La Rioja tiene una riqueza cultural y paisajística increíble. Y todo ello con la enorme ventaja de que sus atractivos turísticos se encuentran a distancias muy cortas, y más que asumibles durante una escapada al territorio riojano. Se puede disfrutar de paisajes serranos, y un poco más allá encontrarse con tierras de cultivo junto al Ebro, o podemos visitar pueblos cargados de historia y bodegas desbordantes de vino y modernidad. De todo eso y de algo más os vamos a hablar en nuestra selección con los rincones más encantadores de La Rioja:

Museo de la Cultura del Vino

Museo de la Cultura del Vino

Comencemos por lo más emblemático de La Rioja: el vino. El producto que ha hecho famoso su nombre en el mundo entero. Pues bien, a lo largo y ancho de la extensión del territorio riojano hay numerosas bodegas y viñedos que visitar, pero queremos mencionar la sede de Dinastía Vivanco, donde hay un Museo sobre la Cultura del Vino que va mucho más allá de la típica exposición enológica. Aquí se hace un canto a la importancia mundial e histórica de este manjar de dioses.

Y por si fuera poco, la bodega se halla en el hermoso pueblo de Briones, con sus grandes palacios como el del Marqués de San Nicolás o la bellísima iglesia de Nuestra Señora de la Asunción cuyo campanario es visible desde varios kilómetros a la redonda.

Sierra de la Demanda

Sierra de la Demanda

No obstante hay que decir que no todo en La Rioja son viñas y bodegas. También hay espacios naturales fantásticos y sorprendentes. Uno de ellos es la Sierra de la Demanda, integrada en la Cordillera Ibérica que discurre por toda la Comunidad Autónoma.

Recorrerla es todo un placer para los amantes de la historia, dado los pequeños pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Y también es interesante para los apasionados de la naturaleza, ya que descubre robledales, hayedos o bosques de pino de gran riqueza natural. De hecho esta sierra tiene mucho que ofrecer, tanto en la vertiente riojana, como en la castellano leonesa, donde por ejemplo se encuentra el famoso yacimiento de Atapuerca.

Monasterio de San Millán de la Cogolla

San Millán de la Cogolla
San Millán de la Cogolla

En realidad tendríamos que hablar de los monasterios de Suso y Yuso. Dos joyas del arte y la historia de La Rioja. El más antiguo y escondido en el bosque es el de Suso. Mientras que el de Yuso es el más monumental y rico en objetos litúrgicos.

Pero la visita a San Millán de la Cogolla no solo es atractiva por la religión, el arte y la historia, también lo es por la lengua y la literatura. Sí. Aquí aparecieron los primeros escritos en lengua castellana y en euskera. Y como guinda, a escaso kilómetros está el pueblo de Berceo, lugar de nacimiento de Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nombre conocido en nuestra lengua.

Calahorra

Calahorra
Calahorra

Al sur de La Rioja y a un paso de las aguas del Ebro que atraviesa toda la comunidad se encuentra la población de Calahorra, cuyos orígenes nos trasladan a tiempos de los romanos, cuando el lugar se llamaba Calagurris. Ellos ya supieron explotar la fertilidad de estas tierras que tienen una huertas increíbles incluso, hoy en día. De hecho aquí hay que visitar el Museo de la Verdura, además de que hay que catar esos productos en los restaurantes locales.

Eso ha hecho del lugar extraordinariamente próspero, tanto que es la ciudad riojana más importante de La Rioja después de la capital, Logroño. Y como ciudad importante e histórico, también ofrece un valioso patrimonio como sus iglesias, con la catedral de Santa María al frente, o los diversos espacios históricos de época romana.

Santo Domingo de la Calzada

Santo Domingo de la Calzada

Otro lugar cargado de un patrimonio histórico y artístico sensacional es Santo Domingo de la Calzada, una de las paradas más relevantes del Camino de Santiago a su paso por La Rioja. De hecho, lo de Calzada alude a la propia ruta jacobea, en la cual Santo Domingo fundó aquí un albergue para los peregrinos.

Pasear por este pueblo de arquitectura de piedra es una verdadera delicia. Y nuestro consejo es hacerlo con calma, y a ser posible con una visita guiada. Es la mejor forma de descubrir muchas de las leyendas e historias de este lugar de La Rioja, que es mucho más que su famoso dicho de Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada.

Ezcaray

Ezcaray

Relativamente cerca se encuentra el pueblo de Ezcaray. Aquí es donde mejor se puede respirar el ambiente montañero de La Rioja. Y es que se trata de una población ubicada a los pies de una montaña. Y esa montaña, en su parte más elevada, tiene ni más ni menos que la única estación de esquí de La Rioja: Valdezcaray.

En invierno, la opción está clara, durante el día practicar un poco de esquí y a la tarde gozar de la gastronomía local. Mientras que con la llegada de los calores y la desaparición de la nieve, los esquís se cambian por las botas de senderista o la bici de montaña. Si bien, igualmente hay que gozar de los platos con lo mejor de la cocina riojana.

Haro

Haro

Y si hemos comenzado este repaso a los rincones con más encanto de La Rioja hablando de vino, vamos a acabar de la misma manera. Para lo cual, nada mejor que descubrir la localidad de Haro, considerada la capital del vino. Es impresionante el número de bodegas de esta población. Así como es impresionante su rico patrimonio, propio de un lugar donde las uvas han proporcionado una gran riqueza desde hace décadas. Tanto es así que, ¿sabías que fue uno de los primeros sitios de España donde hubo un alumbrado público?