Solo con decir que Morella se integra en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España ya nos da una idea de que se trata de un lugar que merece la pena ser visitado. Una población enclavada en la zona montañosa de la provincia de Castellón, en Els Ports, y que sin duda supone el contrapunto perfecto para otros atractivos castellonenses ubicados en la Costa del Azahar.
Incluso todavía podemos dar un dato antes de descubrir los grandes atractivos de Morella. Y ese dato es una frase que pronunció Jaume I el Conquistador, quien calificó la población como “un lugar para un rey”. No obstante, para ser justos hay que decir que el aspecto de Morella varía mucho de cuando pasó por aquí ese rey en el siglo XIII. Sin duda, en la actualidad su aspecto es mucho mejor. ¡Descubrámoslo!
Acercarse a Morella
Conforme uno se va aproximando a Morella ya nos va atrayendo su perfil, perfectamente adaptado al relieve quebrado de esta zona del Maestrazgo. Llama la atención tanto viniendo desde la zona costera de Castellón, o bien acercándose desde tierras de Aragón, con las que prácticamente es limítrofe. Y es que su silueta dominada por la muralla y el poderoso castillo en lo alto ya nos avanza de que vamos a entrar a un lugar con mucha historia y mucho que mostrar.
Qué ver en Morella
La verdad es que el conjunto del núcleo urbano de Morella es digno de una buena foto, tanto desde el camino que lleva Forcall, como desde la vía que va a hacia la localidad de Cinctorres. Así como desde otros miradores. No os lo perdáis, pero tampoco os conforméis con capturar esa imagen imprescindible. También hay que adentrarse en el casco histórico y disfrutarlo.
El Portal de San Miguel
El mejor modo de acceder a la zona histórica de Morella es atravesando la Puerta de San Miguel. Es la más espectacular de las 7 puertas con las que se abren los 2 kilómetros de murallas morellanas. Y lo es porque está flanqueada por dos robustos torreones. Una bienvenida que puede parecer amenazante, aunque en realidad es de lo más acogedora, ya que en una de las torres se puede visitar el Museo de los Juegos Medievales, magnífico para quien viaje con niños.
Y si antes de entrar a las calles de Morella, se desea recorrer íntegramente todo su perímetro amuralla, para así admirar esa construcción del siglo XIV y ver las distintas torres que lo defienden, igualmente es posible hacer la ruta del paseo de ronda, para retornar hasta ese punto.
Un Museo de Tiempos de los Dinosaurios
La verdad es que viajar con niños a Morella es una estupenda opción, ya que tras divertirse en con los juegos medievales, también se puede visitar a un paso el Museo Tiempos de Dinosaurios, algo que siempre fascina a los más peques. Y también a muchos adultos.
La calle Blasco d’Alagó
Una vez que se atraviesa la Puerta de San Miguel, lo más normal es recorrer la calle Virgen del Pilar y casi sin darnos cuenta llegamos a la arteria más carismática de Morella. Su calle con soportales o porches dedicada a Blasco d’Alagó. En ella y en su entorno están todas las grandes casonas de la población de diversos siglos y estilos, aunque predominan las formas renacentistas y barrocas.
Y también aquí abundan los negocios para hacer compras o tomar algo. Sin olvidar que hay que visitar la Casa de la Villa, uno de los edificios claves en la historia morellana.
Casa de la Villa
La visita al edificio medieval del Ayuntamiento es obligada. Y es que aquí se recuerda un acontecimiento memorable en la historia local. Fue cuando a comienzos del siglo XV se reunieron el rey Fernando I, San Vicente Ferrer y el Papa Luna, venido de su refugio en Peñíscola. Una reunión que trató de arreglar el Cisma en el que vivía entonces la Iglesia Católica.
Iglesia de Santa María la Mayor
Otra construcción digna de mención en Morella es su iglesia arciprestal bajo la advocación de Santa María la Mayor. Sus orígenes nos trasladan a tiempos del arte gótico. Y lo primero que atraerá vuestra mirada y vuestra sorpresa es la doble portada que posee. Ambas con ricas esculturas medievales. Fíjate en esas figuras, pero también pasa a su interior.
Os aguarda un sobresaliente retablo churrigueresco, un órgano imponente con miles de tubos, unas coloridas vidrieras y una espectacular escalera de caracol que sube hasta el coro enroscada a una columna y está decorada con estupendo relieves. En definitiva, una de las grandes joyas del patrimonio histórico de Morella y de todo Castellón.
Subir al Castillo
Desde la iglesia ya solo nos queda poco para llegar hasta el emblema de la población: su castillo. Pero antes debemos atravesar las ruinas del convento de San Francisco, que quedó devastado en tiempos de las guerras carlistas.
Y es que este territorio de Els Ports y Morella ha sido un lugar convulso en muchas épocas de la historia. Desde la Edad Media cuando está atestiguado que por aquí pasó el Cid, y el castillo entonces era una fortaleza árabe. Desde entonces el castillo fue ampliándose, hasta tener varios recintos, una plaza de armas, torreones, aljibes y diversas dependencias que debieron ser inexpugnables, gracias a su emplazamiento en lo más alto de la roca.
Más actividades a realizar en Morella
Hasta aquí todo aquello que es imprescindible de ver durante una visita a Morella. Pero no se vayan todavía, aún hay más. Por ejemplo, se puede hacer una visita guiada a los abrigos con pinturas rupestres que hay en el paraje de Morella la Vella. O se puede visitar un taller donde se confeccionan las famosas mantas de Morella. E incluso para que los niños acaben completamente agotados se puede visitar el vecino parque de aventura Saltapins, donde les proponen un buen número de divertidas actividades arborícolas.
Es decir, ¡que visitar Morella siempre merece la pena!
Únete a la conversación