Un crucero es una experiencia muy especial que siempre sorprende, especialmente cuando se realiza por primera vez. Navegar de puerto a puerto hacia nuevos destinos, captando imágenes únicas desde la perspectiva que te ofrece el mar, es algo que no se olvida.
A las ‘postales’ de mar y costa que se pueden contemplar desde el barco, hay que sumar el atractivo que ofrece la vida a bordo. Las distintas compañías navieras compiten por ofrecer el mejor servicio a sus pasajeros junto a un sinfín de opciones de ocio y descanso. Si tienes previsto embarcar próximamente, te interesa conocer algunos de los aspectos clave de los que depende el éxito de un crucero.
El itinerario
En la actualidad, los cruceros son ‘hoteles flotantes’ que se desplazan por los mares y océanos de todo el Planeta. Desde España, los más habituales son los que navegan por el Mediterráneo, pero entre los itinerarios más demandados, destacan también los que permiten descubrir las islas griegas o los fiordos noruegos, sin olvidar los cruceros por el Caribe o los, cada vez más solicitados, cruceros por los Emiratos Árabes.
La oferta es amplia y en cualquier caso, a la hora de elegir ruta debes fijarte en una serie de variables básicas, entre otras: el interés que tengan para ti los destinos que vas a poder visitar, la duración de la travesía, la climatología y el estado de la mar según época del año, las recomendaciones en cuanto al pasaje (recomendado para viajar niños, cruceros idóneos para ‘singles’…) y, por supuesto, el coste del viaje. Elegir el itinerario apropiado, es un buen comienzo.
El barco y el camarote
Antes de reservar tu viaje, fíjate en las instalaciones y servicios que ofrece el barco del crucero. Las navieras buscan sorprender con barcos cada vez más grandes que cuenten con más espacios y atracciones para disfrutar. Piscinas, solárium, paseos interiores, parques infantiles, gimnasio, teatro, casino, discoteca… cuantas más opciones de diversión, ¡mejor!
En cuanto a tu alojamiento, también tienes una amplia variedad de camarotes (y precios) desde los interiores, más económicos, hasta los que cuentan con balcón exterior, sin olvidar las lujosas suites. Toca encontrar el equilibrio entre tus necesidades y tu presupuesto.
El precio: ¿todo incluido?
A la hora de planificar tu viaje debes valorar los posibles gastos extra en el barco sabiendo, en todo momento, qué incluye tu billete y qué no. Salvo excepciones, la plaza a bordo va a incluir la estancia en el camarote elegido y la pensión completa. Además, numerosas actividades y servicios en el barco no suelen llevar coste adicional: hamacas en el solárium, acceso a espectáculos, piscinas, baile, juegos… Aún así puede que te interese contratar distintos ‘paquetes’ que incluyan, por ejemplo, todas las consumiciones (algo aconsejable dado que abonarlas en el barco suele salir más caro).
Pasos previos: Documentación, check – in y llegada al puerto de partida
Hay que recordar que dependiendo de los destinos, será imprescindible contar con DNI o pasaporte (y en algunos casos visado) tanto en el primer embarque, como cada vez que subas o bajes del barco.
Con la tecnología actual, hacer el check – in es fácil. La mayoría de las navieras permite iniciarlo a través de aplicaciones propias. Con tu móvil podrás acceder a ellas, rellenar los datos que te soliciten, incluso hacerte la foto que piden siguiendo las indicaciones de la app.
De esta manera, unos días antes del inicio del viaje y en pocos pasos tendrás hecho en tu móvil el ‘pre – embarque’.
Finalmente, antes de subir al barco, llega el momento de realizar la identificación de cada pasajero, comprobando la documentación necesaria para, seguidamente, proporcionarle su cruice card, una tarjeta esencial durante el tiempo en el que estés a bordo, ya que puede valer para un sinfín de gestiones, desde abrir la puerta del camarote, hasta funcionar como método de pago (siempre que esté asociada a una tarjeta bancaria de crédito).
Entre los trámites previos hay que incluir, también, el traslado hasta el puerto de salida. Sea cual sea el medio de transporte que elijas para llegar, ve a puerto con suficiente antelación teniendo muy presente tu hora prevista de embarque.
El equipaje
Preparar la maleta para un crucero requiere cierta organización para que ni sobre, ni falte. Lógicamente, el equipaje va a depender de las preferencias personales, pero, en cualquier caso, hay algunos básicos que conviene recordar. Ropa y calzado de baño, blusas, camisas, vestidos, bermudas… y algo de abrigo, porque en alta mar puede que lo necesites incluso en pleno verano… no olvides llevar alguna prenda elegante para la noche de ‘gala’ que suele haber en la mayoría de los cruceros. Recuerda también unos zapatos cómodos para las excursiones en tierra.
El día y la noche: actividades a bordo
Descanso y diversión son objetivos en un crucero y las compañías se esmeran en ofrecer propuestas para todos los gustos y edades.
En tu camarote recibirás el programa diario con información importante, como la hora de llegada puerto, y también con múltiples sugerencias. Leerlo con atención te permitirá organizar mejor la jornada y, así, no perderte nada de lo que te interese. Podrás conocer los espectáculos teatrales previstos, las promociones en tiendas y restaurantes del barco, las fiestas nocturnas o noches ‘temáticas’, los concursos… ¡te faltará tiempo para hacerlo todo!
Excursiones
Bajar a tierra para descubrir nuevos destinos es parte de la aventura y del encanto de un crucero. Tienes varias opciones para realizar las visitas. Las propias navieras las organizan. Puedes contratarlas directamente en el barco, aunque si lo tienes claro, mejor hacerlo antes de iniciar el viaje (ahorrarás dinero).
También tienes agencias y turoperadores que esperan a los cruceristas con sus autocares para ofrecerles sus visitas guiadas. Otra opción son las excursiones privadas reservadas de manera anticipada, buena idea para aquellos que viajan en grupo, y puedes, simplemente, desembarcar y lanzarse a descubrir la ciudad a tu aire.
Dispondrás solo de unas pocas horas para conocer el destino al que has llegado. Las excursiones de crucero permiten, únicamente, una pequeña pincelada, tenlo en cuenta para evitar decepciones (no da tiempo de verlo todo). Si vas por tu cuenta, fíjate muy bien en la hora límite para volver a embarcar, no vayas a quedarte en tierra.
Gastronomía
La gastronomía en los cruceros suele ser buena. Por norma general, las comidas se ofrecen en bufés, caracterizados por su amplitud de horarios (están abiertos prácticamente todo el día) y una extensa variedad de platos.
Las cenas, en cambio, generalmente tienen lugar en alguno de los comedores del barco y cada pasajero tiene asignado su lugar en una mesa concreta. Habitualmente son menús con varios platos entre los que elegir.
La mayoría de los barcos completa su oferta gastronómica con restaurantes especializados en carnes, pescados o en un tipo de comida concreto: griega, mexicana… aunque ¡ojo! no suelen estar incluidos y no son baratos. ¿una sugerencia para el desayuno?… tomarlo, si es posible, en tu propio camarote contemplando el mar (el servicio de camarote puede tener cargo adicional).
Seguridad y delimitación de espacios
Cumpliendo la normativa internacional de seguridad, todos los pasajeros están obligados a realizar el simulacro de emergencia.
Generalmente consiste en una charla explicativa por parte de la tripulación (o a través de un video) que detalla qué hacer y a qué punto del barco acudir si suena la señal acústica de alarma, que indica la necesidad de salir inmediatamente del camarote.
Para el bienestar de todos, también es importante respetar las zonas delimitadas del barco. En la mayoría hay una zona de seguridad próxima a la proa a la que no es posible acceder (olvídate de la foto del ‘Titanic’).
Además, respetar las áreas específicas para determinados fines es esencial para la buena convivencia a bordo. Por ejemplo, solo está permitido fumar en puntos claramente señalizados.
Internet
Si necesitas usar Internet, muchas compañías ofrecen ‘packs’ para hacerlo con seguridad y a un precio cerrado. Te cuidado porque incluso en los cruceros por el Mediterráneo, navegar por la Red sin tener un precio fijado previamente, puede salirte muy caro. Conéctate solo a la wi fi del barco si te indican, expresamente, que hacerlo no implica coste adicional. A la Red general, conéctate solo estando en tierra (si estás en un país de la Unión Europea el roaming no será gasto extra). Durante la navegación, pon tu móvil en modo avión porque de lo contrario puedes tener un susto con tu factura telefónica.
Únete a la conversación