Palermo es uno y son muchos al mismo tiempo. Ni los mismos bonaerenses son capaces de explicarte bien cuáles son los límites del barrio más auténtico de la capital argentina.
Al margen del turismo que llega a la ciudad y al mismo tiempo lleno de turistas. La tranquilidad de sus calles durante el día que contrasta con la noche más loca del país. Europeo en sus fachadas, pero con sangre argentina corriendo por todas sus calles. En definitiva, Palermo representa mejor que ningún otro barrio las contradicciones que hacen tan apasionante a Buenos Aires. Viajamos hasta allí de la mano de Level y Turismo de Buenos Aires para empaparnos de sus encantos.
Una introducción al barrio de Palermo
Ubicado en la Comuna 14, sus límites los marcan las aguas del Río de la Plata hacia el noreste y otros interesantes barrios como Recoleta y Belgrano. Palermo es el barrio más grande de Buenos Aires y se encuentra a su vez dividido por una serie de oficiosos “Palermos” que intentan ayudarte a asimilarlo, como si eso fuera posible.
En cuanto al origen del nombre del barrio, aún se mantiene el debate. Una primera teoría vincula el nombre con Juan Domínguez Palermo, quien poseía estas tierras a principios del siglo XVII. La segunda, y más probable, sugiere que el nombre proviene de un oratorio donde se veneraba una imagen de San Benito de Palermo.
La historia del barrio de Palermo está intrínsecamente ligada a Juan Manuel de Rosas, quien en 1836 compró este territorio y construyó su hogar allí. Su residencia se encontraba en el punto de intersección de las actuales avenidas del Libertador y Sarmiento. Tras la epidemia de fiebre amarilla que azotó Buenos Aires en 1871, muchas familias de clase alta se mudaron a esta zona en busca de aire fresco y espacios abiertos, dando inicio a su transformación urbana.
A fines del siglo XIX, con la inauguración del Parque Tres de Febrero, también conocido como los Bosques de Palermo, el barrio se convirtió en un lugar de recreo para las familias adineradas de la ciudad. Se construyeron elegantes residencias y mansiones, muchas de las cuales aún se pueden ver hoy en día. A lo largo del siglo XX, Palermo continuó evolucionando, adaptándose a los cambios de la ciudad y la sociedad. Palermo Viejo, con sus calles adoquinadas y casas antiguas, se convirtió en un centro de la vida bohemia y artística de Buenos Aires. Palermo Soho y Palermo Hollywood, por otro lado, se han desarrollado en las últimas décadas como áreas vibrantes y modernas, llenas de restaurantes, bares, boutiques y estudios de arte y diseño.
Los parques y jardines de Palermo
Las áreas verdes son un punto destacado en Palermo, convirtiéndolo en un respiro natural dentro de la ciudad. Los Bosques de Palermo, conocido oficialmente como Parque 3 de Febrero, cuenta con más de 350 hectáreas de lagos, rosedales, bosques y jardines.
Inaugurado el 11 de noviembre de 1875 bajo la iniciativa del entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento, los Bosques de Palermo son un oasis de tranquilidad en el corazón de Buenos Aires. Dentro de este pulmón, destaca El Rosedal, un jardín en el que cada año florecen 8.000 rosas de 93 especies diferentes. Después de un paseo lleno de colores y fragancias, podemos acercarnos hasta un lago que se puede recorrer en bote.
Otro de los tesoros verdes de Palermo es el Jardín Botánico Carlos Thays, nombrado en honor al arquitecto paisajista francés que lo diseñó y que transformó Buenos Aires con sus proyectos de espacios verdes. Inaugurado en 1898, el Jardín Botánico es un verdadero museo viviente de flora, con cerca de 1.500 especies de plantas de todo el mundo. Este jardín también alberga una biblioteca especializada, un jardín de mariposas y varias esculturas que realzan la belleza natural del lugar.
El Jardín Japonés, construido en 1967 para conmemorar la visita de los príncipes herederos de Japón, es otro remanso de paz en Palermo. Con su lago de carpas, su puente rojo, sus jardines meticulosamente cuidados y sus edificaciones de estilo asiático, este parque está reconocido como el jardín japonés más grande fuera de Japón.
Museos, la cultura es protagonista en Palermo
El barrio de Palermo se ha convertido en uno de los epicentros culturales de Latinoamérica con la presencia de importantes museos, entre los cuales destaca especialmente el MALBA o Museo de Arte Latinoamericano. Inaugurado en 2001, el MALBA es más que un simple museo: es un espacio vivo que celebra el arte y la cultura latinoamericana desde una perspectiva contemporánea e internacional.
El edificio fue diseñado por el estudio argentino AFT Arquitectos, es una obra de arte moderna en sí misma. Con su fachada de cristal y acero y sus espacios interiores luminosos y aireados, el museo crea un entorno en el que el arte puede ser apreciado en toda su plenitud.
La colección permanente del MALBA alberga más de 600 obras, que abarcan un período que va desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Entre las joyas de la colección se encuentran piezas icónicas de artistas como Frida Kahlo, cuya pintura “Autorretrato con Chango y Loro” es una de las más visitadas, y Diego Rivera. También destacan obras de Antonio Berni, Tarsila do Amaral, Wifredo Lam, Xul Solar y muchos otros artistas latinoamericanos de renombre.
Otro museo imprescindible es el Museo Evita, un lugar que rinde homenaje a la vida y obra de Eva Perón, una de las figuras más emblemáticas y controvertidas de la historia argentina. El museo está situado en un edificio que fue originalmente un hogar para mujeres y niños desamparados, fundado por la misma Evita. Aquí, los visitantes pueden conocer la historia de su vida, su labor social y su influencia en la política argentina que perdura más de siete décadas después.
El Museo de Arte Popular José Hernández es un tesoro cultural que presenta una extensa colección de arte popular argentino. Aquí se exhiben desde objetos cotidianos hasta intrincadas piezas de arte, todas ellas representativas de la rica diversidad cultural de Argentina. Este museo es un viaje a las raíces del país, donde se pueden apreciar sus tradiciones y su patrimonio cultural.
Para los amantes de la ciencia y la naturaleza, el Planetario Galileo Galilei nos permite vivir espectáculos astronómicos inmersivos y una gran variedad de actividades para todas las edades. Su distintiva forma de cúpula es un hito en el paisaje de Palermo. Para terminar, otra visita interesante nos lleva al Museo Nacional de Arte Decorativo. Alojado en una elegante mansión de principios del siglo XX, que una vez fue hogar de la familia Errázuriz Alvear, alberga una valiosa colección de muebles, pinturas, esculturas y objetos decorativos de Europa y Asia.
Volar con Level hasta Buenos Aires
LEVEL, la compañía aérea de larga distancia y bajo coste de IAG, ha intensificado su enfoque en América Latina y actualmente ofrece la manera más económica de visitar Buenos Aires desde España, con vuelos desde Barcelona. LEVEL es la única compañía aérea que ofrece vuelos directos y sin escalas en cuatro de las cinco rutas que opera esta temporada: Los Ángeles, Boston, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Lucía Adrover, Directora Comercial de LEVEL, afirmó: “Nuestra misión desde el inicio ha sido conectar Barcelona directamente con América. La pasada temporada invernal, fortalecimos nuestra presencia en América Latina, a través de la ruta a Buenos Aires, que ya se ha consolidado, y la ruta a Santiago de Chile, que hemos retomado recientemente. Esta fuerte y decidida conectividad que ofrecemos hacia varios puntos de América refuerza las sinergias entre ambos destinos”.
La filosofía de LEVEL es proporcionar precios accesibles todo el año, incluso durante la temporada alta. Y, para ello, ofrecen a sus pasajeros el control total sobre la experiencia de viaje, permitiéndoles decidir qué servicios quieren adquirir y cuáles no necesitan. De este modo, dan la opción de reservar el asiento, seleccionar las comidas a bordo, facturar equipaje y disfrutar de su kit de confort a bordo. En la opción más económica puedes llevar tu propia comida y volar con tu equipaje de mano y, si prefieres un poco más de lujo, puedes optar por volar en su cabina Premium.
En lo que respecta a Buenos Aires, la aerolínea ha llegado a un acuerdo con la agencia de promoción turística de la ciudad para promover Buenos Aires como destino turístico en España. Las acciones incluyen la organización de viajes de familiarización, promociones del destino en los vuelos de LEVEL y colaboraciones con influencers para promocionar la ruta Barcelona-Buenos Aires. Para la temporada de verano 2023, LEVEL ofrecerá hasta seis vuelos semanales entre Buenos Aires y Barcelona, siendo el único operador en conectar directamente ambos destinos.
Gastronomía: Dónde comer en Palermo
Palermo puede ser considerado como el centro gastronómico de Buenos Aires con una oferta casi infinita de bares y restaurantes. Desde las clásicas parrillas que nos permiten probar los famosos asados argentinos hasta restaurantes que apuestan por una cocina más de vanguardia o por una fusión de gastronomía internacional.
Uno de los restaurantes más emblemáticos de Palermo es Don Julio, una parrilla clásica que se ha convertido en una institución en Buenos Aires. Aquí, los comensales pueden disfrutar de los mejores cortes de carne argentina, desde ojo de bife hasta asado de tira, cocidos a la perfección en la parrilla. Acompañados siempre de un vino Malbec seleccionado de su extensa bodega. Es el restaurante más famoso de la ciudad así que conviene reservar con mucha antelación.
Un poco más escondido, entre el Museo MALBA y el Jardín Japonés encontramos Casa Cavia. Está integrado en una antigua mansión de principios del siglo XX y cuenta con un precioso patio interior que resulta perfecto para los días de verano. Casa Cavia es en realidad un espacio multifacético que agrupa en el mismo edificio un restaurante, una floristería, una librería y una editorial. Diseñada originalmente por el prestigioso arquitecto noruego Alejandro Christophersen, la residencia fue preservada y remodelada en 2014
Bajo la dirección de Julieta Caruso, la cocina de Casa Cavia se destaca por su aparente sencillez, pero es profunda y meticulosa en su ejecución. El diálogo con los productos locales es fundamental, los sabores sencillos son realzados, mientras que los sabores complejos tratan de sorprendernos. Cada ingrediente recibe un tratamiento especial, nada es dejado al azar y todo está minuciosamente planeado.
Si buscas una opción más “gamberra”, Mengano es uno de los restaurantes de moda para las noches de Buenos Aires. En la zona de Palermo Soho se ubica este pequeño restaurante que trata de recuperar la tradición de los bodegones argentinos. Nos referimos a esos restaurantes sencillos, reconocidos por sus generosas porciones y las recetas caseras de siempre. Es la apuesta del chef Facundo Kelemen, formado en los mejores restaurantes de Nueva York y en las cocinas de Tegui, otro clásico del barrio bonarense. Destaca especialmente su impresionante colección de vinos, la mayoría de origen argentino que resultan perfectos para maridar con una cocina informal y muy bien trabajada.
Es difícil comer mala carne en un restaurante de Buenos Aires. Los asados son más que una manera de cocinar carne, es una forma de entender la vida con un componente social muy relevante. Por eso, resulta difícil ofrecer una propuesta diferente y eso es precisamente lo que ha conseguido La Carnicería, muy cerca de la Plaza Italia. Inaugurada en el mismo local de una antigua parrilla, se hizo famosa rápidamente gracias a una enorme fotografía de una res que adornaba una de las paredes y una barra que daba directamente a las brasas, así como sus espectaculares cortes de carne con hueso de hasta 900 gramos.
Su molleja caramelizada y otros platos estrellas lo convirtieron en el restaurante de moda y fue solo el inicio de un grupo fundado por Pedro Peña y Germán Sitz, que hoy ya tiene cinco restaurantes en la ciudad, incluyendo el famoso Niño Gordo, que ha sido seleccionado entre los cien mejores restaurantes de Latinoamérica.
Una noche de fiesta en Palermo
Tranquilo y familiar durante el día, el barrio de Palermo se transforma por las noches para convertirse en la zona con más marcha de Buenos Aires. En concreto, en las zonas de Palermo Soho y Palermo Hollywood se concentran buena parte de las discotecas y bares de copas de la ciudad con opciones para todos los gustos y presupuestos.
Si buscamos cócteles de autor los encontraremos en locales de lo más original. Es el caso, por ejemplo, de Victoria Brown, un pub ambientando en una imaginaria época victoriana steampunk con una decoración de lo más espectacular. También encontramos el divertido Frank’s, un homenaje a los “speakeasy” de la era de la Ley Seca en Estados Unidos que es famoso por su entrada secreta y su amplia gama de cocteles de autor. Siguiendo el camino de la imaginación, Verne Club se inspira en el espíritu aventurero del famoso escritor con una estética que evoca las travesías de los personajes de sus libros.
Mención especial merece la Conchinchina, un bar con algo menos de dos años de vida que combina la creatividad de los cócteles de Inés De Los Santos con la gastronomía franco-vietnamita de Juan Carlino. Su diseño exquisito, obra de Eme Carranza, destaca por la integración de elementos asiáticos y europeos, siendo particularmente notables el mural de las terrazas de arroz de Vietnam y la decoración del techo de la terraza semi-cubierta.
Y si queremos mover las caderas, las mejores discotecas también se encuentran en Palermo. Una de las más conocidas es Niceto Club, que se caracteriza por su ecléctica programación de conciertos y sesiones. Con una orientación más indie encontramos el Club Makena Cantina, un espacio conocido por promover bandas emergentes locales y ofrecer noches de funk, reggae y rock.
Otra opción es Rosebar, situado también en Palermo Hollywood, o La Tangente, que lo mismo ofrece conciertos de rock y pop como noches de tango y milonga. Y es que claro, parece increíble que hayamos llegado hasta aquí sin mencionar al tango, otro de los símbolos de la identidad argentina. Y no es casualidad porque Palermo no es el mejor barrio para disfrutar de este baile tan particular que tiene más presencia en otros lugares como San Telmo, La Boca o Abasto, el barrio que vio nacer a Carlos Gardel. Pero, obviamente, también se baila tango en Palermo.
Además de La Tangente, la catedral del tango en Palermo es La Viruta. Aquí, tanto principiantes como expertos pueden sumergirse en la música y el baile, con clases disponibles para todos los niveles y orquestas en vivo que garantizan una experiencia muy auténtica.
Por último, Buenos Aires y más concretamente Palermo es conocido en Latinoamérica como uno de los barrios más respetuosos con la comunidad LGBTQ+ y cuenta con una importante oferta de bares y discotecas. Algunos de los más destacados son la Fiesta Plop que se celebra cada semana en el Teatro Vorterix, el siempre animado Peuteo, Crobar, con música house y electro o Bach Bar, un lugar relajado para comer y beber con espectáculos de drag y fiestas temáticas.
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