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La monumental capital de Austria es un magnífico destino turístico que ofrece a todo el que la visita su rico patrimonio histórico, cultural y artístico. No hay duda de que un recorrido por sus amplias avenidas, sus bellas plazas, sus palacios, museos y numerosos lugares de interés harán del viaje una experiencia única, en la que también tendrás la oportunidad de descubrir la gastronomía vienesa.

Las recetas tradicionales de Viena comparten rasgos con la cocina típica de toda Centroeuropa, siendo una combinación de elementos propios de la gastronomía alemana, húngara, checa… una deliciosa mezcla de influencias que se plasma en aromáticos y variados platos.

En Viena vas a encontrar una gran oferta de restauración con establecimientos de todo tipo, desde elegantes restaurantes, hasta coquetos y tradicionales cafés, perfectos para saborear la exquisita repostería vienesa, todo sin olvidar otras opciones como los puestos de comida callejera, donde encontrar las ricas y tradicionales salchichas, los mercados que incluyen propuestas gastronómicas o las  hauriger, típicas tabernas del barrio vienés de Grinzing. Elijas la opción que elijas, si quieres saber qué comer en Viena, aquí tienes algunas sugerencias.

Los platos más típicos de Viena

Wiener Schnitzel

Wiener schnitzel Anna Jurt Pixabay

Es uno de los platos más conocidos e internacionales de la cocina austriaca y lo puedes encontrar en cualquier restaurante de Viena. Es el tradicional escalope vienés, que suele ser de ternera pero también puede ser de carne de cerdo. Resulta delicioso, porque la carne se corta fina y además se ablanda para que el filete resulte tierno y jugoso una vez empanado.

En wiener schnitzel es un plato contundente, porque se elige un filete de buen tamaño y suele ir acompañado de patatas y/o algo de ensalada. En la receta tradicional, la carne solo lleva como aderezo sal y pimienta aunque también puedes encontrarlo con el filete macerado previamente en alguna salsa antes de empanarlo y freírlo.

Tafelspitz

Tafelspitz De RobertK – Trabajo propio, CC BY-SA 2.5 Wikipedia

También es una de las recetas vienesas más populares y se dice que éste era uno de los platos favoritos del emperador Francisco José. En este caso, se trata de una pieza de ternera, generalmente redondo, guisada entera en una salsa ligera de verduras y que, una vez fría se trocea en filetes no demasiado gruesos para servirla.

El secreto del plato es el guiso a fuego lento con el jugo que van soltando vegetales como: apio, zanahoria, puerros, remolacha…). La carne se presenta en el plato ya en lonchas, recubierta por la rica salsa y acompañada generalmente de puré de patatas. Hay quien la prefiere tomar con compota de manzana o con la también típica salsa picante de rábanos.

Sopas

Como en el resto de países de Europa Central, caracterizados por inviernos fríos, las sopas son un punto fuerte en la gastronomía de Viena y no faltan en los menús como entrantes o primeros. Entre las que no suelen faltar en las mesas vienesas tienes, además de la tradicional sopa de tomate, la frittatensuppe, un sencillo caldo, elaborado a base de verduras y trozos de carne, que se sirve bien caliente y lleva tiras de masa de harina, como si fueran trozos de pan.

Goulash

Goulash de Rita E Wikipedia

El goulash no es un plato exclusivo de la gastronomía austriaca, ya que también es parte habitual en los menús de la República Checa, de la región de Bohemia y de Hungría. Es un estofado potente, de sabor intenso que se elabora con carne de vaca o de buey guisada lentamente junto a aromáticas especias.

El resultado es una carne muy tierna, que va acompañada de una salsa densa y realmente sabrosa. Hay distintas versiones del goulash pero en general, el vienés solo suele llevar como ingredientes vegetales la cebolla, mientras que en países vecinos es frecuente también prepararlo con pimientos y zanahoria.

Laurel, orégano, pimienta, tomillo… las especias son claves en este aromático plato, ideal para probar en un viaje a Viena sobre todo en invierno.

Salchichas

Salchichas Wolf – Henry Dreblow Pixabay

Son básicas en la gastronomía vienesa y las tienes de distintos tipos con interesantes matices de sabores. Además las puedes encontrar en multitud de preparaciones como ingrediente principal de un plato, fritas, a la brasa o guisadas.

En tu visita a Viena no puedes dejar de probar uno sus famosos ‘perritos calientes’ de los que se venden en los wurstel, los quioscos de comida callejera tan típicos como auténticos. Junto a otras variedades aquí puedes pedir una kasekrainer, la salchicha ahumada rellena de queso a la que resulta difícil resistirse.

Käsespätze

Bastante menos conocido que las salchichas, éste es el plato de pasta tradicional de Viena. Es una rica y suave pasta fresca al huevo que se toma con aros de cebolla hechos a la parrilla y con mantequilla, para que queden tan dorados como jugosos.  Para terminar, un poco de queso rallado y un toque de nuez moscada para completar  esta sencilla receta de pasta que se suele tomar como plato único o primero.

¿Y de postre?

Strudel De Rita E Pixabay

Además de los delicados chocolates austriacos, realmente exquisitos, que encontrarás en numerosos establecimientos repartidos por toda Viena, a la hora de pedir un postre o de disfrutar de una apetecible merienda en uno de los maravillosos cafés vas a encontrar un surtido de repostería ante el cual resulta difícil elegir.

En primer lugar, tienes la famosa tarta Sacher, seguramente uno de los pasteles de chocolate más conocidos a nivel mundial y que debe su nombre al hotel donde originariamente fue creada. Suave bizcocho de chocolate, capa intermedia de mermelada de albaricoque en su interior y cobertura extra de chocolate, una delicia favorita de los más chocolateros.

Otra opción, que también será éxito seguro, es el Strudel o Apfelstrudel, una especie de rollito (pie) de masa extra fina y crujiente que lleva como relleno manzana y pasas ligeramente maceradas en su delicioso jugo y que va cubierto de crema caliente de vainilla y nata montada. Simplemente irresistible.

Si lo prefieres, también puedes probar los palatschinken, típicos en toda Austria y en otros países de Centroeuropa. Son una especie de crepes con la masa algo más gruesa y con numerosos rellenos posibles, desde la tradicional manzana, hasta combinaciones de plátano y canela, mermeladas de frutos rojos, chocolate… ¡querrás probarlos todos!