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En muchas mentes viajeras habita la percepción de que Benidorm es un destino para jubilados, británicos y los que buscan masificaciones, pero lo cierto es que este rincón alicantino es de lo más heterogéneo y da para mucho. Su disposición a orillas de Mediterráneo lo dota de una costa de más de cinco kilómetros, salpicada por magníficas playas, donde es posible disfrutar de las olas, la arena, la tranquilidad y los deportes acuáticos, especialmente buceo, ya que sus fondos marinos disponen de una gran biodiversidad.

A lo que se añade que tiene un clima que regala temperaturas de lo más agradables durante todo el año, pues en torno al 80 % de los días luce el sol, conllevando que cualquier época del calendario sea buena para aventurarse en esta ciudad de la Costa Blanca. Además, tiene un animado ambiente nocturno y una variopinta oferta de planes, en la que siempre hay opciones para todas las edades: parques temáticos, acuáticos, salas de cabaret, de bingo…

En ella, el urbanismo vertical y los rascacielos cobran un gran protagonismo confiriéndole carácter e identidad. Tanto es así que atesora en hotel más alto de Europa: el Bali, que perfila el skyline de la ciudad, haciéndola valedora del calificativo de la “New York Mediterráneo.

Benidorm es una ciudad que no pasa de moda, pues se reinventa cada día. Por ello, es uno de los destinos más concurridos de la Costa Blanca que, desde luego, es mucho más que todos los clichés y las ideas viajeras preconcebidas. Estas son algunas ideas para extraer todo el jugo a una de las ciudades de vacaciones por excelencia de España.

Sitios imprescindibles para ver en Benidorm

Las mejores Playas y calas

Benidorm no tendría sentido, ni tampoco sería la ciudad que es, sin sus playas. Las principales, en torno a las cuales se organiza la ciudad y el turismo, son Poniente y Levante. La primera es la más extensa, pues tiene un poco más de 3 km de longitud, y discurre dentro del entramado urbano, desde el puerto a Tossal de la Cala.

Wikipedia.

Es el lugar predilecto de los locales y los viajeros nacionales para disfrutar de las bondades de Mediterráneo y el ocio, ya que está acondicionada con un sinfín de posibilidades: plataformas flotantes, áreas con sombra para la lectura, oferta de juegos lúdicos-deportivos… Además, está recorrida por un singular paseo marítimo, que luce originales  formas serpenteantes, embellecidas por hileras de palmeras, el cual dispone de una generosa oferta de bares y restaurantes.

Por su parte, Levante se extiende entre Punta Pinet y Punta Canfali. Atrae principalmente a los viajeros extranjeros y, además, tiene mucha concurrencia, lo que conlleva que sea más complicado encontrar hueco para la sombrilla. El paseo marítimo que la decora es, además del lugar donde mejor se advierte el urbanismo vertical que da carácter a la ciudad alicantina, sumamente animado.

En él, el trajín toma el protagonismo al estar plagado de servicios turísticos: bares, restaurantes, tiendas y algunas de las discotecas de moda, lo que lo convierten en uno de los epicentros para noctámbulos para la ciudad.

Pero Benidorm también cuenta con opciones para darse un chapuzón en tranquilidad e intimidad como las calas del Tío Ximo y Almadraba, que salpican el extremo norte de la ciudad. La primera se encuentra justo a los pies de sierra Helada, entre gigantescos y escarpados acantilados, por lo que regala la oportunidad de disfrutar de unas vistas maravillosas.

Benidorm
Benidorm

Sus aguas claras permiten contemplar los bonitos fondos rocosos habitados por especies como las clavelinas, las morenas o las esponjas, siendo un punto de referencia para la práctica de esnórquel. Por su parte, Almadraba es pequeña y recogida, pues mide apenas 100 metros de longitud. Como su vecina Tío Ximo, es un lugar idóneo para hacer esnórquel y buceo por sus bonitos fondos rocosos, cubiertos por maravillosas praderas de posidonia

Por último, cala de Mal Pas, que está justo entre Levante y Poniente, permite disfrutar de un baño o de la tranquilidad sobre su fina arena dorada, con bonitas vistas de a la isla de Benidorm, donde, dicho sea de paso, se encuentra la reserva marina La Llosa, que atrae a los amantes del submarinismo.

Parques temáticos cerca de Benidorm

Benidorm puede presumir de tener una oferta de ocio de lo más sui generis, en la que hay planes de lo más interesantes para todo tipo de viajeros. Posiblemente, en este aspecto estriba el secreto de su eterno éxito, que mantiene con brío desde los 80 y 90. Buen ejemplo de ello son los parques temáticos, que permiten combinar el disfrute de las olas con otras actividades de lo más divertidas.

Terra Mítica es la joya de la corona, sobre todo para los amantes de las civilizaciones clásicas, ya que está ambientada en cuatro de las más importantes que se han sucedido a lo largo de la historia: Grecia, Roma, Egipto y Las islas & Iberia Park. Cada una de ellas cuenta con atracciones (suman un total de 30) y espectáculos propios, ofreciendo la posibilidad de conocer un poco más la idiosincrasia de dichas culturas mediterráneas. Por si fuera poco, tiene la montaña rusa de madera más larga de Europa.

Fuente: Wikipedia.

Quienes quieran cambiar el escenario del chapuzón y la diversión, pueden acercarse hasta Aqualandia, que está justo al lado de Mundo Mar. Se trata de un gigantesco parque acuático con más de 140.000 metros cuadrados consagrados al agua y las atracciones acuáticas, de las que hay de todos los tipos (toboganes, piscinas de olas, jacuzzis, zonas de masaje…) y para todas las edades, entre ellas el tobogán más grande de Europa con más de 33 metros de altura. No importa la edad, pues la diversión y la descarga de adrenalina están más que garantizadas.

Casco antiguo

Aunque Benidorm es un destino más orientado al turismo de playa y ocio, también atesora algunos atractivos culturales. Sin ir más lejos su casco antiguo es precioso y rebosa encanto. Ubicado entre las playas de Poniente y Levante, en la Punta Canfali, atesora joyas arquitectónicas de lo más interesantes como, por ejemplo, la iglesia de San Jaime y Santa Ana, que destaca por su cúpula azulada y la ornamentación clásica que muestra su fachada.

Fuente: Wikipedia.

A unos pocos pasos, se encuentra uno de los puntos más concurridos por los viajeros: el Balcón del Mediterráneo o Mirador de la Punta Canfali, que ocupa los restos del antiguo castillo que protegía la ciudad. Desde su balaustrada se puede contemplar una panorámica en 360 º del entorno o, lo que es lo mismo, los arenales de Levante y Poniente, los rascacielos, la montaña Puig Campana y la isla de Benidorm. Aunque lo mejor para adentrarse en este rincón histórico de la ciudad es deambular sin rumbo por sus callejuelas.

Dónde Alojarse y alojamientos recomendables en Benidorm

Benidorm puede presumir de ser la tercera ciudad de España con más plazas hoteleras, lo que, a priori, facilita la búsqueda de alojamiento bastante. Como además está muy preparada para el turismo, cualquiera de ellos cuenta con buenos servicios y cercanos unos de otros, pues no es una ciudad demasiado extensa.

Si buscas hotel cerca de la playa, con vistas al mar y un ambiente relativamente más tranquilo, lo recomendable es echar un ojo en la zona de la playa de Poniente. Los precios obviamente son más caros en temporada alta, pero si reservas con antelación, es posible conseguir algo asequible.

El entorno del arenal de Levante es perfecto para los que vienen con la intención de combinar el disfrute de sus fiestas con la playa. Igualmente, la oferta es muy generosa. Claro que para hacerse con algo barato hay que tener paciencia y ser previsor. No obstante, hay opciones más tranquilas como la cala Mal Pas, que se sitúa entre Poniente y Levante, y el rincón de Loix, que además incluye Mundo Mar y Aqualandia, perfilándose una opción a tener en cuenta si tienes pensado visitarlos.

Por su parte, el centro de Benidorm es, a diferencia de otros destinos, más tranquilo y económico, pues los viajeros tienden a buscar a alojamiento en los barrios costeros. Así que si no te importa dormir entre edificios ni estar un poco más lejano de las playas, ojea en esta zona. Con suerte, encontrarás algo que se ajuste a tu bolsillo.

Si no tienes límite de presupuesto y quieres darte un capricho, puedes alojarte en el Bali. Podrás presumir de dormir en el hotel más alto de Europa, de contemplar unas vistas únicas desde su terraza y de disfrutar de una estancia con todos los servicios posibles y los lujos que pagues, claro.

Tarjetas de transporte

El autobús y la bici conforman la red de transporte público de Benidorm. Por lo que respecta al primero, si no es tu intención usarlo mucho, es decir, desplazamientos puntuales, probablemente lo más interesante sea comprar un billete sencillo, que cuesta entre 1.20 € y 1.50 €, en función de la línea escogida.

Si, por el contrario, vas a recurrir a él con frecuencia o tienes pensado realizar excursiones a enclaves cercanos, lo más económico es hacerse con una tarjeta turística. Las hay con una duración de 24 y 72 horas o 7 días, ninguna de las cuales tiene límite de viajes ni destinos. Así, podrás acercarte por el mismo precio hasta Guadalest, Relleu o las fuentes de Algar e incluso usar los buses panorámicos. Además, tienes la ventaja añadida de que puedes comprarlo en el bus. El precio de la de 24 horas es de 9.50 €; el de 72 vale 19.50 €; y el de 7 días cuesta 29.50 €.

Cómo moverse por la ciudad y dónde aparcar en el centro de Benidorm

Benidorm es una ciudad relativamente pequeña, por lo que puedes ir caminando sin mucho problema de una playa a otra o hasta el centro, que además es la mejor manera de descubrir su auténtica esencia y sus entresijos. Pero si necesitas o quieres usar un medio de transporte, ya sea por las condiciones meteorológicas, porque no quieres perder tiempo o estás cansado, hay varias opciones de transporte público. La más cómoda es el autobús urbano, que está gestionado por la empresa Llorente. Dispone de 18 líneas, que enlazan todos los puntos de la ciudad, especialmente las zonas de las playas de Poniente y Levante, el centro y los distintos parques temáticos. En invierno, funciona desde las 06:00  hasta las 22:30; en verano, hasta las 00:00.

Otra alternativa, a la que cada vez recurren más viajeros, es la bicicleta. Obviamente, es un medio más sostenible y, en este caso, cómodo, pues la ciudad es bastante llana y el número de carriles bici va en aumento. El ayuntamiento dispone de un sistema público de alquiler y puedes informarte aquí.

Una vez estés dado de alta, únicamente tienes que dirigirte a la estación más cercana y escoger el modelo que desees. Puedes devolverla en el momento que quieras, pues el servicio está disponible todos los días del calendario y durante las 24 horas del día. Al dejarla en la estación, es importante que te asegures que, tras introducir el anclaje, la luz verde parpadea. De lo contrario, constará que no la has devuelto.

Fuente: Wikipedia.


Si has decidido desplazarte por la ciudad en vehículo privado, debes saber que aparcarlo es una tarea un poco complicada, sobre todo durante la época estival al haber mucha afluencia turística. A lo que se añade la reciente restricción del ayuntamiento para aparcar a los no empadronados en una treintena de calles, que comprenden la parte alta del corazón de la ciudad y Aigüera.

Pero si quieres probar suerte y buscar aparcamiento gratis, nuestra recomendación es que no lo hagas en las zonas próximas a las playas. Tendrás más facilidades en la parte de la Ciudad Deportiva o las avenidas Cuba o Comunidad Europea, pues suelen disponer de más aparcamientos libres. Los que no quieran perder tiempo, tienen la opción de dejar el coche en un parking público o en uno de los más de 30 disuasorios que dispone, cuya localización puedes consultar en este enlace.

Cómo llegar

El aeropuerto Alicante-Elche es el más próximo (por decirlo de alguna manera) a Benidorm, pues está unos 60 km, constituyendo la principal vía de entrada para los viajeros que vienen del exterior. Está excelentemente comunicado con la ciudad alicantina a través del bus, que sale del vial de salidas y conecta directamente con la estación de autobús de Benidorm. Tarda en llegar unos 45 minutos, aproximadamente.

Otra opción es optar por el tren TRAMP. Para ello, hay que coger la línea C6 de bus hasta la estación de Luceros de Alicante y, una vez allí, hacer trasbordo a la línea ferroviaria L1, que conecta con Benidorm.

Quienes viajan desde cualquier ciudad de la Península Ibérica en coche privado pueden acceder por la AP-7 o la Nacional 332 fácilmente.

El autobús es otra opción disponible y funcional, por cuanto a su estación llegan autobuses de un buen número de provincias españolas como Madrid, Barcelona, Sevilla, Córdoba, Asturias… Merece la pena, siempre y cuando tu origen no diste demasiado.

Excursiones de un día desde Benidorm

Benidorm tiene atractivos y entretenimiento para rato, pero sus alrededores también guardan rincones de lo más interesantes. Así que si te sobra tiempo o quieres adentrarte un poco más en su esencia, conviene hacerles un visita.

Fuentes del Algar

Estas maravillosas cascadas naturales están a poco más de 15 km de Benidorm, en la localidad de Callosa d’en Sarrià. Son un enclave privilegiado para los amantes de la naturaleza y el turismo activo al estar abrazadas por un impresionante paisaje kárstico y horadada por canales, desfiladeros, acequias y fuentes que el río Algar ha creado en su discurrir.

Tanto es así que están declaradas Zona Húmeda protegida por Acuerdo del Gobierno Valenciano. En ellas, puedes darte un chapuzón, navegar por el río o simplemente sentarte y ya. Dispone además de una zona de picnic y servicio de atención turística donde puedes informarte de todo lo que puedes hacer en este espacio.

En las inmediaciones hay cinco restaurantes y Dino Park, un parque consagrado al curioso mundo de los dinosaurios. De hecho, contiene versiones de diferentes especies robóticas y estáticas a tamaño natural, además de un jardín botánico de cactus, cine 3 D y un patio paleontológico. Sin duda, una excursión que merece la pena, sobretodo si viajas en familia o eres un amante de la Prehistoria.

Fuente Wikipedia.

Altea

Menos de media hora en coche se tarda en llegar a esta localidad de la Marina Baja, cuya visita es de lo más recomendable para quienes quieren seguir disfrutando de las bondades de la Costa del Blanca, la gastronomía y un ambiente mediterráneo de lo más encantador. Son muchos los que comparan a este pueblo pesquero con Santorini, pues sus casas también lucen un blanco impoluto y miran tan empinadas al mar que parece que, de un momento a otro, van a precipitarse a sus aguas.

Entre ellas, se cuela el bonito casco antiguo, salpicado de miradores privilegiados y monumentos arquitectónicos de lo más interesantes como la iglesia parroquial coronada con una singular cúpula. Además, atesora playas (una ‘dogfriendly’, que está entre el puerto e Illeta) y calas de lo más encantadoras para resarcirse con las olas y el mar, y un animado puerto que te permitirá adentrarte en su auténtica esencia.

Castell de Guadalest

Otra excursión interesante, sobre todo para los viajeros más inquietos, y cercana, pues no implica más de media hora desde Benidorm, es esta localidad del interior de Alicante. Se encuentra en la comarca de la Marina Baja y, aunque vive a la sombra de otros pueblos costeros, lo cierto es que tiene poco que envidiarles, a pesar carecer de mar. Y es que está coronada con un magnífico castillo musulmán, que se encarama imperioso en la parte alta del pueblo, perfilando su skyline.

Además, sus callejuelas son estrechas y zigzagueantes, rebosan encanto medieval y atesoran edificios de lo más interesantes como la casa Orduña, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o el castillo de Alcozaiba.

Fuente: Wikipedia.

Estas solo son algunas ideas, pues el entorno benidormense guarda muchos enclaves aptos para todos los intereses viajeros. Así, quienes buscan mar, playa y practicar deportes náuticos pueden acercarse hasta Calpe, Denia o Torrevieja. Por su parte, Bernia, Tárbena o Confrides se presentan ideales para descubrir el interior y el alma más agreste de Benidorm y Alicante. Los que persiguen disfrutar de actividades de turismo activo, las opciones más cercanas son las sierras de Aitana y Bernia o el parque natural de Sierra Helada. Sin olvidarnos de la isla de Benidorm, que se ubica justo delante de la ciudad. Conocida popularmente como la isla de los periodistas, se perfila un lugar privilegiado para practicar buceo, kayak, esnórquel e incluso senderismo por los caminos que la atraviesan.