Desde hace siglos, han sido millones los peregrinos que han recorrido las rutas que llevan a los principales santuarios que existen en Europa. También en la actualidad son miles las personas, creyentes o no, que se acercan a descubrirlos combinando la experiencia espiritual o de introspección personal con el disfrute de estar en lugares únicos.
Templos de espléndida arquitectura que guardan en su interior magníficas obras de arte, santuarios marianos construidos en bellos parajes naturales, historias de milagros y apariciones, soberbias catedrales… el turismo religioso tiene mucho que ofrecer y los lugares de peregrinación de Europa impactan por distintos motivos a todo el que se acerca a descubrirlos.
Catedral de Santiago de Compostela (España)
La plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, es el punto donde confluyen las distintas vías que dan forma al Camino de Santiago, sin duda, una de las rutas de peregrinación cristiana más importantes del mundo, desde el Medievo hasta la época actual.
La plaza, presidida por la fachada barroca de la monumental catedral de Santiago, tiene algo que la hace especial, quizá la espiritualidad de los miles de peregrinos que llegan a ella cada día unida a la armonía que crean los edificios que la circundan: el hostal de los Reyes Católicos (hoy parador nacional), el palacio Raxoi (actual ayuntamiento de Santiago) y el colegio de San Xerome.
Según la tradición católica, en la catedral está enterrado el apóstol Santiago, que llegó a Galicia tras ser martirizado y morir en Jerusalén. Se cree que fue enterrado en este lugar, antiguamente llamado monte Libredón, aunque el sepulcro del santo cayó en el olvido hasta que, en el siglo IX, fue descubierto.
En tiempos del rey Alfonso III se inició, en este mismo lugar, la construcción de la actual catedral, consagrada en el año 899. Desde entonces, peregrinos de todo el mundo no han cesado de llegar a Santiago para venerar al santo apóstol y para contemplar maravillas como el Pórtico de la Gloria, el claustro plateresco, el popular botafumeiro y las incontables obras de arte que guarda la catedral compostelana en su interior. Todo, unido a la posibilidad de descubrir una ciudad repleta de rincones con encanto y con el aliciente extra de la rica gastronomía gallega.
Santuario de Fátima (Portugal)
El santuario de Nuestra Señora del Rosario, en Fátima, también recibe cada año a más de cinco millones de peregrinos en la enorme explanada de la oración, elemento clave de uno de los santuarios marianos más importantes de Europa.
Se encuentra a unos 120 kilómetros de Lisboa y se erigió en Cova de Iría, justo en el lugar donde, según la religión católica, la virgen María se apareció, en mayo de 1917, a los niños Francisco, Lucía y Jacinta, pastorcillos a los que transmitió su mensaje y a los que también pidió que los habitantes del pueblo levantasen una capilla en ese mismo lugar.
La Capilla de las Apariciones, justo en el sitio donde se encontraba la encina en la que se apareció la virgen, sobrecoge por la fe de los devotos que a ella acuden. Importantes son también la imponente basílica de Nuestra Señora del Rosario y la de la Santísima Trinidad.
Santuario de Lourdes (Francia)
Lourdes es un pequeño pueblo del sur de Francia inmerso en el magnífico paisaje pirenaico, muy cerca de la frontera con España. Merece la pena incluirlo en cualquier ruta por la hermosa región de Occitania, en el departamento de los altos Pirineos. La encantadora villa medieval sorprenden con sus coquetas calles y con el castillo que la preside desde un montículo rocoso, pero, además, aquí se encuentra uno de los santuarios marianos más importantes de Europa al que acuden con fe millones de personas de todo el mundo para rezar a la virgen y, en muchos casos, pedirle la sanación de alguna enfermedad.
El catolicismo señala que, en este lugar, a orillas del río Gave, comenzaron, en 1854, una serie de apariciones en las que la virgen se manifestó ante los ojos de la niña Bernardita Soubirous en la gruta Massabielle. La virgen dijo a la pequeña que era la Inmaculada Concepción.
La gruta, de donde brota un manantial cuya agua, para algunos milagrosa, se puede beber en distintos puntos del recinto, es el centro espiritual de este enorme lugar sagrado (53hectáreas) en el que destacan sus tres basílicas: la esbelta basílica neogótica de la Inmaculada Concepción, la de Nuestra Señora del Rosario, en estilo románico – bizantino y la basílica subterránea de San Pío.
Basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano)
Es el templo cristiano con el espacio interior más grande del mundo y, sin duda, simboliza el corazón, el centro espiritual de la Cristiandad. Motivos sobran para descubrir Roma, un destino turístico de primer orden, y, también, para incluir en el viaje a la capital italiana, una visita a la Ciudad del Vaticano.
Una vez en la ciudad – estado, es fácil quedar sobrecogido por la monumentalidad de la Plaza de San Pedro, obra de Bernini y espléndido ejemplo de arquitectura barroca. La plaza, con su peculiar forma ovalada y su columnata parece hecha para acoger a los miles de feligreses que congrega frente a la fachada principal de la basílica de San Pedro, en muchos casos para escuchar al Papa o recibir su bendición.
Ya en el interior, las dimensiones de la basílica papal (que no catedral) impone y recorrerla, además del sentimiento religioso que puede implicara el hecho de estar en el lugar que se estima está enterrado San Pedro (y sus sucesores) hay que prestar atención a obras de arte de incalculable valor, desde el baldaquino de Bernini, sobre el altar mayor, hasta la Piedad de Miguel Ángel con toda su delicada belleza.
Monasterio Jasna Gora en Czestochowa (Polonia)
La ciudad de Czestochowa, a algo más de 200 kilómetros de Varsovia, está considerada la capital espiritual de Polonia, ya que, en ella se encuentra el monasterio Jasna Gora (Monte Claro) al que acuden peregrinos de todo el mundo para rezar ante la imagen de la venerada Virgen Negra.
En el recinto monástico, con más de 600 años de historia destaca la basílica gótica cuya esbelta torre puede verse muchos kilómetros a la redonda y también la pequeña capilla donde se encuentra el cuadro de la virgen milagrosa que, según la tradición católica, pintó el evangelista san Lucas.
El santuario de la considerada patrona de Polonia es un lugar histórico, cargado de espiritualidad, al que han acudido peregrinos tan destacables como el papa Juan Pablo II. En la visita conviene incluir, además de la capilla donde orar a la virgen de Czestochowa, un recorrido por el museo y la biblioteca del monasterio.
Asís (Italia)
Asís (Assisi en italiano) es el lugar donde nació y vivió san Francisco, el fundador de la orden franciscana, considerado por muchos el santo ‘patrón de los animales’. También es la ciudad de santa Clara, fundadora de las Clarisas y quizá por la presencia histórica de ambos santos, Asís es uno de los más importantes destinos de peregrinación de Italia al que acuden cada año millones de creyentes. Combinar fe con visitas culturales es sencillo en esta ciudad, antiguo burgo medieval que es un auténtico placer descubrir.
La espectacular basílica de San Francisco es la primera parada en el recorrido. Se trata de una construcción del siglo XIII de imponentes dimensiones que, en realidad, son dos basílicas: una inferior, donde se encuentra el sepulcro del santo y una superior donde destacan los frescos pintados, entre otros grandes artistas, por Giotto.
La basílica de santa Clara, la catedral de San Rufino y todo el coqueto centro histórico de Asís, con la plaza del Comune (ayuntamiento) como corazón del casco antiguo, son lugares que no se pueden dejar de visitar.
Rocamadour (Francia)
Rocamadour no es solo uno de los pueblos más bonitos de Francia y uno de los lugares más visitados del país vecino. También es un importante lugar de peregrinación porque aquí se encuentra la tumba de San Amador (Amadour), en un recinto en parte excavado en la propia roca, que incluye varios santuarios siendo los más importantes: la capilla de Notre Dame, donde se venera una escultura de la virgen Negra, la capilla de Saint Michel y la basílica de Saint Sauveur.
El paisaje de Rocamadour impresiona tanto por su belleza como por la espiritualidad que encierra el lugar. El encantador y pequeño pueblo de los Midi Pyrénées se encarama en la escarpada montaña que da forma al cañón del rio Alzou creando una estampa inolvidable. Llegar hasta los santuarios y la tumba del Santo supone, para muchos creyentes, subir a pie los 216 escalones de la Gran Escalera que lleva hasta ellos, culminando, así, la peregrinación.
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