Si tenemos que definir el origen de la Ciudad de Vascos, el motivo o la causa por la cual se despobla, sólo podemos llegar a una conclusión: es un completo misterio.
Gracias a la ciencia y la arqueología pudimos obtener algunos descubrimientos y certezas sobre el sorprendente yacimiento de Ciudad de Vascos, lugar que nos permite entrar por una pequeña grieta de la historia para ser partícipes del pasado islámico en la Península Ibérica.
Pero, ¿qué podemos encontrar en el yacimiento de Ciudad de Vascos? Un paisaje terroso y árido en donde nos topamos con arrabales, casas, mezquitas, baños, cementerios y murallas; un viaje en el tiempo que nos transportan a mirar la huella patrimonial que dejaron los árabes en la provincia de Toledo.
¿Qué hay en el yacimiento de Ciudad de Vascos?
El sitio arqueológico de Ciudad de Vascos, el cual se puede visitar turísticamente, fue una antigua medina o ciudad de Al-Andalus perteneciente a los siglos IX y XII. Se ubica al pie de las Sierras Ancha y Aguda, en la derivación occidental de los Montes de Toledo. Precisamente al este del municipio de Navalmoralejo, a 6,8 kilómetros del casco urbano.
Geológicamente, Ciudad de Vascos tiene un relieve desproporcionado asentado en uno de los márgenes y de estructura de granito que desemboca en el Río Huso, un afluente del Río Tajo.
En cuanto a la historia, el yacimiento revela que fue una fundación omeya constituida entre los años 930 y 950 d.C, en los tiempos de Abd-al-Rahman III o como lo llamaban, “el vencedor por la religión de Alá”. Esta fortificación se consideraba como un punto estratégico debido a que estaba ubicado en la línea que separaba las fronteras entre los musulmanes y los cristianos. Esa bifurcación estaba marcada por el Río Tajo.
Vascos era el lugar perfecto para controlar y mantener una posición política, económica y estratégica, y perdió su valor cuando pasó a manos cristianas. Se cree que fue en ese momento cuando se desvaneció su función como punto fortificado, lo cual la condujo a su destino final al ser abandonada paulatinamente por su población.
Ciudad de Vascos fue también uno de los principales centros metalúrgicos donde se trabajaba el metal que procedía de los alrededores y de los montes de Toledo. Por otro lado, otra característica moderna de la ciudad fue el de tener un complejo sistema hidráulico, el cual tenía como finalidad encauzar los manantiales provenientes de las sierras aledañas alimentando un embalse y abrevadero del pueblo. De hecho, se observa un sistema de alcantarillas y el desarrollo de un avanzado baño público.
En la actualidad, se aprecian los escombros de defensa de la ciudad rodeado por un muro donde se extiende una superficie interior compuesta por ocho hectáreas. En el norte de la medina, fuera de la muralla, se observan dos cementerios.
El origen como ciudad abandonada
Según se desprende de diversos estudios en la zona existía un territorio llamado Basak, cuyo significado es Vascos. En él se establecía una ciudad conocida como Nafza, donde se asentó una tribu cuyos miembros llevaban el mismo nombre. Se cree entonces que Nafza es la actual ciudad abandonada y que, tras ser despoblada, el nombre original fue olvidado.
Historiadores relatan que la tribu Nafza fue la que se sublevó contra Abd-al-Rahman III, el cual envió sus tropas para apaciguar las protestas. Se considera ese acontecimiento como el motivo por el cual se fundó Vascos. El fin consistía en aplacar la tribu y vigorizar la frontera que lindaba con los cristianos.
Un tiempo después, la dinastía del califa se dividió en diferentes taifas (pequeños reinados). Corría el año 1085, cuando Alfonso VI de Castilla, tras la conquista de Toledo ocupa Vascos, pasando el territorio a manos cristianas. Cuando el rey Castellano, en 1086 pierde en la batalla de Sagrajas contra las taifas de Sevilla y Badajoz, la zona vuelve a convertirse en frontera, aunque sus habitantes la abandonaron progresivamente por diversos motivos. De esta manera, la ciudad quedó inhabitada y fue desapareciendo lentamente.
Horarios y acceso al yacimiento
La entrada a Ciudad de Vascos es libre. Se puede visitar los sábados por la mañana entre el 16 de mayo al 31 de enero. El resto del año permanece cerrado.
El acceso no permite el tránsito de autobuses. Se ingresa por un recorrido de tierra que inicia en el cruce de Navalmoralejo, en la ruta CM-4100, de Puente del Arzobispo a La Estrella. Es un camino irregular y terroso.
Una señal inequívoca de que hemos cogido la ruta correcta es el encuentro con acebuches, enebros, encinas y almendros. A la llegada del terreno montañoso, se podrán visualizar las ruinas, las murallas y un desarrollo urbano con mezquitas, tiendas, casas y alcantarillas. Sobre el fondo, a los pies del río, podemos encontrar la fortaleza.
Una de las características más relevantes del yacimiento es la excelente conservación de lo que representa la principal defensa de la ciudad: las murallas y la alcaza. Es por eso que se le pide a los turistas que cuiden el lugar. Es un monumento valioso para la historia de Toledo y corresponde que sus visitantes lo conserven.
Es importante considerar para quienes visiten el yacimiento, que sigan los caminos señalados, que no pisen las áreas excavadas y que jamás trepen a los muros.
En la actualidad, el yacimiento turístico fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), estando bajo protección por la declaración de monumento histórico – artístico a partir del 4 de junio de 1931.
Por último, dentro del recorrido turístico pueden visitar el Centro de Interpretación. Dicho espacio es gratuito y se halla ubicado en Navalmoralejo. Allí podrán encontrar objetos y restos históricos de la comarca, paneles informativos sobre la ocupación de la zona y material audiovisual sobre la importancia del yacimiento como patrimonio histórico y natural.
Visitar el yacimiento de Ciudad de Vascos es una forma de sentirse explorador en un sitio escondido y antiguo que jamás dejará de asombrarte.
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