presentes, en la tailandesa los más recurrentes son el arroz, las especias y el picante, que constituyen la base de un buen número de platos, que los locales disfrutan al máximo, pues les encanta comer. Pero, entre tanta opción culinaria, ¿cuáles son los platos más típicos de Tailandia que conviene saborear si queremos sumergirnos en su prolífica cultura gastronómica?
Pad thai
Sin duda, es el más popular de la cocina del “país de las sonrisas”, del que las malas lenguas sostienen que se creó para evidenciar la diferencias con la gastronomía china y que el recetario patrio tuviera un plato típico con el que relacionaran e identificaran al país en el resto del mundo. El ingrediente principal son los tallarines de arroz, que se saltean al wok con salsas de pescado y tamarindo, huevos, pollo, tofu, camarones y verduras. Finalmente, se sirve condimentado con jugo de limón y azúcar de palma; en ocasiones, chile en polvo tostado.
Som tum
Nació en el nordeste del país, pero el éxito entre los paladares tailandeses lo ha convertido en uno de los más tradicionales del recetario del país, que además está disponible en todos los puestos callejeros, donde los preparan al instante.
Posiblemente su éxito estriba en la sencillez de su composición. No en vano, se trata de una ensalada que tiene como ingrediente fundamental la papaya, la cual se acompaña de otros vegetales, frutas y chile y se adereza con salsa de pescado. Los interesantes contrastes picantes y ácidos que regala conlleva que los tailandeses la usen como guarnición de platos, especialmente el pollo a la parrilla.
Curry mussaman
Estamos ante una variedad de curry originaria de la región sur de Tailandia, donde un elevado porcentaje de la población es musulmana (de ahí que sea conocido como el curry musulmán), por lo que tradicionalmente no incluye cerdo, ya que dicha cultura tiene como precepto no consumirlo. Así, las carnes más usadas son la de ternera, cordero y pollo, que se cocinan junto con chiles, leche de coco, especias secas, cebollas, patatas y cacahuetes tostados, que le confieren matices crujientes.
Tom kha kai
La traducción del tailandés al español es sopa galandal de pollo, la cual nos da buena cuenta acerca del tipo de plato que es y su composición. Efectivamente, se trata de un caldo caliente cuyos ingredientes principales son el galandal, un rizoma al que también se le denomina jengibre azul, el pollo y la leche de coco. También lleva hierba de limón, champiñones, hojas de lima o chiles fritos, que le aportan un rico toque ahumado. El desenlace es ligeramente picante y aromático, por lo que cualquier época del calendario viene de perlas para saborearla.
Moo sa-te
Tal y como nos explican en la web de turismo de Tailandia, se trata de un aperitivo que consiste en “palitos de cerdo a la parrilla, que se disfruta con una rica salsa a base de cúrcuma y curry“. Pero también hay otras variantes que “contienen carne de cerdo, pollo o res, vegetales y tiras de proteína de tofu o soya”. Independientemente de la versión, es un imprescindible de la cocina ‘thai’, que tienes que probar.
Khaoniao mamuang
Arroz glutinoso, leche de coco dulce, azúcar de palma y mango fresco conforman este postre, que es la estrella de la carta repostera de Tailandia. A priori, puede darnos la impresión de que es una unión poco fructífera, pero el resultado es de lo más delicioso, en tanto que regala un gusto repleto de matices dulces y salados. Cuando mejor sabe es en abril y mayo, ya que es la época de recolección del mango y, por lo tanto, de su máximo esplendor.
Roti
Salvando las distancias, es la versión tailandesa del panqueque americano. A diferencia de este último, que lo bañan con jarabe de arce, nata o frutos rojos, aquí lo rellenan de plátano troceado, chocolate, mantequilla, leche condensada e incluso piña.
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