Denominada también como la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, la Orden de los Templarios fue una de las órdenes religiosas y militares más importantes de la Edad Media. Su origen se encuentra en el año 1118. Y en su fundación participaron 9 caballeros de procedencia francesa que liderados por Hugo de Payns tenían como propósito defender a los peregrinos cristianos que viajaban hasta Jerusalén para visitar el Santo Sepulcro. Surgen tras la primera cruzada y su importancia es tal que la Iglesia Católica los reconoce oficialmente en el Concilio de Troyes en 1129.
Gracias a su labor y a la inteligencia de sus líderes rápidamente se extendieron por toda Europa occidental. Creció su fama, su poder y sus propiedades. Y en su manto de color blanco, podían llevar la cruz ancorada como símbolo del martirio de Cristo. Un privilegio que les había concedido el papa Eugenio III en 1147.
Contaban con monjes guerreros y otros que se dedicaban a otro tipo de labores como las administrativas, las arquitectónicas, las diplomáticas, etc. Y pronto, comenzaron a ser temidos debido al gran poder que atesoraban. Así, en 1312 el Papa Clemente V los declaró herejes y disolvió totalmente la Orden. Una declaración que tenía por detrás presiones del rey Felipe IV de Francia, quién estaba totalmente endeudado con los Templarios.
Así, desde inicios del siglo XIV, los templarios comenzaron a ser perseguidos, torturados y quemados en hogueras instaladas en plazas públicas. Una masacre que terminó con el último gran maestre, Jacques de Molay, quemado en una hoguera plantada frente a la Catedral de Notre Dame en 1314.
La llegada de Orden de los Templarios a España
En España también existió la Orden de los Templarios. Así en el año 1131 el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III ingresa en esta orden militar. Y desde ese momento comenzarán a ser una de las órdenes más importantes en el territorio gobernado por la Corona de Aragón.
Sin más, nos encontramos con que en su testamento, el mismisimo rey Alfonso I de Aragón, cedía el reino a la Orden del Temple junto a otras órdenes mendicantes y militares. Algo que nunca llegó a materializarse debido a que el testamento finalmente fue invalidado por varios nobles. Aunque sí se les concedieron muchos privilegios. Allí crearon el maestrazgo de Aragón.
Mientras que en el Reino de Castilla ayudaron a luchar contra los reinos musulmanes como si fuese parte de una nueva Cruzada y a repoblar varios territorios. En este reino crearon el Maestrazgo de Castilla que incluía los reinos de León y de Portugal. Custodiaban y protegían a los peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Y su presencia se hizo clave en todo el territorio. Por ello, encontramos sus huellas por medio de una serie de edificios que a continuación te mostramos.
Las huellas de los Templarios en España
Las huellas de los Templarios en España se pueden seguir por medio de la visita de castillos, ermitas e iglesias. Destacando entre todos ellos:
Castillo de Ponferrada, León
Es quizás el más importante de todos los que ocuparon los Templarios en el Reino de Castilla. Su origen se encuentra en un poblado celta, un castro, que se encontraba delimitado por una cerca. Este poblado fue adquiriendo una mayor relevancia hasta que en 1178 fue ocupado por los caballeros de la Orden del Temple bajo el auspicio del rey Fernando II. Muchas serán las idas y venidas de los caballeros, las trifulcas y apoyos a los distintos reyes.
Pero sobre todo, muchas serán las reformas y ampliaciones que sufra este castillo gracias a la Orden. Visitarlo es adentrarse en la Edad Media. Recorrer pasillos y estancias llenas de historia y sentir cómo laten las piedras de sus muros. Se puede visitar de lunes a domingo y cuenta con varias tarifas. Todos los miércoles la entrada es gratuita. Así como algunos días festivos.
Iglesia de San Polo, Soria
Una bonita y enigmática iglesia que tradicionalmente se ha atribuido a la Orden del Temple. Del siglo XIII se ubica a orillas del río Duero y es una auténtica maravilla para los sentidos y cuenta con su propia huerta y jardines.
Castillo de Peníscola, Castellón
Una espectacular fortificación a orillas del Mar Mediterráneo que sirvió de refugio a la Orden del Temple y posteriormente al Papa Luna, Benedicto XIII de Aviñón, quien se trasladó allí en 1411.
Destaca por lo inexpugnable de sus torres, por lo austero de sus salas y por lo estratégico de su ubicación y de su distribución interior. Se puede visitar todos los días y cuenta con varias tarifas de acceso. Así como servicio de visita guiada, audioguia descargable por Internet.
Castillo de Miravet, Tarragona
Es uno de los edificios templarios más bonitos de toda España. Sobre todo por las vistas que se tienen desde él del río Ebro. Su construcción se llevó a cabo en 1153 y cuenta con una impresionante muralla de unos 25 metros de altura.
Iglesia de Santa María de Eunate, Navarra
Se trata de una preciosa iglesia de estilo románico que fue edificada en 1170 por los Templarios. Su planta es octogonal y entre sus piedras podemos encontrar cientos de marcas asociadas con canteros templarios. Parece que su fin era servir de refugio a los peregrinos del Camino de Santiago así como de cementerio para estos.
Castillo de Jerez de los Caballeros, Badajoz
Ubicado en el Maestrazgo de Castilla, esta fortaleza de Jerez de los Caballeros es una de las mejores conservadas de todas las que habitaron los monjes templarios.
Como habrás visto, los edificios que se vinculan de una manera u otra a la Orden del Temple son muy numerosos. En Madrid por ejemplo, tenían la iglesia de San Juan del Viso y la Iglesia de Nuestra Señora en Campo Real. Toda la costa de Cataluña y Valencia está plagada de torres y castillos defensivos construidos o ampliados por dicha Orden. Al igual que las dos Castillas, Extremadura y el norte del país.
Recorrer las distintas rutas templarias por las diversas regiones de España es una maravilla pues podrás sentir cómo era la vida durante la Edad Media. Y podrás comprobar el inmenso poder que esta Orden llegó a tener en prácticamente toda España y en el resto de Europa.
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