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Entre Lituania y Rusia, separando el Mar Bálitco del lago de Curlandia existe una estrecha, fértil y fascinante franja de tierra de menos de 100 km de largo y 4 km de ancho en su parte más amplia. Esta delgada línea terrestre se formó hace 5000 años y según la mitología báltica una chica de gran fortaleza llamada Neringa la formó con su poder. El nombre de esta tierra compartida entre Rusia y Lituania es el Istmo de Curlandia y en él se encuentran lugares de una belleza muy singular. El más popular y atractivo de ellos es la ciudad de Nida.

Corría el final de los años 20 y el comienzo de los 30 cuando el famoso escritor alemán Thoman Mann descubrió Nida y su belleza le fascinó. No fue el primero ni el último artista en caer prendado de los encantos de esta mágica ciudad. Otros pintores y artistas alemanes crearon en Nida la “colonia de artistas de Nida” antes que él, creando una gran influencia en la región de Prusia oriental.

Nida en Lituania

Existen lugares así en el mundo, en los que los primeros en descubrirlos son artistas en la búsqueda de la belleza y la armonía de lugares naturales especialmente atractivos, cargados de una energía particular para su proceso creativo. Podría ser algo comparable a Portlligat en la costa catalana.

Nida es todavía la joya del Istmo de Curlandia, su ciudad más turística y la última antes de llegar a la frontera con Rusia. En Nida se encuentra la mayor oferta de servicios, sea alojamiento, hostelería, cultura, etc. Se trata del llamado “paraíso veraniego lituano”, rodeado de dunas y la suave brisa del mar. Nida se rodea del latido de muchas historias de amor, el sonido de música jazz y los brillantes colores de las casas de los pescadores lituanos. Sin duda, un lugar ideal para relajarse descubriendo las bellas tradiciones y cultura lituanas.

Los imprescindibles de tu visita a Nida

Casas de pescadores en Nida
  • La duna de Parnidis es el mayor atractivo de Nida. Una sorprendente extensión de arena blanca clasificada como Patrimonio Natural por la Unesco y desde la que se observan las mejores perspectivas de la zona y de la belleza de la playa de Nida. A la duna se puede llegar a pie en un paseo desde Nida a través de un sendero. La duna de Parnidis mide 52 metros y aunque no es la más alta de la península sí es la más impresionante. El sendero nos hace subir hasta su cima, donde se encuentra el punto de observación con un gran reloj solar.
  • El gran talento y literato alemán Thomas Mann llegó a Nida por primera vez en 1929, el mismo año en el que se le otorgó el Premio Nobel de Literatura y tal fue su encanto por esta pequeña localidad y sus alrededores que mandó construir aquí una casa para pasar sus veranos. Bautizó a su casa “La cabaña del tio Tom” (Onkel Toms Hütte). En esta casa durante su descanso de verano se dedicó a escribir gran parte de su novela José y sus hermanos.  Cuando Hitler llegó al poder, Mann huyó a Suiza  viviendo desde entonces en el exilio y jamás volvió a Nida ni a su casa. En los años 60 se decidió volver la casa a la vida creando la Casa-Museo de Thomas Mann, actualmente uno de los atractivos más importantes no sólo de Nida sino también de la península de Curonia.
  • Desde el paseo marítimo de Nida se tiene una panorámica perfecta de la disposición de las brillantes casas de colores. Una postal digna de explicación. Se trata de antiguas casas de pescadores, todas coronadas con una veleta. Las veletas de metal se colocaban en los barcos de pescadores a modo de indicador sobre la residencia, el estado civil o el número de hijos que tenían.
  • Merece una visita el Museo del Ámbar, pues posee miles de piezas elaboradas a partir de esta interesante y codiciada resina. El ámbar es muy común en Lituania en general y en la zona de Neringa en particular. Es sorprendente ver los diferentes tonos y formas que el ámbar puede adoptar, incluida una bebida.

Otras visitas en Curlandia

Paseo Marítimo de Nida

Curlandia es interesante por muchos motivos y, una vez allí, es interesante completar tu visita con otros lugares además de la famosa Nida. Curlandia destaca por los enormes bosques de pinos, la tranquilidad de sus pueblecitos y las enormes dunas que los pueblan.  ¿Qué lugares elegir para completar tu visita?

Paseo por La Colina de las Brujas

Cercana a la población de Juodkrantė se encuentra una zona de bosques llamada La Colina de las Brujas. Es un espacio natural muy agradable donde pasear. Destaca por las impactantes figuras de madera tallada representando personajes mitológicos de la cultura lituana. Hay decenas de estatuas que han sido elaboradas por diferentes artistas desde 1979, por lo tanto el paseo aúna el interés natural y artístico. Es un lugar al que van muchas familias a disfrutar del bosque.

Juodkrantė, la alternativa

Iglesia en Juodkrantė

Se trata de una alternativa menos turística que la popular Nida y en caso necesario una buena base desde la que moverse al resto de visitas para descubrir el Istmo. Juodkrantė tiene un agradable paseo junto a un lago y varios restaurantes con delicioso pescado ahumado.

El escenario de película desde la Reserva Natural de Nagliu

La reserva se encuentra entre Juodkrantė  y Nida y se accede a ella fácilmente a través de un párking señalizado. Se trata de un área protegida desde donde poder admirar el lago Curlandia, los pueblos de la zona rusa del Istmo  y las grandes dunas a lo lejos. Una vista impresionante de la magnificencia de la zona.

Sendero para bicicletas, bienvenidos amantes del pedal

El sendero de bicicletas de Curlandia es famoso por su longitud, 55 km de camino libre para circular pavimentado y de pocos desniveles. Un paseo en bici perfecto para deleitarse en los paisajes que te rodean: playas, bosques, dunas, el mar a un lado, el lago al otro… un enclave de ensueño.