La más europea de las capitales latinoamericanas es una gran urbe imposible de abarcar en una sola visita. Esta ciudad cosmopolita no solo deslumbra por su ecléctica impronta arquitectónica, sino también por su inagotable oferta gastronómica, cultural y de espectáculos, donde el tango y el asado son sola la punta del iceberg. Por eso hoy te contamos algunas de las cosas que puedes conocer en Buenos Aires en tres días.

Un recorrido por la mítica Avenida de Mayo y sus alrededores

Palacio del Congreso

Si bien el gobierno de la ciudad dispone de buses turísticos que transitan por los principales puntos de interés de la capital argentina, siempre es bueno recordar que todo lugar merece ser recorrido al ritmo de cada viajero y por su propia cuenta.

Y aunque la llamada Reina del Plata (aunque poco se asoma al río) suele tener un tránsito caótico y una red de subterráneos (metro) no demasiado extensa, podrás moverte bien a pie e intercalando por tramos el transporte público para llegar a los lugares que no puedes dejar de ver en una primera visita.

Un buen punto de partida para tu itinerario es el Palacio del Congreso de la Nación, sede del Poder Legislativo. Inaugurado en 1906, el edificio tiene una cúpula de 80 metros de alto que es una de las más grandes de la ciudad. Si lo deseas, puedes realizar una visita guiada por su bello interior.

Frente al Congreso se aprecia lo que antaño fuera la histórica Confitería del Molino, una interesante muestra del art nouveau que hace años espera ser restaurada. Y si caminas unos metros hacia el oeste darás con el mítico Café de los Angelitos, “de Rivadavia y Rincón”, tal como reza el tango.

Palacio Barolo

Pero volvamos al Congreso y crucemos la plaza que está frente a él para empezar a recorrer la “españolísima” Avenida de Mayo. Juzga tú mismo si te recuerda a la Gran Vía de Madrid. De todas formas, su riqueza arquitectónica bien merece un vistazo. Antes gira unos metros hacia la izquierda para observar al Liceo, el teatro en pie más antiguo de la ciudad (1872).

Lo primero que llamará tu atención de esta histórica avenida son las cúpulas rojas del edificio de La Inmobiliaria (1910), una de las primeras compañías de seguros de la capital argentina. La construcción tiene influencias neoclásicas y del art nouveau. Sin darte respiro surge luego el imponente Palacio Barolo, inspirando en la Divina Comedia, de Dante Alighieri. Cuando se inauguró, en 1923, era el edificio más alto de Sudamérica.

Siguiendo tu recorrido te encontrarás con el Teatro Avenida (1908), una tradicional sede de compañías españolas de zarzuela, teatro y ópera, y con el Hotel Castelar (1929), uno de los más tradicionales de la ciudad y que supo alojar a Federico García Lorca.

A estas alturas estás a punto de cruzar la Avenida 9 de julio, que se jacta de ser la más ancha del mundo. Si miras a la izquierda divisarás, a pocos metros, al sobrevalorado Obelisco porteño. Mejor camina un trecho a tu derecha y disfruta de la arquitectura del Club Español (1911), con rasgos neorrománticos, neorrenacentistas, flamencos, del jugendstil y del modernismo catalán.

Retomando la caminata por Avenida de Mayo te encontrarás con el Café Tortoni, el más antiguo de la ciudad (1858), con sus mesas de mármol y su espíritu tanguero. Justo al lado se sitúan la Academia Nacional del Tango y el Museo Mundial del Tango.

Casi arribando a Plaza de Mayo se sitúan la Casa de la Cultura de la Ciudad -la antigua y lujosa sede del diario La Prensa (1898)- y el Pasaje Roverano, una antigua galería.

Una plaza cargada de historia

Cabildo

A diferencia de Joaquín Sabina, quizá no te dé por llorar cuando llegues a la histórica plaza, pero debes saber que allí acontecieron y acontecen las más grandes manifestaciones políticas de Argentina desde hace más de 200 años.

Y aquí vale aclarar que, si visitas la ciudad, tengas presente que el estado de conflictividad social va en aumento y es muy probable que te topes con importantes movilizaciones de gremios, partidos políticos y otras organizaciones sociales. Si quieres sumarte a ellas, bienvenido. Pero ten en cuenta que el actual gobierno está haciendo un uso desmedido de las herramientas represivas y puedes terminar detenido sin causa alguna solo porque pasabas por allí, o eso dicen muchos bonaerenses.

Alrededor de la Plaza de Mayo te encontrarás con el Cabildo, o lo que queda de él después de sus múltiples modificaciones. La antigua sede de la Administración colonial y el lugar donde se formó el primer gobierno del país, alberga hoy un museo. También está la Catedral Metropolitana, con su particular parecido a un templo griego. Allí está el Mausoleo del General José de San Martín, Padre de la Patria.

También podrás apreciar el Palacio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y, sobre las paredes del Ministerio de Economía, es recomendable que observes las marcas de las balas disparadas por los aviones que también bombardearon la Plaza de Mayo en 1955, con el objetivo de derrocar al presidente Perón, dejando más de 300 víctimas civiles.

Casa Rosada

Da un vistazo, además, al monumental edificio del Banco Nación, con su fachada de piedra, suelos de granito y paredes revestidas de caoba y cedro. Allí también está el Museo Histórico y Numismático. Puedes apreciar también la Antigua sede del Congreso Nacional, que hoy alberga a la Academia Nacional de la Historia.

Y, por supuesto, no dejes de visitar la Casa Rosada, un bello palacio que funciona como sede del Gobierno Nacional y que se levanta en el lugar donde, en 1580, se erigió el Fuerte de Buenos Aires. Detrás se halla el Museo de la Casa Rosada (ex Museo del Bicentenario), construido sobre los restos de la antigua Aduana Taylor.

A pocos metros hacia el norte se ubica el Centro Cultural Kirchner, un imponente espacio pensado para el arte en sus diversas formas y que funciona en la antigua sede del Palacio de Correos. Y si quieres distenderte un rato, puedes acercarte hasta Puerto Madero, comer algo y asomarte desde allí al Río de la Plata a través de su Costanera Sur.

Más historia y belleza arquitectónica en la multifacética Buenos Aires

Manzana de las Luces

Volviendo hacia el centro histórico de la ciudad, no deberías dejar de visitar la Manzana de las Luces, una de las más añejas de Buenos Aires. Entre las calles Perú, Moreno, Bolívar, Alsina y Diagonal Sur te encontrarás con la Iglesia de San Ignacio de Loyola, el Colegio Nacional Buenos Aires, el antiguo edificio de la Universidad de Buenos Aires y otros edificios cargados de historia. Y también con antiquísimos túneles.

En los alrededores están la Basílica de San Francisco, la Farmacia La Estrella (1895) -que forma parte del antes contiguo Museo de la Ciudad-, la añeja Librería de Ávila y el majestuoso edificio de La Legislatura porteña.

Si tomas luego por la peatonal Florida, haz un alto en la Galería Güemes, un hermoso edificio art nouveau que ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad desde su mirador en el piso 14, a 84 metros de altura. También puedes tentarte con sus restaurantes, chocolaterías, marroquinerías, librerías, vinotecas y casas de moda que alberga.

Siguiendo por Florida hacia el norte llegarás hasta las Galerías Pacífico, un importante centro comercial en el que destacan los murales pintados en su cúpula por artistas plásticos locales de renombre. Da un vistazo también al hermoso edificio del Centro Naval, ubicado enfrente.

En este punto puedes cruzar una vez más la Avenida 9 de julio hacia el oeste para toparte con el mítico Colón, considerado uno de los más importantes teatros líricos del mundo. No dejes de visitarlo por dentro. Enfrente está el Palacio de Tribunales, sede del Poder Judicial y un cabal ejemplo de la arquitectura francesa.

Calle Corrientes

O también puedes seguir por Florida hasta dar con la Plaza San Martín, donde el Padre de la Patria instaló el Regimiento de Granaderos a Caballo. Puedes visitar el Cenotafio a los caídos en la Guerra de Malvinas y admirar, además, los lujosos edificios que la rodean: el Palacio San Martín, sede ceremonial de la Cancillería de la República Argentina, y el bellísimo Palacio Paz que, desde 1938, alberga al Círculo Militar.

En las cercanías, aprecia asimismo la Torre Monumental, más conocida como Torre de los Ingleses, y los edificios de las estaciones terminales de los ferrocarriles Mitre y Belgrano. Y, de regreso, visita el Palacio Noel, una de las sedes del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco (Suipacha 1422).

Al atardecer o por la noche te recomendamos recorrer la legendaria Avenida Corrientes, que destaca por su numerosa oferta de obras teatrales, por sus librerías y, si te da hambre, por sus pizzerías. Si llegas hasta la Avenida Callao, asómate a ver si ves rodar la luna por allí, como también dice un tango.

Paseando por los barrios del sur de la ciudad

Caminito

Lo que no debes perderte en una visita a Buenos Aires en tres días en, sin duda, un paseo por los barrios de la zona sur de la ciudad: San Telmo y La Boca.

Puedes comenzar por el Parque Lezama, que alberga al Museo Histórico Nacional. A pocos metros te encontrarás con la legendaria Plaza Dorrego y su feria que, cada domingo, oferta antigüedades y es pródiga en artistas callejeros.

Pero aprovecha para recorrer las callecitas del barrio, con sus antiguas casas y bares. No dejes de admirar, por ejemplo, la Iglesia de San Pedro González Telmo, construida originalmente por los jesuitas en 1734. Tampoco deberías perderte el Museo de Arte Moderno, el Zanjón de Granados (más túneles), la antigua fábrica Canale, etc. Y aún queda mucho por descubrir.

Estadio de la Bombonera

Y ya en La Boca, se sabe que muchos de desviven por conocer la mítica Bombonera y poder contemplar allí el clásico de los clásicos futboleros: Boca-River. Aunque tampoco deberías dejar de darte una vuelta por el colorido Caminito y sus conventillos de chapa, visitar alguna de sus típicas cantinas, admirar la imponente estructura de hierro del antiguo Puente Transbordador o disfrutar de algunas de sus múltiples propuestas culturales.

Y es que como en todo lugar que se visita, en Buenos Aires también es ideal que te alejes de las típicas propuestas para turistas si quieres conocer a fondo su gastronomía y su cultura. Y pronto notarás que sobran opciones por doquier.

Otras propuestas para ver en Buenos Aires en tres días

Cementerio de Buenos Aires

Si el tiempo lo permite, no dejes de darte una vuelta por la librería El Ateneo Grand Splendid (Avenida Santa Fe 1860). Antes fue un cine y su arquitectura emula al Teatro de la Ópera, de París.

Toma luego la Avenida Callao hacia el Oeste y en Guido dobla a la izquierda hasta encontrarte con el impresionante Cementerio de la Recoleta, con sus mausoleos y los famosos personajes allí enterrados, entre ellos Eva Perón. A su lado se encuentra la Basílica Nuestra Señora del Pilar, la segunda iglesia más antigua de la ciudad.

Enseguida te situarás en la Avenida Alvear y seguro sentirás que estás en París. Así podrás apreciar en pocos metros el edificio de la Secretaría de Cultura, los palacios Maguire y Duhau y la Nunciatura Apostólica. En el barrio siguiente están el Jockey Club y los Palacios Ortiz Basualdo y Pereda, en la actualidad sedes de las embajadas de Francia y Brasil, respectivamente.

Pero si eliges desconectarte un rato tienes la opción de subirte a un autobús que te lleve hasta el Jardín Botánico y luego aprovechar para visitar al Museo Evita (Lafinur 2988). También puedes seguir hasta los famosos bosques de Palermo o dejar que el transporte público te acerque a Cabildo y Juramento, en el acomodado barrio de Belgrano, que allá lejos y hace tiempo era zona de casas de fin de semana. Aquí se impone una visita a una curiosa iglesia circular, el Museo de Arte Español Enrique Larreta o al Museo Histórico Sarmiento.

Como ves, la oficialmente denominada Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), tiene mucho para ofrecer. Y esto es solo el principio.