Uno de los experimentos más sencillos que nos enseñaban en el colegio consistía en mezclar unas gotas de aceite con agua y comprobar como se mantenían separadas de forma sorprendente. “Son como el agua y el aceite”, solemos decir cuando nos referimos a dos cosas o personas que no encajan de ninguna manera. Pues olvídenlo. Hoy os vamos a romper los esquemas y contaros que sí, que existe un sitio donde el agua y el aceite se fusionan como en ningún otro lugar del mundo. Y ese es Priego de Córdoba.

En este maravilloso pueblo del sur de Córdoba no solo han conseguido esa mezcla imposible sino que lo han convertido en su principal seña de identidad. Con permiso, por supuesto, de un impresionante patrimonio barroco que te va sorprendiendo a tu paso. Acompáñanos para descubrir Priego de Córdoba, una joya barroca donde el agua y aceite se fusionan con la historia.

Una breve introducción a la historia de Priego de Córdoba

Barrio de la Villa en Priego de Córdoba – Foto de Christian Rojo

Priego de Córdoba ocupa una posición privilegiada en las Sierras Subbéticas que la convirtió en lugar habitual de asentamiento desde la prehistoria, como bien demuestran los ejemplos de arte rupestre o los yacimientos encontrados en los alrededores. El Imperio Romano también disfrutó de estos paisajes antes de la llegada de los árabes, quienes fundaron la ciudad y fueron configurando la estructura y estilo que conserva hoy en día.

Tras ser conquistada por el califato cordobés, la ciudad de Priego vivió un periodo de estabilidad y prosperidad bajo el dominio árabe. En el siglo XIII, sin embargo, la ciudad fue conquistada por las fuerzas cristianas y en 1341 es tomada definitivamente por Alfonso XI. La suerte de la ciudad decayó hasta que el rey Enrique II cedió el control de la ciudad a Gonzalo Fernández de Córdoba en 1370.

A finales de 1501, los Reyes Católicos nombraron a Pedro Fernández de Córdoba como primer marqués de Priego. Se constituye así el Marquesado de Priego, que supuso una época de esplendor y gran progreso para la localidad en su primer siglo de existencia. De esta época datan la Casa del Cabildo, la Cárcel, el Pósito y las Carnicerías. Así cómo la remodelación de la ermita de San Nicasio o la construcción de la Iglesia de San Esteban, hoy Iglesia de San Francisco. La ciudad vivió desde entonces un par de siglos de cierta prosperidad económica gracias a la exportación de tafetán y terciopelo, que se vendían en toda la península, Francia y América.

Los acontecimientos nacionales del siglo XIX y la desaparición de los gremios artesanos hizo caer a la ciudad en una grave crisis de la que no saldría hasta la revolución industrial de principios del siglo XX. Momento en que surge también la figura de Niceto Alcalá-Zamora y Torres, oriundo de Priego de Córdoba, quien llegaría a ser el primer presidente de la II República Española.

Qué Ver en Priego de Córdoba

Barrio de la Villa, uno de los más bonitos de España

Una callejuela del Barrio de la Villa – Foto de Christian Rojo

Cuando uno se pierde por las sinuosas y floridas calles del Barrio de la Villa corre el peligro de olvidar que este entramado urbano está lleno de significado histórico. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972, es hoy el núcleo urbano original de Priego y su inspiración musulmana le convierte en un barrio hermano de los típicos barrios andaluces, como el Albaicín de Granada o la judería de Córdoba.

Mientras paseas por las calles que comprenden el Barrio de la Villa, irás encontrando a tu paso un laberinto de calles estrechas y sin salida, así como de pequeñas plazas más abiertas. Te recomendamos que empieces por la plaza de Santa Ana, en la calle Real, y que sigas por Jazmines hasta la plaza de San Antonio. Desde allí, podemos cruzar de nuevo la calle Real y subir por el precioso Balcón del Adarve para obtener una amplia vista del desfiladero natural que rodea Priego.

¿Dónde Alojarse en Priego de Córdoba?

  • Hotel Patria Chica (Carrera de las Monjas 47): Un hotel boutique en pleno centro de la ciudad que es un auténtico capricho. Construido en el edificio que albergaba el antiguo periódico de la localidad, está lleno de detalles por todos sus rincones y cuenta con una decoración exquisita.
  • Casa del Rey (Calle Real 20): No hay prácticamente alojamientos dentro del Barrio de la Villa y este es uno de los más recomendables. Se trata de una casa rural apta para nueve personas que dispone de todo tipo de facilidades.
  • Casa Baños de la Villa (Calle Real 63): Un precioso hotel que combina a la perfección la tradición con la modernidad ofreciendo habitaciones decoradas de forma personalizada y un spa para integrarnos con la cultura del agua de esta ciudad.
  • Hospedería de San Francisco (Calle Compás de San Francisco 15): Ubicado junto a la Iglesia de la Aurora, en la antigua hospedería de un monasterio, este hotel ha sabido conservar a la perfección la historia del edificio con habitaciones amplias y cómodas y un espectacular patio interior, perfecto para relajarnos y escapar del calor.

Un paseo por el mejor barroco cordobés

Iglesia de la Aurora – Foto cedida por Turismo de Priego de Córdoba

Un conjunto de espectaculares iglesias convierte a Priego de Córdoba en uno de los mejores lugares para disfrutar del particular barroco andaluz, tan conectado y vinculado a su idiosincrasia. Podemos empezar por la Iglesia de la Aurora, reformada en el siglo XVIII, que presume de una decoración interior realmente abrumadora donde diferentes molduras geométricas y ángeles de medio cuerpo acompañan a un ampuloso retablo mayor.

La Iglesia de San Francisco es posiblemente la más espectacular de Priego, gracias a su gran nave central, a sus cúpulas gallonadas, su retablo mayor elaborado por Juan de Dios Santaella y a la Capilla de Jesús Nazareno, una de las más bonitas del barroco andaluz.

Originalmente dedicada a San José, la Iglesia del Carmen fue reedificada en estilo barroco en el siglo XVIII. En su diseño de transición, tiene una sola nave con crucero sugerido. Su cubierta consta de tres tramos de bóveda de cañón y sobre el crucero una cúpula sobre pechinas en la que se abren cuatro ventanas. La decoración es neoclásica combinada con otros elementos barrocos.

Hay muchos más templos que merecen una visita como la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de las Mercedes, la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias o las Ermitas del Calvario y de Belén. Todas ellas son una buena muestra de la devoción y el fervor que la población prieguense tiene por sus templos y que se puede comprobar si nos acercamos durante las celebraciones de Semana Santa.

El Castillo y las Carnicerías Reales

Carnicerías Reales – Foto cedida por Turismo de Priego de Córdoba

El castillo es una fortaleza de origen árabe, construida en los siglos XIII y XIV. Destinado a ser la última línea de defensa de los que vivían en la fortaleza árabe, es austero, como corresponde a este tipo de construcciones. La Torre del Homenaje es su elemento más destacado y fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1943. Está situada fuera del centro del patio de armas y su altura es de 30 metros, aunque una parte está semienterrada en la actualidad.

La cronología de esta torre, también llamada Torre Gorda, puede datarse en la segunda mitad del siglo XIII, cuando Priego era una encomienda de la Orden de Calatrava. Sin embargo, la presencia de capiteles nazaríes en las ventanas indica que pudo ser construida posteriormente, durante la primera mitad del siglo XIV, cuando Priego volvió a la dominación islámica.

A los pies del castillo es recomendable visitar también las Carnicerías Reales. Este precioso edificio del siglo XVI fue diseñado por Francisco del Castillo y destaca especialmente por su fachada de estilo manierista italianizante, que presenta columnas de fuste almohadillado y un frontón triangular. Una hermosa escalera de caracol nos lleva hasta el nivel inferior, que estaba destinado al sacrificio de los animales.

Otras visitas en Priego de Córdoba

Casa Museo de D. Niceto Alcalá Zamora

Busto de Niceto Alcalá Zamora en el jardín de su Casa Museo – Foto de Christian Rojo

En la que fuera casa natal del presidente de la II República se ha constituido un interesante museo en recuerdo de esta importante figura de la política española del siglo pasado. Se trata de una bonita casa señorial del siglo XIX ubicada en la Calle Río, donde se levantan otras interesantes construcciones de la nobleza prieguense.

En la planta baja podremos observar cómo eran algunas estancias de la casa original, típicas de una casa solariega cordobesa, y también podremos entrar a conocer el bonito jardín de la casa con un busto del político y una espectacular encina centenaria. En la planta primera, diferentes paneles informativos nos enseñan de manera muy didáctica la cronología de esa turbulenta etapa histórica desde la infancia de Alcalá Zamora hasta la proclamación de la II República y su posterior exilio tras el triunfo de los golpistas en la Guerra Civil.

Casa de Adolfo Lozano y Sidro

Otro museo que merece la pena visitar en Priego de Córdoba es el dedicado al ilustrador y artista Adolfo Lozano y Sidro, que ocupa su antigua casa familiar compartiendo espacio de forma temporal con el museo arqueológico. El artista, nacido en Priego en 1872, fue una de las grandes figuras de la ilustración periodística de la primera mitad del siglo XX publicando en revistas como “Blanco y Negro”.

El museo recoge más de 70 obras originales del pintor, que incluyen algunas de sus ilustraciones más conocidas, así como oleos con escenas de la Andalucía rural de principios del siglo XX y algunos retratos que realizaba de personas anónimas que conocía en sus viajes.

Jardín Micológico La Trufa

Jardín Micológico – Foto de Christian Rojo

A unos kilómetros del núcleo urbano, en las inmediaciones de Zagrilla, encontramos este curioso e interesante jardín micológico que resulta pionero y único en Europa. La visita comienza con una exposición interactiva que profundiza en la importancia de las setas y los hongos para el desarrollo de la vegetación y la vida humana, con una muestra de los diferentes tipos de setas que podemos encontrar en nuestros campos y bosques.

Saliendo de esta exhibición, nos adentraremos en un impresionante jardín dividido en ocho zonas que han recreado los ecosistemas más representativos de Andalucía. A través de una bonita senda atravesaremos zonas de pinares, alcornoques, encinas o quejigales con el runrún constante de un río artificial que nos acompañará en el paseo. Durante el recorrido también encontraremos una representación de las setas y hongos más habituales de nuestro país con diferentes cultivos que se indican y explican con carteles informativos.

La Ciudad del Agua

Fuente del Rey – Foto de Christian Rojo

Priego de Córdoba es conocida como la Ciudad del Agua debido a la gran cantidad de fuentes que dispone la ciudad y al manantial, que brota en pleno centro de esta a través de la Fuente de la Salud. Diseñada por Francisco del Castillo en el siglo XVI, se compone de un bonito almohadillado de mármoles policromados con un frontón triangular de estilo manierista coronado con la imagen de la Virgen de la Cabeza.

Frente a la anterior, se encuentra la Fuente del Rey, la más espectacular de la ciudad y una de las más bonitas que se pueden ver en España. Fue terminada de construir a principios del siglo XIX en estilo barroco. Se trata de larguísima fuente, dividida en tres niveles con tramos curvados y rodeada por un total de 139 caños, algunos de los cuales están adornados con rostros alegóricos.

En el centro de la fuente se levantan diferentes esculturas elaboradas por importantes escultores de la época. En el primer nivel, por ejemplo, podemos disfrutar de la escultura de un león que lucha contra una serpiente, obra de Álvarez Cubero. Y en el centro se levantan las figuras de Neptuno y Anfítitre, que cabalgan sobre una carroza de caballos.

Otros lugares donde el agua es protagonista son la Huerta de las Infantas, al borde de la Muralla del Adarve, o el Paseo de Colombia, un bonito jardín de influencias francesas. Dos rincones perfectos para escapar del calor en verano y para disfrutar de la tranquilidad en esta bonita ciudad cordobesa.

El olivar, el mejor tesoro de Priego

Aceitunas – Foto de Christian Rojo

El paisaje de Priego de Córdoba está claramente definido por sus campos de olivos, que rodean y protegen a la ciudad como un manto infinito de colores verdes y rojizos. Más del 50% de sus olivares se encuentran a más de 1.000 metros de altitud y muchos de ellos están situados en lomas con pendientes que superan el 30% de inclinación. Una característica muy particular que provoca paisajes realmente únicos y un trabajo de recolección de la aceituna realmente duro.

Es precisamente ese trabajo prácticamente manual lo que permite obtener un aceite de oliva de gran calidad y muy reconocido a nivel internacional, convirtiendo a la DOP Priego de Córdoba en una de las más premiadas. Las variedades hojiblanca y picual se unen a una variedad autóctona como es la picuda para elaborar aceites con mucho carácter, que van desde sabores más frutales y frescos a otros más picantes.

Campos de Olivos alrededor de Priego de Córdoba – Foto de Christian Rojo

Priego de Córdoba está haciendo un especial esfuerzo por promover un nuevo tipo de oleoturismo que nos permita no solo disfrutar de este fantástico producto sino también conocer más sobre su proceso de elaboración e importancia histórica. Para ello se ofrecen diferentes experiencias que van desde catas dirigidas o maridadas con productos típicos de la región hasta visitas guiadas a almazaras o, por supuesto, a conocer los diferentes tipos de olivos, algunos de ellos milenarios. Ah, y si tienes suerte es posible que conozcas a Aceituno, la divertida mascota de la DOP.