Enclavado en medio del mar Mediterráneo, entre Europa y África, existe un archipiélago formado por tres islas principales, islotes y rocas que conforman uno de los países más pequeños del mundo y que se ha transformado en un maravilloso destino turístico para visitar en cualquier época del año. Por eso te contamos todo lo bueno que hay para ver en Malta.

Sus 316 kilómetros cuadrados no tienen desperdicio, tanto desde el punto de vista de las creaciones humanas como desde las de la naturaleza. La actual y densamente poblada república, fue disputada a lo largo de la historia por diferentes imperios que ocuparon su territorio tan estratégicamente ubicado. Independizada de Inglaterra en 1964 -aunque igual se conduce por la izquierda- hoy es miembro de la Unión Europea.

Un lugar cargado de historia

Panorámica de Malta

Malta, Gozo y Comino se llaman sus tres islas principales. En la primera de ellas se encuentra La Valeta, la capital de este país. Se trata de una bella ciudad barroca por la que empezaremos el recorrido.

Sus grandes murallas de piedra y sus fortificaciones dan paso a un lugar siempre lleno de gente y con un ambiente espectacular en sus plazas, jardines y sus muchos cafés. Pero recorrer las calles de La Valeta significa cruzarse con iglesias, palacios, fuentes, estatuas y hasta escudos de armas que engalanan numerosos edificios. Y es que de esta ciudad se puede afirmar que fue construida por caballeros y para caballeros.

Los Jardines de Upper Barracca, ubicados sobre los bastiones de St .Peter y St. Paul, parecen dar la bienvenida a quienes llegan a La Valeta. Desde ellos se obtienen vistas espectaculares de la isla.

Palacio del Gran Maestre

Entre los lugares de visita imprescindible están el Palacio del Gran Maestre -sede del Presidente y del Parlamento- y la Casa Rocca Piccola, un pequeño palacio (1850) que muestra cómo vivían las antiguas familias maltesas. Además, bajo sus cimientos hay dos refugios antiaéreos de la II Guerra Mundial.

Pero el tesoro arquitectónico de La Valeta es la Co-catedral de San Juan, construida entre 1573 y 1577. De estilo barroco, cuenta con algunas de las obras más prestigiosas de los tenebristas Mattia Preti y Caravaggio.

Otro lugar imperdible en la capital maltesa es el Museo Arqueológico Nacional. Funciona en un edificio de 1571 y sus salas están repletas de objetos milenarios que ilustran la profusa historia de esta isla. Por su parte, en sus dos calles principales, que son peatonales, se concentran la mayor parte de las tiendas y restaurantes.

Otros ciudades que ver en Malta

Mdina en Malta

Al sur de La Valeta se encuentran las llamadas Tres Ciudades: Vittoriosa, Senglea y Cospicua que, en su conjunto, se conocen como La Cottonera. Por ellas han pasado todos los pueblos que se asentaron en la isla. Para que te hagas una composición de lugar, sus ensenadas fueron utilizadas como puertos naturales por los fenicios. Y sus palacios, iglesias, fuertes y baluartes son más antiguos que los de La Valeta.

Otro lugar que no puedes dejar de ver en Malta es Mdina, su primera capital. La ciudad, que fue asolada por un terremoto en 1693, está poblada de palacios y edificaciones religiosas en su mayoría del siglo XV y en las que predomina el estilo barroco. No te pierdas el Palacio Magistral, el Palacio Gatto Murina, el Palacio Falzon, el Palacio Santa Sofía, Casa Isabella o la Banca Giuratale. Pero, sobre todo, no dejes de disfrutar de las vistas que obtendrás de la costa maltesa desde sus murallas.

Marsaxlokk

Muy cerca de Mdina está Rabat, donde son de visita obligatoria las catacumbas de St. Paul y St. Agatha, que permitirán que te asomes a la época en que Roma prohibió el cristianismo. También está el museo Wignacourt. El edificio posee, a nivel subterráneo, un laberinto de hipogeas púnicas, romanas y cristianas y un complejo de refugios de la Segunda Guerra Mundial que consta de dos corredores principales y unas cincuenta habitaciones. En el museo también podrás apreciar importantes colecciones de pintores malteses y distintos objetos relacionados con la famosa Orden de Malta.

Por su parte, Marsaxlokk es un pueblo situado unos 13 kilómetros al sur de La Valeta. es el puerto pesquero más importante de la isla donde, cada domingo, funciona un interesante mercado al aire libre en el que predominan, por supuesto, los frutos del mar. Además, podrás ver los luzzus, unas tradicionales embarcaciones de madera pintadas de varios colores y con un ojo dibujado a cada lado de la proa.

Imperdibles de la isla maltesa

Gruta Azul

El Hipogeo de Hal Saflieni es otro lugar que tienes que ver en Malta. Situado en el municipio de Paola, al sur de la capital, es un templo subterráneo prehistórico que data del 2.500 a.C. Declarado Patrimonio de la Humanidad, se estima que su primera función fue la de santuario y luego se convirtió en necrópolis. También en Paola se encuentra el templo megalítico de Tarxien (2.800 a.C.).

Por si fuera poco, la isla cuenta con muchas y buenas playas que la hacen un destino ideal para aquellos que quieren disfrutar del agua y el sol. Y hay para todos los gustos: de arena más fina o más gruesa, dorada o rojiza. También hay playas de rocas, algunas casi vírgenes y otras con toda la infraestructura turística. Tú eliges.

Y, por supuesto, no puedes perderte un recorrido por la Gruta Azul. En el sur de la isla hay una serie de cuevas marinas, a las que puedes llegar con las barcas típicas de los pescadores, y que forman una impresionante escultura natural cincelada en un acantilado. Es imperdible el espectáculo de luz que crea tonos azules sobre las rocas y que se da desde muy temprano y hasta el mediodía.

Paseo por Malta: Gozo y Comino

Gozo
Fuente: Unsplash

La isla de Gozo, por su parte, es más pequeña, tranquila y con mucha más vegetación. El lugar es ideal para el buceo. Disfruta de sus aguas transparentes, acantilados, cuevas y bellísimos paisajes marinos. Además, puedes recorrer las ruinas de los templos megalíticos de Ġgantija.

Y con solo 3,5 kilómetros cuadrados, Comino tiene el privilegio de albergar la Laguna Azul, una bellísima playa de aguas turquesas, que también resulta ideal para la práctica de buceo o snorkel. Asimismo, la isla cuenta con senderos desde los que podrás obtener muy buenas vistas del archipiélago.